miércoles, 19 de diciembre de 2018

COWBOY BEBOP, EL FUTURE NOIR ANIMADO


UNA SERIE DE DIBUJOS ANIMADOS POST CYBERPUNK


Hoy vamos a viajar al 2071 imaginado en 1998 por Hajime Yatate, que no es una persona, si no varias, es un seudónimo coral que responde al alias de “El creador Original”, un grupo creativo de la productora japonesa Sunrise, a cargo de otras obras clásicas CIFI de la televisión japonesa como Gundam.
El encargado de dirección fue Shinichiro Watanabe, con Macross en su palmares, y algún capítulo de Animatrix.

A simple vista, podréis pensar que hablo de una serie infantil de dibujos animados, y bueno...en ocasiones, algunos de sus capítulos son sosos y tibios, con toques de un ridículo e inocente humor oriental que a veces uno no llega a captar. Pero la atmósfera de sus 26 episodios, esconde en realidad una de las mejores obras audiovisuales de ciencia ficción emitidas en televisión en las últimas décadas. No en balde, el CIFI y el cyberpunk han encontrado sus mejores representaciones en movimiento en el anime japonés, alcanzando un reconocimiento maduro muy a tomar en serio con títulos como Akira, Appleseed, Ghost In The Shell, Alitta Battle Angel, Blame, etc... Si me pusiese a elaborar un catálogo encontraríamos más títulos de éxito en la industria del dibujo animado nipón, que en Hollywood, donde por norma suelen ser mal logradas adaptaciones del anime, de obras clásicas literarias, o títulos originales aislados en el tiempo y de poca proyección comercial como son los casos de Días Extraños, Johnny Mnemonic, Robocop, Blade Runner, o Desafío Total.
Por lo que no hay que tomar a la ligera los dibujos animados para adultos dentro de la ciencia ficción, y en especial los subgéneros del cyberpunk y el tech-noir, porque han hecho más por ellos que la industria californiana.

Dicho ésto, la propia televisión japonesa decidió limitar los capítulos del estreno de la serie en horario para todos los públicos durante su primera emisión, porque consideraron que no era apta para todas las edades. Yo sinceramente, creo que no es para tanto, pero realmente, sería echar a perder la serie si en España la emitiésemos en horario infantil, porque seguramente aburriría a muchos críos, que no percibirían muchos de los matices existenciales y los guiños cinéfilos que la serie nos ofrece. Es más, en España pasó sin pena ni gloria, emitida únicamente en un par de canales televisivos autonómicos como el andalúz y el catalán.
En el resto del mundo, especialmente EEUU, su emisión fue un éxito absoluto convirtiéndose en culto. De hecho, la todopoderosa Netflix, ya ha anunciado que tiene un remake en metraje real en marcha, del que se especula Keanu Reeves será el encargado de interpretar uno de los papeles principales. Ya veremos como acaba la noticia.


HUMO Y XPLOTATION 70`S A BORDO DE LA BEBOP


Si hay algo que me llama poderosamente la atención en Cowboy Bebop, y que le diferencia de otros animes, es su enorme cantidad de guiños al género policiaco de los 60 y la novela negra, junto con una banda sonora al pelo, magistral, que convierten la serie en un producto mimado y cuidado al detalle, demasiado para esos escépticos que me leéis y aún pensáis que los “dibujitos” no pueden dar mucho de sí.
De hecho, algunos de los mejores capítulos llevan como título un género musical como el Blues, el Jazz o el Folk. Muy melodramático.
El tabaco es la otra seña de identidad de la serie. No hay ni un sólo capítulo en la que alguien no encienda un pitillo.

la vida se está volviendo dura para los fumadores”

Dicen en un capítulo, y ese podría ser el lema de toda la serie, perfectamente. El tipo duro en gabardina y corbata debe fumar, la femme fatale siempre sugerente soltando humo de sus atractivos labios, tan noir! Un estilo envuelto en volutas de humo azuladas que revive los años 70 en el futuro distópico.

En 2071 la humanidad ha conquistado el sistema solar gracias a unas “autopístas” de relee (al estilo Mass Effect) por las que cruzar el sistema a toda velocidad como el que va por la radial de peaje en un GTI. El humano se ha esparcido por lunas y planetas del sistema, en colonias, olvidándose de la vieja Tierra, que sufrió un apocalíptico destino al estallar su relee, afectando a la Luna, que perdió un buen pedazo de su esfera, con horribles consecuencias para el ritmo gravitacional y ecológico de nuestro planeta azul.
Esas colonias, no son maravillosas ciudades de space opera con torres y agujas que llegan hasta el cielo, no, son colmenas industriales al más puro estilo cyberpunk, con diferentes ecologías y estilos de vida, diferentes modas, y diferente cultura, pero todas respiran un aire de opresión grisáceo y tristón, decadente y distópico. Así que no catalogaría Cowboy Bebop como una space opera pese a que viajen de una colonia a otra en naves espaciales, si no más bien una obra post cyberpunk, como Carbono Modificado, en la que el humano también ha trascendido, capaz de colonizar nuevos planetas, pero incapaz de deshacerse de las lacras sociales y políticas que nos distinguen en la actualidad, una evolución tecnológica, pero no social,

Tecnología alta, perfil bajo”.

