jueves, 24 de septiembre de 2020

UN AÑO MAS DE TUNGSTENO DREAMS

 A POR LA TERCERA VUELTA AL DISCO DURO

Conexión exitosa.

Inserte su usuario y su clave.

Recuerde distinguir entre mayúsculas y minúsculas.

Asegúrese de que los trodos estén bien conectados vía epidérmica o intramuscular para evitar glitch y lag binario neuronal.

Los consejos de salud son que no salte al ciberespacio profundo si sufre epilepsia, fiebre X, Hyper Viruela, o si se medica con Espaminazina o Espaciolina.

Si una vez desconectado siente que la realidad ha cambiado, oye voces, o las normas de la naturaleza se han invertido, o una IA de nive A2 al A4 contacta con usted, revise que la desconexión se hubiese realizado correctamente mediante un protocolo corticoidal de emergencia, bio comando return””

Que tenga un buen sueño de Tungsteno.

Pixels, pixels, cascadas de pixels, montañas de pixels y sprites lloviendo frente a mi visión perimetral aumentada con filtro clásico de fósforo verde, soy un nostálgico. He vuelto.

Septiembre está siendo extraño, lleno de novedades, de cambios, y no sólo por la plaga de Macro Lepra a nivel mundial y orbital con la que nos bombardean continuamente en nuestras cuentas de instainfo preseteadas en los implantes y genes de conexión, que ya es bastante anómalo, pero ¿qué no lo es en el futuro distópico? ¿Qué podía salir mal en el futuro del ayer?

El capitalismo corporativo, las aboliciones globalistas de derechos humanos ya que cada vez somos menos humanos (y no precisamente por la chatarra oriental que nos implantamos ni la cirugía estética zoomórfica), los reality shows sensoriales y los concursos mortales, las guerras de migración, los neocamponeros aumentados de la Gran Panamérica y el gigante asiático, la pérdida total de capa de ozono, los technocristianos de la colonia Julio Verne en la Luna, todos nos han llevado a ésta situación insostenible que llamamos normalidad, de la que somos cómplices. No culpemos ahora al Bildelberg, a los Iluminati, a la Tribu Milenaria, Wintermute ni a esos grupos ficticios de cuentos de viejas para asustar bebés probeta. Somos cómplices de aceptar el futuro a manos abiertas, y querer siempre más.

Pero sea cómo sea, he vuelto, para celebrar en un texto vanal e insustancial que éste blog ha resistido ya dos años y comienzo el tercero.

Y decía que es raro, porque Tungsteno Dreams nació tras una serie de lecturas vacacionales durante las fiestas de San Mateo, en un hotel de Salou, que ya era tradición visitar con los miembros de la familia en éstas fechas, que visité el año pasado como os conté en la entrada de entonces, y sin embargo éste año no ha podido ser, éste año he disfrutado de la misma semana de vacaciones, en casa, con la familia, sin hotel, sin boufete libre con plancha, wok ni playa ni piscina. Este año, he escrito menos entradas y podría usar la excusa barata de que me han ascendido en la megacorporación, de que el cambio me está constando, de que el nuevo puesto y las normas de alerta sanitaria me han afectado, que dramáticas y funestas situaciones en el seno familiar también, y que me he visto separado de la persona que más quiero y más me quiere de forma temporal por esto y todo lo demás… Y aunque todo fuese verdad, mentiría si quisiese usarlo como motivo al respecto de mi reducción de actividad en Tungsteno Dreams.

No he podido mantenerme a una entrada por semana, porque mis horarios laborales han cambiado, porque tengo muchos otros hobbies que me han apetecido más, porque al no emplear el transporte público con la misma frecuencia de antes he leído menos (hasta el punto de comprar un libro en Enero y leerlo en Julio), he jugado muchísimos menos videojuegos, y lo único que he mantenido en cuotas personales que pueda comparar al año pasado es el visionado de cine.

También es cierto que comencé bloggeando entradas de 3 páginas, y últimamente, me he metido en berenjenales de 9 páginas Word, porque me gusta poner toda la carne en el asador cuando me pongo, y si no, no me gusta ponerme para dejar un texto a medias que tener que retomar otro día, porque los datos van a demasiados teraflops en mi sistema cerebral modificado, y no soy capaz por sistema operativo de dejar tareas pendientes en segundo plano. Y porque sufro erecciones sensoriales cuando encuentro la veta correcta de la que sacar el tungsteno en una buena obra, y cuando fluyen las palabras, me vuelvo loco de gozo.

Y me pregunto ¿Debo seguir con el blog? ¿Debo seguir programando sueños de Tungsteno? ¿Aunque cada vez me lea menos gente (tal vez motivado por mi falta de frecuencia programada y mi pérdida de rigor y autodisciplina)? ¿Aunque el podcast, el videoblog y otros formatos desplacen la pesada, tediosa y tormentosa tarea de leer (nada comparable egoístamente con la de escribir)? La misma mierda de siempre, spam.

