POLITICA Y MENTIRAS
Bienvenidos una semana más a mi rincón
del dataverso dónde los programas chinche que podéis pillar al
conectaros os producirán sueños de metal radioactivo, sedosos y
relucientes, fríos y sensualmente perfectos.
Desde luego, pese al riesgo de pillar
una mega clamidia electrónica que fría tus genitales en tu próxima
sesión de ciber sexo intraespecies, entrar a mi espacio virtual es
mucho más divertido que encender la portical y comenzar a recibir
actualizaciones de media social y política con todos esos zopencos
del congreso, marionetas de las megacorporaciones, diciendo chorradas
y haciendo el ridículo por un chusco de pan con moho.
Que si hay que activar el protocolo
militar 1055 por el defcon2 en las colonias venusianas, que si el
partido pro humanista tradicional es mucho más mejor y conservador
que el partido cyborg pancista; Que si el carguero Primus III-F
debería haber atracado en Luna o en Marte con 200.000 refugiados de
la guerra civil de Phobos; Y así todo el santo día echándose
mierda y balones fuera unos a otros sin aportar absolutamente nada
nuevo a un sistema caduco, deteriorado y agonizante. El anarco
capitalismo digital ha demostrado estar mal planteado y tras cinco
siglos de subidas y bajadas en la llamada “área de confort”, los
obreros cualificados y la población civil de ocupación social
temporal, hemos pagado el pato.
Ya no hay políticos como los de antes.
Y de eso va hoy el blog y nuestro sueño. De política. Sucia y
asquerosa política, con discursos repletos de mentiras, sonrisas en
el holopalco del parlamento y asesinos a sueldo apretando el gatillo
del barret ligero sobre la cabeza del opositor de turno, de
periodistas comprados y cloacas informativas, traiciones y poder.
Política.
EL FUTURO LEJANO OESTE
Este del Oeste
es todo eso y mucho más. Es un arte a color de altísima calidad y
fino gusto a la nueva escuela americana; Es misticismo y leyenda que
se entremezcla con la no tan distante religión y política; Es
futuro pero es pasado, porque la historia siempre se repite y el ser
humano nunca aprende de ella; Y sobre todo es una historia de amor y
venganza que seguramente enamorase a Tarantino.
La
culpa es de Jonathan Hickman
y Nick Dragotta. El
primero al guión y el segundo al dibujo ya habían colaborado con
éxito en los 4 fantásticos
de Marvel, pero es en
Image Comics (Que en
España nos trae Norma Editorial)
donde han despuntado con ésta obra aún no concluida de la que
siguen llegando tomos a nuestra charcutería favorita.
Hickman
ya había puesto el foco sobre su persona con algunas obras como
infinite y
Los proyectos Manhattan, pero
también le debemos algunas buenas historias de los vengadores,
agentes de S.H.I.E.L.D.
Y su obra El informativo nocturno.
Dragotta
por su parte lleva en la mochila la responsabilidad de haber
entintado a Spiderman, Capitán América y
Los X-Men entre
otros.
Abrimos
las páginas del tomo o de las grapas (el tomo recopila unas 155
páginas, que serían 5 grapas de unas 33 hojas cada una) y caemos de
golpe en un futuro ucrónico de corte western que mezcla
elegantemente conceptos muy antagónicos como la religión y la
tecnología, pero los marida perfectamente a medida que vamos
chupándonos el índice y pasando la lámina de celulosa a colores.
Yo
soy una persona a la que no le gusta mezclar todo lo que pilla para
hacer un terrible megamix insoluble, y me mantengo distante y
esceptico ante las obras que nos muestran space operas
medievalizadas, o elfos y dragones con ciber miembros en un entorno
cyberpunk. Me chirrían
semejantes abominaciones contra natura, porque, o una cosa, u otra, o
si vamos a entremezclar géneros y mundos que sea con una
consistencia y una convicción tan firmes que no me haga dudar ni un
sólo momento de que lo que tengo entre manos no es una majadería
gratuita sin píes ni cabeza, de esas que te sacan contínuamente de
la inmersión porque cada paso que das hacia adelante es un nuevo
disparate vomitado por una mente enferma y sin ciriterio a la que le
dan igual ocho que ochenta y quiere juntar en el mismo plato dulce,
salado y redbull. Al final, aunque reunas tus sabores preferidos en
el mismo plato, la diarrea va a ser monumental.
