¿ROLLOS DE PAPEL O CILINDROS?
Qué pasa mutantes, espero y deseo que
todos gocéis de la mejor salud posible, que tengáis suficientes
latas de judías y rollos de papel higiénico. Y digo yo ¿por qué
papel higiénico? ¿Nadie ha pensado que con un bidé no hace falta
papel higiénico? Mirad los japoneses, con sus inodoros con
chorrillo, y los occidentales riéndose, bueno, pues yo siempre he
querido uno, y se que me compraré uno cuando me mude. Pero a falta
de ese wc mágico, ¿por qué la gente tiene bidé en su casa y sólo
lo usan para echar ropa sucia? Y si no tienes bidé, un manguerazo en
la ducha, y ya está, no hace falta comprar cien rollos de papel
higiénico, el apocalípsis no entiende de doble o triple capa, el
apocalípsis entiende de válvulas y cilindros.
¿Me seguís? Sí, seguro que sí.
Hoy me voy atrever (ya que estoy de
día libre) con una de las vacas sagradas de la ciencia ficción
en el cine. Se que
tiene una legión de fans, amantes y estudiosos que sabrán mucho más
que yo, así que les pido que interpreten ésta entrada, como en
realidad hay que interpretar todas las que escribo, como un resumen
de mi percepción al respecto, y no una cátedra. De hecho,
agradeceré cualquier comentario constructivo, corrección o puntilla
en el área de comentarios.
Y sí,
hoy vamos a hablar de Mad Max
y su herencia, por lo que, si no quiero hacer un artículo de 20
páginas que lleve una hora leer, que no quiero porque sería una
putada, voy a hacer el esfuerzo de sintetizar lo máximo posible,
cosa difícil con mi pedantería innata, pero allá vamos.
Poneros
a los Siniestro Total
con “Max, estás hecho una pena”
y a leer.
SALVAJES DE LA AUTOPISTA
1979,
Australia, allí estaba el señor Miller.
George Miller, a
punto de estrenar una película de bajo presupuesto con poca ci-fi,
mucha crítica social, mucha violencia, poco diálogo, pocas
interpretaciones brillantes, pero que sentó el gérmen definitivo de
las historias post cataclísmicas, no ene l acto, pero si en su
secuela, que ya veremos, vayamos por orden, no nos emocionemos.
La
idea, sospecho, era más bien hacer una película de justicieros, una
nueva versión del “Vigilante” como lo había sido Charles
Bronson, Clint
Eastwood o Chuck
Norris, que en vez de hacer
cumplir la ley por su propia mano en una gran ciudad cosmopolita como
la típica Nueva York, lo hacía en las autopistas australianas. Una
peli “hard boil”, negra, de violencia policiaca gratuita con la
venganza como leit motiv.
¿De
dónde venía Miller
cuandos e le ocurrió hacer Mad Max? Griego
adoptado por Oceania, de familia numerosa, hermano de un gemelo, que
estudió medicina con él, pero cuya verdadera inquietud era el cine,
hobby que practicaba con su hermana, y que le otorgó algún premio
escolar con cortos.
Finalmente
se animó a aprticipar en unos talleres de cine en la universidad de
Melbourne, donde conoció a alguien muy importante para Mad
Max, Byron Kennedy,
coproductor de la opera prima de Miller.
Acabada
la carrera de medicina, Miller
y Kennedy fundaron su
pequeña productora, y Mad Max
fue su primer largometraje, que con un presupuesto de 350 mil dolares
logrado a pellizcos de todas partes (publicidad explícita dentro de
la película mostrando marcas de consumibles, pro ejemplo), recaudó
más de 100 millones en todo el mundo.
Mad Max,
la locura máxima, Max el loco, sea como fuese, lo lograron.
Max Rockatansky,
interpretado por Mel Gibson,
será el sempiterno protagonista de la trilogía oficial, y en cierto
modo el responsable del éxito del personaje. Cuentan los rumores,
que Gibson llegó al
casting sin la intención de participar, solo acompañando a su
colega Steve Bisley
que fue intencionadamente y se llevó el papel de Goose
(que nuestros dobladores tradujeron sin cortarse ni un pelo como
Ganso, literalmente
claro, sin error al respecto). Gibson
llegó allí con la pinta del que ha pasado una noche en el infierno,
toledana en un bar de moteros en la carretera, ojeroso, con algún
moratón y apestando a no haber dormido, y eso fascinó aal equipo de
Miller y le dieron el
papel protagonista.
Miller
quiso que todo fuese lo más real posible, como una “docu
película”, aunque suena muy bonito pintarlo así cuando no tenían
ni un chavo y había que ahorrar de todas partes, y bueno, Gibson
dio el perfil. Al hilo de ésto último, muchos dobles de la película
eran auténticos moteros que hacían de extra por unas cuantas
cervezas. La autenticidad estaba lograda.