La serie abre con una de las mejores cabeceras que he visto en mucho tiempo, un homenaje al Xplotation policial que tocó techo con Clint Eastwood y Charles Bronson, toda una declaración de intenciones y una inmejorable carta de presentación a la zaga del maestro Lalo Schifrin, compositor de Harry el Sucio, Starsky y Hutch o Enter the Dragon entre otras.
En un futuro dónde viajamos de satélite en satélite en naves espaciales monovolúmen, Cowboy Bebop se agarra a todo esto del xplotation noir y policiaco de los 60 con anacronísmos tan descarados como el uso de viejas pistolas del siglo XX, no usan armas láser no, usan 9 mm, Colt, Desert Eagle, como Harry. La estética y las influencias están muy claras.
A ritmo de blues, jazz, y funk embarcamos en la Bebop, la nave espacial hogar de nuestros protagonistas originales, Spike y Jet, que irá engordando filas con Faye, Ed y el perro Ein.

Los perfiles y las identidades de nuestros protagonistas gozan cada uno de un rico trasfondo y de una marcada personalidad que influirá en el desarrollo no lineal de los capítulos de la serie. A lo largo de los 26 episodios, como decía antes, hay un gran número de ellos que no trascienden, que funcionan de forma independiente como entretenimiento pasajero, sin un hilo conductor o argumental, respetando siempre sus señas características de estilo noir. Aún así, la serie respeta las líneas temporales de cada uno sobre la misma línea, en orden, y consigue que todos formen parte de una misma historia, aunque repleta de interludios triviales.
La nave espacial Bebop, se convierte así en la piedra angular de todos ellos, en su pegamento. Porque otra de las características que une la serie al subgénero cyberpunk, es la individualidad de sus protagonistas, sus intenciones materiales, un grupo de caza recompensas de delincuentes y fugitivos, movidos por la paga para seguir tirando hacia adelante, mientras arrastran pesadas cadenas del pasado, huyendo de sus propias vidas hacia adelante, con más ansia que ética.
Ese universo personal de cada protagonista, sus secretos, serán desvelados poco a poco en los capítulos estrella de la serie, los más enriquecedores, aportando peso y calidad argumental a la serie, evitando que sea solo una colección de aventuras de entretenimiento en el espacio.
La serie es conclusa, nos ofrece un principio y un final, y eso la hace redonda, sin dudas, sin ambigüedades, impertérrita.



Spike, el cowboy, el ronin (cómo ya desarrollaba en la entrada referente a Blame!), un ex miembro de un grupo del crimen organizado, estilo Yakuza, atormentado por el dolor del desamor y la deslealtad.

Jet, el sensei, la voz de la experiencia, un expolicía con el brazo artificial, fantasma metálico de su pasado.

Faye Valentine, en el papel de la buscona (ya se que no es muy acertado ni queda muy bonito, pero no pretendo que tenga connotaciones de género), nómada sin pasado, amnésica, especialista en el timo, el engaño y tretas de seducción. Un personaje en el rol de femme fatale.

Ed, una cría andrógina, natal de la Tierra, el personaje donaire, el soplo de juventud en la tripulación, el contrapunto de humor con tecnología, ya que la pequeñaja es un hacker insuperable, de habilidades innatas.

Ein, la mascota, un perro mejorado biológicamente, inteligente y empático como un humano. El mejor amigo del hombre.

Un grupo heterogéneo y unido con alfileres, que en ocasiones se ocultan información, se mienten, y se odian, pero que poco a poco formarán lazos distantes, a su manera, con frías pero firmes relaciones personales.


¿UN WESTERN O UNA DE SAMURAIS?


A parte de la importancia de la banda sonora, seña de identidad indiscutible de la serie, inseparable de la misma como por ejemplo en las películas de Tarantino (de las que por cierto en ocasiones la serie parece beber en cada tiroteo o duelo, no exento de sangre y muertes que parecen piruetas); Todo está imbuido de ese aire de novela negra, ese future noir, encarnado en Spike. Con su americana y su aspecto varonil, etiqueta yakuza, víctima del romanticísmo y el desamor, con un cigarrillo encendido bajo la lluvia de la gran ciudad. Esa postal es Cowboy Bebop.
Una exaltación de la masculinidad al más puro estilo japonés con todas sus premisas

En la mayoría de los artículos relacionados a Cowboy Bebop se ha aceptado que se trata de un western futurista, y de ahí incluso el título, pero la figura del cowboy, como leíamos con WilliamGibson, en la ciencia ficción, no alude sólo al símil de nuestros protagonistas cyberpunk con el de llanero solitario en una sociedad dura y al margen de la ley, por lo que estimo que abarca mucho más que la alusión al caza recompensas o atrapa forajidos.
Para mi, Spike, encaja más en el paralelísmo oriental del ronin, como decía anteriormente. Un samurai sin señor, una rolling stone obligada a seguir sobreviviendo tras verse despojado de un código, de un señor, de unas normas. Un animal extraviado que ha perdido el camino de regreso.
Cowboy Bebop se me asemeja más a una historia de crímen de John Woo que a un western, aunque lo debería de hablar con mi suegro, que es una verdadera enciclopedia del salvaje oeste. No yo.



