lunes, 16 de diciembre de 2019

HARD BOILED DE DARROW Y MILLER


DUO DE TITANES

Buenas noches soñadores del número atómico 74, no lo llamemos Wolframio por favor, y espero que la conexión neuronal con mi cuchitril virtual sea estable y vuestros avatares no sufran de glitch mientras pasáis aquí un rato, compartiendo conmigo ciencia ficción, obras, opiniones, ideas y conceptos.
Os recuerdo que abajo hay un campo de opiniones, comentarios, quejas e insultos libre de la vigilancia del roboministerio corporativo de civismo y ciudadanía, gracias a unos firewall piratas de Ten-Tech cortesía de unos becarios de Bangladesh fans de William Gibson. Así que sentiros libres de aportar vuestro rastro genético en mi nodo, o de saludarme ene twitter, @pixel_van_gogh .

Cumplido el protocolo, cargamos la rutina del día, que versará sobre cómic en ésta ocasión, ya que hace más de un mes que no hablamos de viñetas distópicas.
Hoy voy a abordar una obra corta, pero artísticamente intensa, una que conocí precisamente gracias a la participación de un visitante, Eduardo Pérez, que en Julio compartía con todos nosotros sus percepciones sobre la obra The Future Is Now de Josán González. Gracias Edu, porque llevabas toda la razón, y como siempre reconozco, no soy ningún gurú ni catedrático versado en el universo inabarcable del tebeo, cómic o novela gráfica, llámalo X. Aprendo al tran tran, de forma autodidacta y gracias a aportaciones de gente como Edu, que repito, no pudo estar más acertado cuando mencionó a Geof Darrow.
Me apunté aquello, y me tomé mi tiempo para bucear en el dataverso, chocando con la protagonista de hoy, Hard Boiled.
Esta obra englobada en 3 pequeñas entregas, comenzó en 1990 y finalizó en el 93, editada en la siempre omnipresente Dark Horse, con historia de Frank Miller. Y siendo sincero, son dos pesos muy pesados para lo humildemente poco que he tratado con ellos. ¿por qué mentir? Así que me puse un poco las pilas al respecto para sacarle más jugo a un cómic breve pero intenso y muy gozoso.
Mano a mano, los dos colosos, se marcaron una obra ágil y light dentro de la densidad a la que nos tienen acostumbrados, pero que no lejos de su intención lúdica y relajante de crear sin presiones en Hard Boiled, de darse un caprichito rápido así hablando en plata, y desengrasar mente y muñeca, firmaron un interesantísimo título con un rápido pero directo cometido intelectual a cerca de la realidad, una ciber “vida es sueño” ultra violenta y cargada de humor negro. No es una obra superflua o poco meritoria, porque ni Miller ni Darrow suelen defraudar ni aunque se lo propusieran, y puede ofrecer mucho más de lo que pretendieron, sin aspiraciones, de forma innata y natural pese a su concepción de entremés. Y ahí está su grandeza y la prueba de la genialidad del dúo, su don de rey Midas.



Darrow, natural de Iowa, exhibe su admiración por el estilo europeo de Moebius en cada viñeta de Hard Boiled, recargando barrocamente cada espacio con delicias, saturando nuestra visión y sobre estimulando nuestro cerebro. Fiel a las paletas pastel que conviven en el mismo color pero a diferentes tonos, como ya vimos en The Future is Now, creando esa sensación de estar leyendo la página con unas viejas gafas 3D de papel charol en dos colores, y haciendo innecesario un coloreado realista con ésta suerte de relleno “vidriera” que todo completa de maravilla.
Toda esa influencia afrancesada proviene de su admiración y cooperación con el grupo de creativos Humanoides asociados de los que también hemos hablado ya por encima en el blog en La Casta de los Metabarones. De toda aquella experiencia y cooperación francesa, Darrow parió Bourbon Thret, asegurandose ya una clara seña de identidad en su arte desde entonces.
De hecho, fue Moebius quien hizo de alcahuete entre Darrow y Miller en Los Angeles, para que naciese Hard Boiled, y se llevase el premio Eisner.
También es importante mencionar su importancia en los artes de la saga cinematográfica Matrix. Podríamos intentar meternos en profundidad a desgranar la vida, obra y milagros de Darrow, pero ni soy tan fan como para empalmarme hablando de él (aún) ni voy a saber contar mucho más de lo que os ofrece la red si sois gente curiosa.
Con Miller me pasa un poco lo mismo, 300, El caballero oscuro, Sin City, principalmente para mis gustos Ronin (ya hablaremos de ella en el futuro distópico), así que tampoco voy a tirarme el folio con él, por ésta vez, la próxima lo habré masticado como un chicle.