Gibson venía
de haber hecho una sola película, y de beber mucho alcohol y meterse
en muchas peleas pese a su educación católica y conservadora (el
cocktail moldeó al hombre que hoy todos conocemos, con excelentes
películas y una polémica vida). El título de aquella era Summer
City, dirigida por Cristopher
Fraser. Quien iba a decirnos
que una película en la que sólo escupía 16 líneas iba a
catapultarlo al Olimpo de los actores. Dieciséis frases, sí, por
eso anunciaba antes, que la pelicula brilla por sus carencias, pero
la fórmula no explotó, si no que resplandeció. Miller
dijo que era un gran fan del
cine mudo, que para contar una historia no hace falta sonido, y casi
lo consiguió, aunque insisto, que como excusa queda muy bien, en
verdad me imagino a Mel
borracho o de resaca cada día de rodaje.
Pero
aquél experimento bizarro salió disparado como un cohete. Max
era un policía de la brigada de carreteras llamada Patrulla
de Fuerza Central, en una
Australia del futuro cercano y distópico
en el que la crísis económica había llegado al gran Kaboom. Las
instituciones públicas carecían de recursos, el petróleo
escaseaba, las pandillas criminales campaban a sus anchas. La crítica
social a cerca de la mala gestión económica desde el estado y la
por entonces muy en voga crísis del petróleo que presagiaba una
quiebra mundial con el consecuente problema energético tanto
industrial como doméstico, eran uno de los motores de la historia
que aprovechaba Miller
a meter como caballo de troya en una película de carreteras violenta
y cruda, sangrienta, una road movie
de persecuciones motorizadas y disparos que según Miller,
surgió de su estancia como médico en un hospital, donde quedó
horrorizado con los resultados de accidentes de tráfico.
Ups,
crísis económica, barriles de petróleo gratis, gente que se va a
quedar en al calle de aquí a unos años y tal vez la carretera sea
su único hogar...no, no hablo ahora del 2022 imaginado pro Miller,
hablo de nuestra actualidad, perdonad el “kit kat”. Volvamos a la
película.
El
problema de Max y
Ganso en Mad
Max, serán los pandilleros de
El Corta Uñas,
interpretado por Hugh keays-Byrne, que
ya había hecho unas 4 ó 5 películas antes, pero que no se nota, un
villano sobreactuado e histriónico. El tipo y sus muchachos se
dedican a robar combustible para sus motocicletas, beber sin pagar,
saquear, violar y matar. Un grupo muy caritativo.
Ya la
mayoría habréis visto la peli, así que ¿para qué daros el coñazo
y hacer ésto interminable? A la pandilla se le va de las manos la
criminalidad, la lían a saco, y salpican a Max,
quien se tomará la ley por su parte perdiendo la cordura, casi casi
en un proceso kantiano
tan terrible como el de Travis
en Taxi Driver.
Un descenso a los infiernos mentales y la desesperación, que no está
especialmente bien rodado ni hace mucho intento de que el espectador
lo note, pero por el que debemos hacer esfuerzo de imaginar para
entender la leyenda que nació en aquella película.
Max
Rockatansky,
hombre de pocas palabras, arrastrando su desde entonces lisiada
pierna coja, hombre de ley convertido en psicópata, lobo solitario,
sin esperanza por la humanidad, obligado a seguir adelante al volante
del verdadero protagonista, El
Interceptor,
un Ford Falcon XB
modificado.
Porque
los coches y las motos, siendo honestos, eran el verdadero gancho de
la cinta. Una cinta que carente de todo lo mencionado antes, tenía
adrenalina, violencia, gasolina, choques, disparos, explosiones, y
cualquier caballo de troya o interpretación brillante sobraban.
A
mi, la película me resulta mala, bastante mala, con su encanto de
serie B, su nsotalgia de significar lo que significa, pero eso no la
convierte en mejor, y son las agujas de los marca kilómetros los
verdaderos protagonístas que marcan la dinámica, no ya de ésta, si
no de toda la saga, e in cresccendo.
LA CONSOLIDACION DE LA LEYENDA, EL GUERRERO DE LA CARRETERA, 1981.
Ahora
sí que sí, ya se montó el kilombo, Miller,
realmente preocupado por la tensión nuclear, da un giro inesperado a
la saga, aunque muy en consecuencia en un futuro cercano en el que
todo estaba ya patas arriba, y es la guerra atómica. La Australia
distópica de Miller
explotó, se convirtió en un erial gamma, el yermo de los yermos, el
wasteland
de manual desde entonces, por y para siempre.
Si
Mad Max
me pareció una película mala, Mad
Max 2 me
parece fantasía pura, la consolidación de Max
Rockatansky
como leyenda definitiva, no en vano, la influencia absoluta en
personajes de ciencia
ficción
sucesivos como Ken
del Puño de laestrella del norte,
o de nuestro habitante del búnquer de Fallout,
entre otras. Miller
y Gibson
se pasaron el juego, habían definido un género.