A parte de los capítulos de desarrollo de personajes, flashbacks del pasado y cuentas pendientes, hay pequeñas perlas creativas al margen de los fantasmas personales del equipo de cazarecompensas de la Bebop. Encontraremos algunos episodios maravillosos, homenajeando por ejemplo a Alien el Octavo Pasajero, guiños a obras maestras como Conde Cero, otros géneros directamente unidos a la serie por su estética y antecedentes como el blackxplotation pimp de Iceberg Slim, y pequeños cuentos CIFI que abordarán clásicos temas como la inmortalidad, el poder, el consumismo y la religión.
La búsqueda de uno mismo, la soledad, el amor, son asuntos sentimentales importantes en toda la serie también.
Entre todo esto, sin complejos ni miedo, la inocente serie de “dibujitos” se atreve incluso con personajes transgénero y las relaciones homosexuales.
Largos planos fijos, estáticos, sobre los que fluyen conversaciones poéticas y profundas.
Y bajo todo ésto, los caprichos inconexos, y los infantilísmos aportados por peRsonajes como Ed para refrescar el ritmo y adaptarlo al mayor público posible, la serie es todo un drama en su corazón.
Sólo hay que saber mirar, hay que prestar atención a las mejores partes del guión, empaparse de la música de cada capítulo... y tal vez encender un cigarro, o no, para darse cuenta de la genialidad subyacente en Cowboy Bebop, una serie de “dibujos animados”. Claro.
Os animo a visionarla en Netflix, o cualquier otro método que estiméis oportuno. 
Un saludo.

7 comentarios:

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  2. Desert Eagle creo que solo salen dos en los 26 capitulos. El arma de Spike es una IMI Jericho. Mismo fabricante diferente musica. Una pistola de 9mm. que encaja mejor en el estilo profesional del personaje.

    Por que incluso en eso C.Bebop es una obra cuidadosa con los detalles. Y tiene cuidado de transmitir el mensaje adecuado a quien sepa interpretar su codigo.

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    1. Corrijo. Según http://www.imfdb.org solo en un capitulo aparece la IMI Desert Eagle concretamente en el 2, "Stray Dog Strut".

      http://www.imfdb.org/wiki/Cowboy_Bebop#Desert_Eagle

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    2. Wuaow, eso es tenerlo claro! Agradezco muchísimo el apunte Cifu. La verdad que sin duda, los detalles en C.B. es lo que marca la diferencia. Hay mucho mimo y mucho cariño a todo aquel cine de "justicia callejera" de los 60 y 70. Requiere mucho conocimiento en verdad para exprimirlo todo bien del todo, mejor que yo por supuesto, sin duda.

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  3. En cuanto a la influencia de Tarantino. Si bien en el 98 ya había dirigido sus primeros grandes éxitos creo que seria mas correcto hablar de inspiraciones comunes. Esto se nota especialmente en "el hombre con el ataúd" (Waltz for Venus, si mal no recuerdo) clara referencia a la versión *Mi nombre Django (Django 1966)*.

    La cuidada estética de los tiroteos también nos evoca a referentes comunes como el cine de acción de Hong Kong. Alcanzando su clímax en el enfrentamiento de de Spike con su nemesis. Una escena con una plasticidad que el director americano solo se a acercado a mostrar en Kill Bill.

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    1. La verdad que en cine asiatico estoy muy pez. Creo que debo dedicarle algo más de tiempo visto lo visto

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    2. La filmografia recomendada del Feng-Shui es un buen punto de partida. Aunque como en todo es cuestión de gustos.

      Por ejemplo la "danza marcial" de Tigre y Dragon a mi se me antoja innecesariamente barroca, mientras que los espectáculos arlequinescos de Jackie Chan me encantan. Incluyendo su reciente etapa de retorno Hong-Kong.

      De echo la filmografia del actor asiático es quizás un buen resumen del estilo cinematográfico de la ex-colonia:

      Desde el 2004 tenemos:

      New Police Story (2004) comedia policial.

      La venganza del dragón (2009) drama mafioso con critica social.

      1911 (2011) drama histórico.

      El extranjero (2017) uno de los mejores thrillers de espionaje recientes.

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