Y sin
embargo en Este del Oeste,
vamos llevándonos a la boca, pequeñas dosis de ésto y de aquello,
que al final dejan un retrogusto a ciencia ficción
magistral, que se aprovecha en su justa medida del lore
del salvaje oeste en un futuro lejano hiper tecnológico sin ser
Bravestar,
y que nos mete la puntita con disimulo y un gapillo el ausnto de las
profecías bíblicas y la mitología cristiana más primitiva.
Con
lentitud, sin prisa, ya que acaban de editar el número 44 en EEUU y
aunque se vislumbra el momento del gran final, la obra lleva
publicándose desde 2013, digerimos y pedimos más futurismo con
ecología imperialista en un mega conflicto bélico que gira en
espiral en torno a un epicentro profético que anuncia un apocalípsis
que no llega, pero que los humanos se están esforzando por provocar.
JUEGO DE SPAGHETTI TRONOS
Al
grano y sin spoilers
as ussual.
EEUU Ha quedado balcanizada en varias facciones o estados que
conviven en una tirante existencia de alianzas y sabotajes que
inevitablemente nos recuerdan a Canción
de Hielo Y Fuego
de R.R.Martin
y su convulso mundo de Poniente. El futuro de Este
del Oeste
es feudal e imperialista, excesivamente jerárquico y con castas.
Sobre suelo norteamericano tenemos una facción de ascendencia China
en la costa Oeste, con su arquitectura, moda y costumbres asiáticas;
Desde el Midwest hacia el Atlántico encontraremos una Texas
independiente, una nación nativo americana, unos estados
confederados y unos estados sureños de ascendencia afrocaribeña, y
por último una costa Este de aparente prosperidad ultra capitalista
y conservadora.
Todas
ellas reflejan la heterogeneidad de una nación poblada por
emigrantes, una nación sin historia más que la reciente, una nación
de etnias autóctonas masacradas y doblegadas que actualmente clama
por la autenticidad de sus ciudadanos y su pedigrí, cerrando
fronteras y negando el sueño americano que ellos mismos inventaron
hace apenas un par de siglos atrás. Yo prefiero el sueño de
Tungsteno.
Como en otras obras CIFI, la identidad e idiosincrasia propia de cada pueblo o etnia con sus costumbres y creencias, perdura en el futuro lejano convirtiendo a algunas de las facciones en clichés cromados de su historia pasada, poniendo de manifesto sus tópicos más típicos, pero sin que esto empeore la calidad de los personajes y sus entornos, ya que en realidad, me he acostumbrado a pensar que ¿que somos más que lo que proyectamos y los demás perciben de nosotros? Eso que dejamos impreso en los demás, esa primera impresión, es nuestra carta de presentación como individuos, que si se repite por individuos de la misma comunidad, crea el tópico. Y los tópicos, bastante realidad llevan si conseguimos no emplearlos como mofa despectiva o leyenda peyorativa para ofender o menospreciar otros colectivos, pueblos, razas o culturas. Así que aceptamos barco como animal acuático.
Este
del oeste
es un espejo futurísta de la historia pasada y presente de los
Estados Unidos de América, encarnada en unos líderes de cada nación
o facción, ansiosos por el control, el poder y la supremacía sobre
las demás, obviando en su remolino de muerte y destrucción que hay
fuerzas superiores al control, las fronteras y la riqueza. Una
metáfora bien llevada cuando introducimos en la fórmula a los
jinetes del
apocalípsis
y la misma figura de la
muerte.
Una muerte icónica, cowboy alvino, que no negro como imaginan casi todas las culturas a la parca, con la percha de Clint Eastwood.
Estos
personajes extraídos de la mitología paleocristiana se cuelan en
los tejemanejes políticos e imperialistas de las facciones en medio
de una trama principal, común al resto de tramas alternativas
geopolíticas y familiares que la obra propone, que anuncia el
apocalípsis final que nunca llega, debido a ciertas “anomalías”
en el transcurso de la
palabra
profetizada por un extraño fanático religioso que reside en un
punto de culto similar a una nueva Jerusalém o una nueva Meca
conocido como Armisticio.
Un cráter en medio del desierto donde han de reunirse los líderes
de todas las facciones, conocidos también como los
elegidos,
para descifrar las parábolas de la
palabra
y poder así controlar el apocalípsis.
Entre
las “anomalías” de la profecía, la deserción de Muerte
de las filas de los Jinetes
del apocalípsis.