Aquí
si me postro y me quito el sombrero.
La
autopista es ahora interminable, la civilización se da por
concluida, la ciencia
ficción se
adueña del lore
de
toda la historia, los supervivientes se dividen en dos, lobos y
corderos. Las vigas de los edificios vigilan en la lejanía las
carreteras salpicadas de chasis saqueados y calcinados.
La
anarquía es absoluta. A ley del más fuerte es la única verdad. Ya
no hace falta nada más, ni un guión, ni un argumento, podríamos
alargar la saga de Mad
Max
hasta el infinito convirtiendo cada entrega en un día más de la
vida de un lobo solitario y nómada como Rockatansky,
asqueado de la vida, conforme con el cataclísmo, rodando como una
roca cuesta abajo sin objetivo ni plan, sencillamente sobreviviendo
un día más, tras dormir unas pocas horas entre pesadillas de odio y
venganza, con el recuerdo de sus seres queridos agonizantes tatuado
en su memoria como combustible.
Bajo
esa premisa, que sea lo que Dios quiera, ya está todo hecho.
Ahora,
vayamos a lo importante, los verdaderos protagonistas, los vehículos.
Oh Dios mio, aquí sí que te pasaste Miller,
cambiamos los Ford
por buggyes, hot rats, vehículos pesados tuneados con picas, chapas
y calaveras, y la estética post atómica se definió para ser
copiada docenas de veces en el cómic, el videojuego, la literatura y
por supuesto, más películas, e incluso juegos de mesa. Ya
hablaremos del legado de Max
al final.
En
la peli tenemos varios nuevos elementos, que se convertirán de ahora
en adelante, en señas de identidad narrativas de la franquicia:
- Max el nómada solitario: La figura de Rockatansky adoptará el rol de viajero solitario, que camina por no pararse, caminar o morir, que no quiere involucrarse en anda pero al final, acaba haciéndolo cuando algún personaje o situación penetra su armadura de odio e indiferencia y pulsa su botón de la humanidad, reavivando al justiciero que se forjó a caucho y sangre en la primera película. Mantendrá (en parte) detalles importantes como la falta de diálogos y su cojera ocasionada en la primera película, creando así una línea narrativa contínua, inmersiva y comprometida con el espectador.
- El donaire: En Mad Max 2 aparece un rol nuevo que perdurará en las siguientes entregas, el donaire, un bribón superviviente que aporta las líneas y el humor que la franquicia requiere para convertirse en una cinta familiar de acción, cosa que no era la primera entrega ni de lejos, pero que Miller accedió a fomentar después, en pos de la distribución de éstas joyas de la acción. Fue necesario y acertado. En ésta entrega el donaire es el Capitán Gyro, interpretado pro el cómico Bruce Spence, a quien veremos también en la tercera entrega de la saga.
- El Punk: Las pandillas, los nómadas de la carretera, son nuevos bárbaros motorizados, punks. Las crestas de colores, los tatuajes, los pendientes, scarificaciones, cualquier síntoma tribal y antisocial será bienvenido en una estética homo rebelde de cuero y cadenas de la que el más icónico de todos, en ésta entrega y me atrevo a decir que en todas, será Lord Humungus, Ayatolá del Rock N Roll, Señor del yermo, interpretado por Kjell Nilsson. Un personaje icónico que ha trascendido al subcosciente popular y su cultura.
- Los afligidos: Siempre encontraremos un grupo de resistentes supervivientes del yermo que estarán siendo espoleados por los punks. Pedirán ayuda a Max, y aunque les cueste, alguno de los miembros de la comunidad conseguirá ablandarle, en ésta entrega esa responsabiliadd cae sobre el niño mutante, feucho, mudo, salvaje y belicoso como un animal entrenado, sin nombre, narrador en off de la historia al más puro estilo del mago Akiro de Conan (sólo que Conan se estrenó un año después, en el 82) interpretado por Emil Minty.
El
vestuario, el tunning y el paisaje del sur de Australia lograron la
magia de teletransportarnos al fin del mundo futuro.
No
tengo ni una pega, es una cinta redonda, con toques de western,
si cambiamos al pistolero por Max,
y al pueblo del oeste por la refinería del páramo, y los apaches o
bandoleros por los punkis. No en vano, haciendo un tirabuzón triple,
Miller
afirma que recibió gran inspiración del cine de samurais de
Kurosawa,
y ¿cuántas veces los que saben de cine nos han explicado el
paralelísmo entre el western y los samurais? Para muestra un botón.
Si
a parte cambiamos las escenas a caballo por carreras con boogyes y
quads. Bingo. Magistral.