Entiendo que no soy ningún gurú, ni siquiera un intelectual, ni un apasionado, sino un ciborg mediocre compilado con piezas de segunda mano, pero mi sistema operativo es abierto y me reprogramo constantemente. Hay droides infinitamente más eficaces haciendo lo mismo que yo cada vez que se conectan a la matriz, es una realidad cuántica.

Puede que unas entradas tengan más visitas, que últimamente otras que no, pero es que tal vez hable de obras de las que no todo el mundo habla, aunque sean menos interesantes y posicionen menos y peor.

Me he relajado en mis rutinas de autopromoción en redes sociales, pero qué demonios, ¿es necesario daros la turra?

¿A qué aspiro? No se cual es el punto evolutivo que quiero alcanzar. Hablo como si compitiese, como si quisiese vivir de ésto, o alguna gilipollez semejante, pero soy consciente y eso me mantiene seguro de que no estoy viviendo un lag fantasma de desconexión. Se que todo aquél que ama algo y se termina involucrando en ello pasa por éstas diatribas, no soy el único, ni estoy sólo, ni es la primera vez que me ocurre tras haber remunerado otras actividades creativas en el pasado. Es inevitable, un bug en nuestro código genético, esos jodidos extraterrestres dejaron flecos en nuestra hélice.

No, no lo voy a dejar, no voy a volver a darle vuelta al torno Perico con el rollo de que yo no le he prometido nada a nadie, ni bla, bla, bla, ya lo hemos oído. Seguiré dándoos el coñazo a los que seguís pasando por aquí de vez en cuando, porque me gusta, y punto, no hay que darle más vueltas.

Solo que, ¿La realidad ha superado ya a la ficción? Yo no se si somos un producto azaroso de la panspermia cósmica, el resultado genético de experimentos de elevada arquitectura biológica de alienígenas, la obra caprichosa de un ser superior, o simplemente software de simulación, pero los humanos, más o menos ciborgs, hacemos éstas cosas inexplicables, en contra de toda lógica procesable, y disfrutamos creando “nada”, procrastinando de maneras lúdicas y pseudoculturales inimaginables que reducen la productividad del individuo en el régimen corporativo establecido, y en vez de seguir produciendo o resultándole útil al partido y el líder, nos evadimos leyendo, escribiendo, componiendo, debatiendo, y perdiendo el tiempo y energías con actividades no homologadas que en ocasiones incluso suponen un anti ético ejercicio de exhibicionismo e individualismo no consentido por el sistema al hacerlas públicas en el ciberespacio y ponerlas a disposición de los surferos, cowboys, buzos y boayeurs despistados, exploradores de los oasis de bits, descubridores de nodos paradisacos a los que jamás conoceremos en persona. Tal vez incluso sólo sean bots neo soviéticos de estudiantes chupadatos del ciber bolcheviquismo ilustrado.

Y el universo seguirá girando, el pasado seguirá siendo modificado para que los dirigentes actuales puedan convencer a las generaciones venideras del éxito de sus planes y la gloria de sus decisiones. Y nada ha cambiado, y el futuro no llega, y la ficción cada vez es más real.

Este nuevo tercer año de sueños Tungsteno me gustaría abordar obras que tengo en mente despachar casi desde que cree éste ridículo capricho virtual, como Ghost In Te Shell, Blade Runner, Akira, Alien, Robocop, Dune… Y otro montón de obras de ayer y hoy que me vayan surgiendo al tran tran del día a día de un ninja cibernético de noche, empleado de la megacorporación de día, con facturas que pagar, en la periferia de la gran ciudad de pladur y neón, aspirando a un planeta mejor. No ya a una vida mejor, no, si no a una mentalidad planetaria mejor, equilibrada, sana, solidaria, y sostenible, y soñando con la utopía entre tantas distopías.

No voy a compartir ésta agridulce entrada de celebración con 9 hojas de texto como cuando me vengo arriba sacando conclusiones mediocres de Perogrullo en el momento de análisis, alabanza o crítica de las obras que me chiflan, porque no tengo tantas cosas que decir, la inspiración está buggeada en mi sistema operativo, pero espero que me entendáis, y que sigáis conmigo, cuando os apetezca.

Soñad amigos robots, soñad, porque llegará el día que hasta los sueños dejen de pertenecernos, cuando una vulgar app creada por algún soñador en el garaje de la casa de sus padres logre que compartamos nuestros sueños en el ciber espacio, y una vez lo hagáis sin poder resistiros a ser parte del monstruo orgánico social latente en esa generación, dejarán de ser vuestros por no haberos leído la letra pequeña ni haber resistido el envite del resto de humanidad normalizada.

¿Seguiréis siendo estándar? ¿O si no nacisteis para empuñar un rifle lasser en una revolución centroeuropea anticorporativa, al menos, os permitiréis el lujo de soñar? Yo sueño, nuevo Segismundo cromado. Sueño en pequeñito, pero recordad, que el ciber espacio puede ampliar vuestro sueño sin pediros permiso cuando menos lo esperéis.

Gracias por estar aquí un año más. Y voy a intentar terminar Septiembre con algunas entradas más antes de empezar Octubre con ganas renovadas y nuevas bio baterías de Litio y Vitamina B56, manténgase conectados.