Y aquí encontramos la épica del cómic, Muerte
dejó de servir a la
palabra
después de enamorarse y tener un hijo, Babilonia,
seleccionado como la bestia que originará el fin del mundo. Un papel
que la palabra
asigna en sus profecias al crío, motivo por el que lo raptan, lo
apartan de su padre y de su madre (líder heredera de una de las
facciones en guerra) y que tiene también su propia trama y secretos,
quizás, los más intrigantes de toda la historia y mis favoritos.
Sí,
Babilonia,
el hijo de muerte
y su droide tutor “Globo”,
son la pareja de personajes que más me fascina y encandila de todas
las ramificaciones abiertas del argumento. Y no quiero spoilear
nada.
Por
lo que en resumen tenemos: Guerra, traición, política, romance,
venganza, mentiras, un montón de líneas paralelas de argumento,
mitología, espiritualidad (la nación nativo americana son unos
gurús y chamanes que han potenciado su nexo con la madre tierra y el
mundo espiritual gracias a la tecnología), y muerte, mucha muerte.
El
cómic es complicado, pero no al estilo de un Masamune
Shirow
gracias a Dios, en el que por más que leas y releas faltan datos por
todas partes. No. Complicado como decíamos antes a lo R.
R. Martin,
ya que el número de personajes principales y secundarios es
elevadísimo, y tenemos muchos melones abiertos contínuamente.
Tenemos las facciones y sus líderes, tenemos la
palabra
y su profecía, tenemos un caza recompensas del que no quiero hablar
mucho para no spoilear
pero que parece haberse agenciado el rol de la mismísma y renegante
muerte,
a la propia muerte
huyendo de su pasado en busca de reunir a su familia y ser feliz
(curiosísimo), los jinetes
del apocalípsis
persiguiendo a muerte
y Babilonia,
etc...
Entonces,
iremos leyendo conversaciones que se nos harán extrañas, que serán
complementadas en futuros números mediante flashbacks
o nuevas conversaciones, desvelando poco a poco la verdadera
motivación de cada uno de los llamados elegidos
y que papel quieren desempeñar en el cercano apocalípsis
evangelizado por el profeta Ezra
en Armisticio.
La
nación de los antiguos nativos americanos no dejarán de consultar
con sus antepasados y sus espíritus, mientras que el resto de
ambiciosos gobernantes conspiran unos en contra de otros para robarse
o asesinarse, ansiosos de mundanal y material poder.
O TODOS O NINGUNO
No
encontraremos un protagonista como tal, aunque yo me decanto por
muerte
y Babilonia,
pero todos los integrantes de ésta odisea titánica tienen una
especial importancia en la trama, y ahora que caigo, ojo a Cuervo
y Lobo,
una pareja mística de chamanes cambia pieles afiliados a la nación
de los antiguos con un estrechísimo pasado en común con Muerte.
Pero
no os encariñéis mucho con ninguno, porque morirán, vaya que
morirán, 0 spoilers,
pero cuando me aventuro a decir que la obra está más próxima a
Juego de Tronos
que a cualquier otra cosa, ya está todo dicho.
El
caso es que todos los personajes son brillantes, muerte,
el gobernador confederado Archibald
tan ladino y taciturno, el tejano Solomon
cumpliendo el tópico de pistolero busca oro a lo Sam
Bigotes, los
jinetes, lobo
y
cuervo y su gurú el
chamán Chebeyo...
Una
colección altamente recomendable, que pese a su engorrosa maraña
argumental, confluye en un claro de luz cada x números, alentándonos
a no parar de leer.
Un
disimulado puñetazo a la Norteamérica de ayer y hoy (tal vez por
ahí venga la inspiración de haber elegido un entorno de far
West como habitat futurista) y
de cómo los grandes imperios se construyen sobre fanatismo,
superstición y muerte.
Una
crítica a como el materialismo y el ansia de poder distancian al ser
humano de sus raíces, de su espiritualidad, y lo ciegan
convirtiéndolo en menos que un animal hambriento.
Una
historia que augura como la humanidad podría autodestruirse el día
menos pensado por culpa de su cinísmo, sus odios y sus prejuicios,
en la que al final, la más humana, la única capaz de amar, es la
muerte, lo que deja
poéticamente en muy mal lugar al ser humano más deshumanizado que
nunca, obcecado únicamente en el control. Un mundo, en el que adrede
o no, la muerte
es la protagonista, y si ella puede amar, ¿por qué no los hombres
también? ¿Algún día?.
Podremos
pensar sobre eso mientras disfrutamos del arte y la ficción en Este
del Oeste mientras nos
llega el gran final de una fábula sin par.
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