Max
en ésta entrega encontrará a su más fiel compañero, un perro, un
pastor alemán que encarna los valores que el ser humano ha perdido
en su nueva edad de piedra post atómica. Y volviendo al tema de la
inspiración japonesa, se convierte en la imágen del shinobi,
el shadow dancer,
el ninja y su perro. Aunque hay quien dice que ésto es un guiño a
Un chico y su perro
de 1975, film postapocalíptico y weird
en el que un niño y su perro, llamado Sangre
y que
tiene poderes telepáticos, recorren un mundo devastado por la
guerra.
MAS ALLA DE LA CUPULA DEL TRUENO
En
1985 se estrena la tercera parte de Mad
Max
y también Miller
decía adiós a su gran socio y amigo Kennedy.
Una alegría y una pena.
Max
continúa su camino hasta Negociudad,
un núcleo urbano post apocalíptico gobernado con guante de hierro
por Tía Ama
interpretado por la gran Tina
Turner,
quien a mi opinión, dio todo el pego con su cardado interminable y
zoomórfico, y sus pendientes de muelles y bisutería de chatarra.
Por
primera vez en la saga se añade un núcleo urbano, un espejísmo de
neo sociedad, un caballo de troya sobre el poder, la economía y el
gobierno.
Es
la entraga más criticada y menos querida por los fans, pero yo la
prefiero mil veces más que la primera. Añade el exotismo a la
sociedad superviviente, turbantes, capas andrajosas, camellos y
dromedarios, torneos deportivos sanguinarios, pan y circo, mentiras
desde el poder, opresión, capitalismo...
Para
mi lo tiene todo, sin olvidarnos de los vehículos, y un pasito más
hacia adelante de un asunto que tímidamente ha ido siendo más
recurrente y aceptado en la saga, las mutaciones por culpa de la
radiación. Si ya en Mad
Max 2
teníamos al niño salvaje, en Mad
Max 3
tenemos a Maestro
y a Golpeador,
dos personajes tan icónicos como Hummungus.
Sensacionales, imprescindibles.
El
donaire vuelve a ser Bruce
Spence
que en ésta ocasión pone el mismo rostro, a un nuevo personaje,
Jededdiah,
que pese al cambio de nombre, Miller
juega a sembrarnos la duda de si sigue siendo o no el capitán
Gyro
con otra identidad, y desde ahora, en lo que queda de saga, Miller
va a a jugar mucho al despiste como con ésto, intencionadamente.
Tenemos
a la comunidad infantil del “mundo del mañana mañana” tocando
la tecla humana de Rockatansky
una vez más, en un paralelísmo al “mundo de nunca jamás”, con
los niños perdidos, que convierte a Max
en un Peter Pan
post atómico durante parte del metraje, y que seguro inspiró la
estética de los niños perdidos del Hook
de Steven Spielberg
en los noventa.
Y
todo junto crea una historia que a mi parecer vuelve a ser redonda,
cargada de adrenalina, de aventura pura ochentera para toda la
familia a la zaga de
Golpe en al pequeña China,
o las aventuras de Indiana
Jones.
Pero
sobre todo, la cúpula del trueno, esa bóveda verjada con cuerdas de
puenting donde se enfrentan a muerte con armas de filo de boing en
boing dos contrincantes, mientras los nómadas, chatarreros,
scavengers y mutantes aplauden y jalean deseando que les salpique la
sangre.
Es
genial, irrepetible, la imaginación de Miller
siempre sentando tópicos futuros, el universo más veces copiado o
reinterpretado, una influencia generacional inmortal.
Como curiosidad, la película inspiró a 2 Pac y Dr. Dre para su videoclip del remic de California Love, copiando la cúpula y toda a estética del universo de Miller.
Y
no quiero enrollarme más, que no llegamos...
FURY ROAD, LA GLORIA DE FURIOSA
Y
en 2015, contra todo pronóstico, llegó Fury
Road,
y se armó la gorda por muchos motivos.
- Ciao Mel Gibson, hello Tom Hardy: Han pasado unos 30 años, Mel ya no está para reinterpretar sin dobles de acción a Max como a él le gustaban. O eso, o hacemos un Max abuelillo como pretenden con Conan y Schwartzenegger para la tercera entrega de la saga en ciernes desde hace décadas. Parece ser que la película tuvo que ser rodada en 2003, pero Miller no pudo y Gibson estaba con La pasión de Cristo.