SER O NO SER, 404 NOT FOUND.

En un distópico futuro cercano, Hard Boiled nos presenta a Nixon, ¿o es Carl Setz? No espera… ¿Carl Burns? ¿Harry Seltz? ¡Demonios ni él mismo sabe cómo se llama! ¿Cómo es posible? Pues porque éste perfecto esposo y padre de familia de dos querubines, cobrador de impuestos ejemplar, propietario de una vivienda unifamiliar y un utilitario vintage es en realidad un ciborg de la compañía Willeford, una herramienta de matar en contínuo incógnito incluso para él mismo.
De forma casual o no, no creo en las casualidades, la idea de la obra se centra en lo mismo en lo que se centró después Matrix, alguien que vive una realidad ficticia dentro de la realidad real que desconoce. Una versión techno noir de la maldición del hombre lobo, humano de día, bestia de noche, que al despertar cada mañana cree haber sufrido horribles pesadillas de asesinatos, carnicerías y carreras por el bosque a la luz de la luna. Eso le ocurre a Nixon.
Podríamos pensar que Hard Boiled es una obra corte de no más de 200 páginas ideada para que Darrow se luzca, sin duda, el arte gráfico prima sobre los diálogos, el trasfondo o el hilo argumental. Pero con una premisa tan sencilla, la semilla de la historia da sus frutos. Y la narrativa es sustituida por imágenes violentas, explosiones, tiroteos sanguinolientos y masacres en lugares públicos con un ciborg protagonista que se enfrenta a una nueva realidad al descubrir que no es un tipo normal, con un trabajo normal, y una familia de anuncio.
¿Tomará la pastilla roja o la azul? No pienso hacer el spoiler, bastante he desvelado ya aunque era imprescindible para poder dar unas pinceladas de la sinopsis.



FUTURE NOIR


El título, Hard Boiled, ya es toda una declaración de intenciones de la obra, haciendo alusión a un género en sí, popular en los 1920 y 1930, que era un subgénero derivado de la novela negra, de dudosa reputación en el ámbito pulp, por abusar explícitamente de violencia y sexualidad en sus historias.

Cumplirá canónicamente con la estética requerida, siendo nuestro ciborg protagonista un cliché estético del detective de novela negra, rudo, violento, con su gabardina y sus pantalones grandes de pinzas, la cartuchera bajo el sobaco, y su T-Bird con el interior hecho un vertedero de envases de comida rápida. Una suerte de blade runner. Todo con una estética ucrónica o retro futurista años 50.



Siguiendo estas características del dogma “hard boiled”, el cómic de mismo nombre ahonda de repente en la cuestión existencial, la revelación de la verdad, la aceptación o negación de los hechos y la capacitación de superar el shock. Y hablar más del tema, debido a su brevedad, sería pecar en spoiler.
Pero no todo es seguir el cánon a píes juntillas, los personajes que completan el elenco a parte de Nixon, como su mujer Becky, sus hijos, o el CEO de Willeford, son una auténtica canallada satírica, esperpénticos, especialmente éste último, un cachalote deformado con flequillo de Tintín agasajado continuamente de forma automática con servicios sexuales y comida basura, muy en la línea de los tróspidos que hemos visto en otros tebeos como Tokyo Ghost, humanoides infectos y repulsivos que representan todo lo que detestamos en el ser humano, la gula, la avaricia, la cosificación…humanos deshumanizados, una deprimente visión cyberpunk de nuestra evolución que quedará en manos de las máquinas que nosotros mismos hemos creado.
Así que poco más puedo hacer que recomendaros a todos éste homenaje de la novela negra pulp de “a duro”, con un confundido Philip Marlow cibernético de protagonista.
Sólo recomendárosla encarecidamente, dejaros llevar un rato en cada viñeta abarrotada de detalles de cultura popular y mensajes subliminales erótico festivos, grafitis provocadores y outfits inverosímiles entre las masas de peatones en la calle; Y paraos a pensar un momento en la situación de Nixon sin dejaros llevar por la orgía de sangre que va a salpizaros.
Si os gustó Transmetropolitan o The Future is Now, ésta obra va a ser sumamente esclarecedora para todos. Nos leemos pronto la próxima, ¡¡palabra!!




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