La cosa estaba complicada, si Miller va a traer de vuelta a Max, hay que cambiarle la cara, sin remedio. A las nuevas generaciones les daría igual, pero a los críos de los 80 que crecimos recreando las aventuras de Max con clicks de playmobile, no. Pero no había más remedio, debíamos acostumbrarnos a la cara del nuevo Max igual que James Bond ha cambiado de cara ya unas cuantas veces. - ¿Por qué Mad Max y no Furiosa antes del Fury Road en el título? El protagonismo de Max en la peli es relativo. Max tiene cosas que no me cuadran como fan. Max no cojea en ésta peli ¿por qué? ¿Se ha curado? Vale que le cambiemos la cara, pero su historia debe seguir siendo la misma, debe ser cojo ¿no?. Sigue hablando poco, o en esta ocasión, menos que poco, ni mú.
Yo, llegué a pensar que Miller estaba jugando conmigo, que Max no era Max, si no el niño mutante de la segunda entrega, que admiraba a Max y no sabía hablar, pero llegó a hablar porque es el narrador en off y según contaba llegó a ser jefe de su propia tribu...maldición, teoría por los suelos, pero llegué a hacer cábalas al respecto ojo, no me creía que Max era Max, creía que Miller me tendía una trampa argumental, me sembraba una duda. Pero no, sí es Max. Fue divertido hacer hipótesis.Furiosa, la verdadera protagonista, la reina indiscutible, una valkirya del yermo en manos de Charlize Theron, salvaje, bestial con el pelo al cero, y llegados a este punto, quizás, no merecía la pena duplicar la trilogía de Mad Max (porque Miller promete que será una nueva trilogía que completará una sextalogía), y hubiese preferido crear una nueva trilogía en el mismo universo, bajo el nombre y protagonismo total de Furiosa. Porque es que Max es un panoli en ésta peli, un pelele sufridor, aquí es Furiosa la que corta el bacalao, a la que aplaudimos, de la que queremos más. Hubiese sido como Red Sonja en el universo Conan. ¿por qué no? Entiendo que el nombre de Mad Max se vende solo, pero treinta años después no hubiese pasado nada.
Hecho eco de mi fanatismo pro Furiosa, sí que hubo el absurdo debate de nuestra absurda sociedad actual y el más aún absurdo negocio del Hollywood, de que Fury Road era una película que empoderaba a la mujer, que Hollywood exige un cupo paritario en los repartos aunque no empareje con el argumento, con un claro mensaje feminista y de matriarcado que bla, bla, bla... Puta mierda de gilipolleces, viva Furiosa y punto. Me hubiese gustado más protagonista de Max, pero no puedo más que rendirme ante Furiosa. ¿A caso en la segunda entrega no teníamos punks claramente gays, sin mencionar el aceitoso cuerpo de Hummungus y nadie dijo tanta tontería? Si es que vamos para atrás como los cangrejos, siempre lo digo.
Con
esos dos cambios tremebundos en la saga, todo lo demás fluye como la
seda hasta considerarse la
mejor película de acción de la historia, sin
paños calientes. Una película que se centra 100% en los vehículos,
las persecuciones, los asaltos en marcha (como a la diligencia del
far west, recordad), el rock, y todo esto sin apenas CGI, respetando
la naturaleza de Mad
Max
sin ninguna duda, sin pegas pese al papel secundario que encarna
Rockatansky.
Una
película llena de guiños, que como decía antes, me da la sensación
de que a un fan ordenado de Max
nos descuadra, y nos invita a hacer rompecabezas, porque... la caja
de música que Max
encontró en el camión de la 2, lo lleva en su poder una de las
matronas; Porque vemos la gorra del capitán Gyro
en el salpicadero de uno de los coches encalada en una calavera;
Porque Max
no cojea... ¿En qué momento del universo Miller
ocurre éste ajetreado día de la vida de Max?
Si queremos hacer una línea temporal con las otras tres entregas,
nada cuadra, pero tampoco cuadraba que Bruce
Spence
hiciese dos personajes diferentes decía yo antes. Miller,
eres un liante.
Y
ahí está de nuevo Hugh
keays-Byrne interpretando
al villano de ésta nueva entrega, el caudillo Inmortan
Joe.
Cuánto amor.
La
estética acepta y acurruca todas esas pequeñas características de
la saga que Miller
fue introduciendo poco a poco, como los pandilleros tribales,
mutantes, ropajes exóticos y punks, el tunning salvaje... No falta
de nada, Miller
se da un festín postatómico que nos regala los 5 sentidos.
Más
coches, más velocidad, más acción, mucha más acción, la saga se
actualiza, pero no se reinventa, sigue tan pura como la segunda
entrega, y no contento, Miller
, nos promete otras dos secuelas en camino, de la que sabemos, la
primera se titulará Wasteland.
No
tengo pegas, tuve dudas existenciales, pero no pegas, un peliculón
por mucho que me quiera hacer pajas mentales con los easter
eggs.
¡Sed
Testigos, Valhalla!
Merecidas fueron las 10 nominaciones a los Oscar y bien invertidos
los 100 millones de dolares, que quién le hubiese dicho a Miller,
que gastaría cuando dirigió la primera.
Felicidades, de todo corazón, que Max no muera nunca.
EL LEGADO EN PIXELS:
¿Cuántas
veces he dicho que Mad
Max sentó
al cátedra del futuro post apocalíptico motorizado? Unas cuantas, y
si hay que decirlo otra vez, pues se dice.
El
mundo del videojuego sucumbió terriblemente a la estética Miller,
acordámonos de:
- ROADWAR 2000:
En 1986 Computer Game Published sacaba al mercado éste videojuego de estrategia por turnos, que inspirado en Mad Max nos ubicaba en unos futuros EEUU que habían sucumbido a un virus (vaya, vaya) mortal alcanzando el colapso capitalísta y demócrata hasta la anarquía. Así que podríamos encarnar un guerrero de la carretera que tras vencer unos cuantos clanes punks y de canibales mutantes, sería reclutado pro lo que queda del gobierno para rescatar 8 científicos que podrían crear la cura al virus. Para ello, recorreríamos el país por sus autopístas sorteando emboscadas motorizadas en cada estado.
Un año después, se comercializó la secuela ROAD WAR EUROPA con una mecánica gemela.
- ROAD KILL:
En la primitiva X.Box de Microsoft se estrenó éste título de coches tunneados disparándose metralla en un mundo abierto. De 2003 y de mano de Midway , en la línea de Twisted metal, seremos el conductor de un vehículo improvisado y tunneado con chasis de Muscle Car, que desde la ciudad post apocalíptica de “Hell County” arrancaremos para liquidar bandas rivales, chatarrear, o lo que se tercie para convertirnos en el amo de las carreteras del condado. Es una versión moderna, o una sucesora espiritual de Roadwar pero sin estrategia, basicamente en el lore de una norteamerica colapsada por un virus (y dale vuelta al torno perico, esto significa que nos asustan más los virus que los kilotones desde hace décadas, y al final, mirad, hemos sucumbido).
- BADLANDS
El título ya lo dice todo, otra forma de referirse a los wastelands, el yermo y coches que disparan. Atari nos trajo en 1989 éste divertidisimo juego de circuitos a lo Super Off Road pero inspirado en un mundo post apocalíptico, con vehículos de combate. Un novedoso “scalextric” de combate multijugador muy divertido.
- ROAD AVENGER:
En 1985, Data East lanzaba el que posiblemente sea el más vistoso de todos los video juegos inspirados en Mad Max, un arcade con estética manga a cargo de los estudios Toei que en primera persona nos sentaba frente al volante de un primo lejano del Interceptor, cuya jugabiliad era la de una película interactiva, siguiendo la fórmula de Dragons Lair, Space Ace o Time Gail. Memoriza y repite en el momento justo.
En un claro guiño, el piloto que encarnamos, sólo busca venganza familiar contra una panda de moteros. - AUTODUEL:
Un videojuego de rol, basado en el manual Car Wars de Steve Jackson. El jugador es un piloto newyorkino del 2030 que tendrá que viajar hasta Boston enfrentándose a pandilleros motorizados.
(AUTODUEL)
(ROAD AVENGER)
(ROAD WARS 2000)
- VIGILANTE 8:
La secuela espiritual de Interstate 77, una ucronía que nos rebobina a 1975, a una crísis energética y del petróleo mundial que colapsa la economía y el estilo de vida norteamericano, lo de siempre como podéis ver.
Un equipo de élite de conductores de la Oil Monopoly Alliegance Regime debe combatir en convoy por las carreteras a la banda conocida como Los Coyotes, y ya está todo dicho.
Tuvo una secuela inclusive. - FIRE AND FORGET:
Titus nos trajo en 1988 éste “simulador” de conducción arcade postapocalíptica, en el que conduciendo un coche muy parecido al Interceptor, debíamos proteger un convoy dirección Megacity. Su novedoso scroll parallax lo colocó en un podio a recordar junto Out Run o Chase H.Q. - QUARANTINE:Otra vez un virus, sí, luego dirán que sólo Iker Jiménez lo veía venir, en fin. Al volante de un taxi, primo lejano del Interceptor, con una vista en primera persona al volante, recorreremos la ciudad post apocalíptica recogiendo clientes y cargándonos enemigos.
- OUTLANDER:
Posiblemente la más infame imitación directa de Mad Max en tu super nintendo. El juego intercalaba fases de conducción en primera persona por el yermo, esquivando barricadas y disparando motoristas por la ventanilla, a una velocidad de caracol absurda, con plataformas en las que debíamos superar la fase saltándo niveles y disparando punks. Un bodrio que es mejor que caiga en el olvido. - MAD MAX: ROAD WARRIOR.
Tras el éxito de Fury Road, llegó a la nueva generación el videojuego de la franquicia oficial, por fin. Un sandbox motorizado que pecaba de un desarrollo monótono, pero que es indispensable para los fans.
(MAD MAX)
(BAD LANDS)
(VIGILANTE 8)
Hecha
ésta lista autodidacta, me ahorro mencionar la influencia de Max
en títulos como Rage
o Borderlands,
ni hablar de Wastelando de Fallout,
porque ya lo hice en su día en el blog, y prefiero recordar otras
manifestaciones ociosas inspiradas por Mad
Max, ahora, en tablero,
papel y lápiz:
DADOS Y COCHES DE COMBATE:
- CAR WARS:
Tal vez el mejor lugar por dónde empezar, un juego de rol basado en el combate vehícular.
El mejor embajador para simular el universo de Miller.
Su base creativa partía de la escasez de combustible, inspirándose en Mad Max, pero ya en 1981, proyectando el problema hasta el distópico 2030.
No fue de los más populares en España, distribuido por JOC, quedó eclipsado por El señor de los Anillos, La llamada de Chtuluh o Stormbringer.
- DEVILS RUN:
Otro juego de rol para asaltos vehiculares post-apocalípticos. No tengo ni idea de qué tal está, creo que no ha sido traducido al español aún, pero que sepáis que existe.
- DARK FUTURE:
Fue un juego de estrategia con miniaturas, un wargame, absolutamente inspirado en Mad Max, que gozó con una gama de miniaturas modeladas por la casa reina, Citadel, en los 80.
Hoy es una codiciada pieza de coleccionismo pro los warmongers de la old school.
- GORKA MORKA
Acabamos de mencionar Dark Future, pero Citadel, ya con Games Workshop en los 90, decidió sacar al mercado un juego de mesa de combates sobre vehículos de combate, totalmente inspirado en Mad Max pero cambiando a sus pilotos por orkos de piel verde, para retroalimentar su universo privado.
- GAS LANDS:
El más reciente wargame de lucha entre vehículos. En ésta ocasión, nos vamos más allá en el tiempo, y viajamos a un futuro en el que la élite se ha largado a vivir a Marte mientras La Tierra se come a sí misma sumida en el caos y la anarquía.
El principal aditivo de éste wargame, es que es muy accesible, basta con comprar coches de juguete escala Hot Wheels, y tunnearlos y repintarlos a mano, a tu gusto, dándoles tu personalidad si eres lo suficientemente maños, creando así una experiencia de hobby, a parte de ociosa y social sobre la mesa.
- KERO:
Un juego de mesa menos exigente que los wargames, completo en su caja y sin necesidad de usar tu imaginación como en los juegos de rol, ni de andar pintando los juguetes de tus hijos e hijas. En un postapocalítico 2471 el combustible escasea y es muy preciado, así que no dejes que tu clan se quede sin ello. - PUNKAPOCALIPTYC:
Un pequeño wargame de escaramuzas, en el que las bandas del yermo más gamberro y delirante se enfrentarán a vida o muerte sobre la mesa de tu casa.
El juego exige la compra de miniaturas, su posible hobby como el en Gaslands o Dark Future, y un poquito de paciencia por sus reglas que aunque caben en un libro pequeñito, tienen miga.
Algunas de las miniaturas más carismáticas de la marca están muy inspiradas en Mad MAx, como Lord homoeroticus.
(LIBROS DE REGLAS DE CAR WARS Y DE DEVILS RUN)
(CAJA DE DARK FUTURE Y ALGUNAS DE SUS MINIS PARA COLECCIONAR)
(MANUAL DE PUNKAPOCALIPTYC Y LA MINI LORD HOMOEROTICUS INSPIRADA EN LORD HUMMUNGUS)
(MANUAL DE GASLANDS Y ALGUNOS EJEMPLOS DE COCHES DE JUGUETE CUSTOMIZADOS)
(KERO)
Y
seguro que podríamos seguir así días, pero creo que ya hemos dicho
bastante de Mad Max
y todo lo que le orbita copiando su estilo y universo. Me encantaría
que me dijéseis que desconozco, o que me dejo, porque me encanta el
mundo de los “coches que disparan”. Así que no os cortéis, el
cuadro de texto está ahí, para vosotros, o mi twitter, (que lo
cambié) @pixel_van_gogh .
Ahora,
me gustaría saber, si hubo algo anterior a Mad
Max que juntase tan bien
los coches de combate con el futuro postapocalíptico, y no, no me
vale Death race 2000,
que ya hemos hablado de ello.
Un
abrazo mutantes, y recordad, si os veo desde la ventana con una
manguera y una garrafa acurrucados junto a mi Pick Up, os pego un
tiro mangantes.
Mierda de la buena la de este post. Yo no soy mucho de post-apocalipsis, pero pocas pelis son más cyberpunk que la saga Mad Max. La tercera además tiene uno de los títulos más evocadores del cine: "Más allá de la Cúpula del Trueno". La más floja para mí es la primera, porque conocer la historia previa al colapso le quita misticismo. Puede ser porque yo me estrené con El guerrero de la carretera y no con Mad Max, claro.
ResponderEliminarMuchas partidas de Car Wars cayeron, sobre todo en modo combate entre vehículos sin historias ni leches (el juego tenía una pequeña parte sobre reglas y ambientación y montones de páginas sobre creación de vehículos). Me pasé todo un verano buscando el vehículo perfecto y al final resultó ser uno con chasis de berlina, motor enorme, cohetes de aceleración, blindaje metálico en el morro y placa de embestida =). Por cierto, hay un juego similar al Car Wars con el sistema de Savage Worlds, el Savage Arena.
Finalmente, por aportar algún detalle curioso sobre al impacto cultural de la saga, en algunos foros económicos se usaba el término "Mad Max" para referirse a una situación de enorme crisis tras un punto de no retorno cada vez más próximo. El Mad Max vendría a ser el mundo resultante tras una singularidad económica en la que al perder la confianza en el dinero fiduciario, los mercados financieros mundiales implosionarían.
Sin más, Gloria Perpetua a Furiosa!
A mi es un lore que me flipa el postapocalipsis, pero debo reconocer que no goza de mucha gloria ni de acertadas obras. Hay mucho bodrio por ahí.
EliminarLa primera para mi tampoco me marcó en lo más mínimo, para empezar, no tenía uso de razón en su épica, pero ya con Mad Max 2 sí que pude alucinar, y a parte lo que digo que es poco más que una apuesta de serie b que salió bien.
Yo estoy como loco por estrenar mi Gas Lands, pero primero tengo que tunearme 6 hot wheels y leerme el manual, me crecen los enanos.
No sabía lo del Mad Max en terminos financieros, pero te recomiendo leer Apocalipsis Suave si no lo has hecho ya, es muy, muy plausible y divertida.
Gracias pro participar, bienvenido/a siempre!
Saludos Sr pixel,por casualidades de la vida ,buscando una reseña del juego dark future,he caido en este su blog,y no he podido evitar leerlo de principio a fin en solo unos dias,parece escrito por mi clon con el que comparto recuerdos artificiales implantados o viceversa,jeje.mi infancia con mi querido spectrum 48k teclas de goma,la primera vez que vi robocop en el cine con 11 o 12 años,flipar con Mad Max(Max rockatansky en mi top de antiheroes,sin ninguna duda) cuando ponian alguna de sus partes por la tele,ver alien el octavo pasajero en el cineclub de la 2 a las tantas de la madrugada con la luz apagada y a escondidas de mis padres,mi lectura de un mundo feliz de huxley,mi album de coches con los prototipos futuristas molones,en fin como decia nuestro amigo Roy Batty,recuerdos que se perderan como lagrimas en la lluvia...
ResponderEliminarNo me enrollo mas,me ha encantado su blog por la afinidad de ideas y pasiones y me llevo un buen puñado de sugerencias sobre todo literarias que no conocia:pequeños heroes,apocalipsis suave,islas en la red,no conocia las continuaciones de neuromancer ,ni tampoco la trilogia de Marid Audran por la que parece que tiene usted gran estima.
De lo que yo conozco y no he visto ninguna reseña en su blog:la saga de Ender,Orson scott card introduce ideas muy originales e interesantes en cada parte de la saga y no hace mucho lei el maestro cantor,tambien de este autor una curiosa y emotiva historia de ciencia ficcion.
y el relato corto No tengo boca y debo gritar,que tambien me parece de lo mas flipante!
ooooopssss se me fue el santo al cielo! si le doy un poco de caña al vehiculo de reparto aun llego a tiempo de entregar la pizza y no perder mi empleo en pizzas cosa nostra!hasta pronto!
Si fuese humano estoy seguro por mis procesadores de comportamiento orgánico que el término adecuado para tu comentario sería "me emocionas" , pero pese a las explicaciones al respecto en mi base de datos, me resulta imposible saber que se experimenta al respecto, pero estoy convencido a un 99,998% de que sería la expresión adecuada.
EliminarMuchas gracias, y que alegría que aparezca por aquí gente surfeando el ciberespacio por esas cosas que voy soltando por aqui, y que por supuesto, compartimos.
Espero te dejes pasar por aquí de vez en cuando, que el ciberespacio es un lugar demasiado grande, solitario y frio.
Me queda muuuuucha ciencia ficción que rescatar, que descubrir, y que descuartizar a medida que la megacorporación y el resto de mis hobbies.exe me permitan XDDDD
Bienvenido y un placer!!!!!!
Yo no lo hubiera definido mejor Sr.pixel;por supuesto que me dejare caer en busca de mas perlas de sabiduria y excelente retorica.
EliminarGracias y el placer es mio;)