viernes, 30 de agosto de 2019

ESTE DEL OESTE, POR HICKMAN Y DRAGOTTA

POLITICA Y MENTIRAS



Bienvenidos una semana más a mi rincón del dataverso dónde los programas chinche que podéis pillar al conectaros os producirán sueños de metal radioactivo, sedosos y relucientes, fríos y sensualmente perfectos.
Desde luego, pese al riesgo de pillar una mega clamidia electrónica que fría tus genitales en tu próxima sesión de ciber sexo intraespecies, entrar a mi espacio virtual es mucho más divertido que encender la portical y comenzar a recibir actualizaciones de media social y política con todos esos zopencos del congreso, marionetas de las megacorporaciones, diciendo chorradas y haciendo el ridículo por un chusco de pan con moho.
Que si hay que activar el protocolo militar 1055 por el defcon2 en las colonias venusianas, que si el partido pro humanista tradicional es mucho más mejor y conservador que el partido cyborg pancista; Que si el carguero Primus III-F debería haber atracado en Luna o en Marte con 200.000 refugiados de la guerra civil de Phobos; Y así todo el santo día echándose mierda y balones fuera unos a otros sin aportar absolutamente nada nuevo a un sistema caduco, deteriorado y agonizante. El anarco capitalismo digital ha demostrado estar mal planteado y tras cinco siglos de subidas y bajadas en la llamada “área de confort”, los obreros cualificados y la población civil de ocupación social temporal, hemos pagado el pato.

Ya no hay políticos como los de antes. Y de eso va hoy el blog y nuestro sueño. De política. Sucia y asquerosa política, con discursos repletos de mentiras, sonrisas en el holopalco del parlamento y asesinos a sueldo apretando el gatillo del barret ligero sobre la cabeza del opositor de turno, de periodistas comprados y cloacas informativas, traiciones y poder. Política.



EL FUTURO LEJANO OESTE


Este del Oeste es todo eso y mucho más. Es un arte a color de altísima calidad y fino gusto a la nueva escuela americana; Es misticismo y leyenda que se entremezcla con la no tan distante religión y política; Es futuro pero es pasado, porque la historia siempre se repite y el ser humano nunca aprende de ella; Y sobre todo es una historia de amor y venganza que seguramente enamorase a Tarantino.

La culpa es de Jonathan Hickman y Nick Dragotta. El primero al guión y el segundo al dibujo ya habían colaborado con éxito en los 4 fantásticos de Marvel, pero es en Image Comics (Que en España nos trae Norma Editorial) donde han despuntado con ésta obra aún no concluida de la que siguen llegando tomos a nuestra charcutería favorita.
Hickman ya había puesto el foco sobre su persona con algunas obras como infinite y Los proyectos Manhattan, pero también le debemos algunas buenas historias de los vengadores, agentes de S.H.I.E.L.D. Y su obra El informativo nocturno.
Dragotta por su parte lleva en la mochila la responsabilidad de haber entintado a Spiderman, Capitán América y Los X-Men entre otros.

Abrimos las páginas del tomo o de las grapas (el tomo recopila unas 155 páginas, que serían 5 grapas de unas 33 hojas cada una) y caemos de golpe en un futuro ucrónico de corte western que mezcla elegantemente conceptos muy antagónicos como la religión y la tecnología, pero los marida perfectamente a medida que vamos chupándonos el índice y pasando la lámina de celulosa a colores.
Yo soy una persona a la que no le gusta mezclar todo lo que pilla para hacer un terrible megamix insoluble, y me mantengo distante y esceptico ante las obras que nos muestran space operas medievalizadas, o elfos y dragones con ciber miembros en un entorno cyberpunk. Me chirrían semejantes abominaciones contra natura, porque, o una cosa, u otra, o si vamos a entremezclar géneros y mundos que sea con una consistencia y una convicción tan firmes que no me haga dudar ni un sólo momento de que lo que tengo entre manos no es una majadería gratuita sin píes ni cabeza, de esas que te sacan contínuamente de la inmersión porque cada paso que das hacia adelante es un nuevo disparate vomitado por una mente enferma y sin ciriterio a la que le dan igual ocho que ochenta y quiere juntar en el mismo plato dulce, salado y redbull. Al final, aunque reunas tus sabores preferidos en el mismo plato, la diarrea va a ser monumental.
Y sin embargo en Este del Oeste, vamos llevándonos a la boca, pequeñas dosis de ésto y de aquello, que al final dejan un retrogusto a ciencia ficción magistral, que se aprovecha en su justa medida del lore del salvaje oeste en un futuro lejano hiper tecnológico sin ser Bravestar, y que nos mete la puntita con disimulo y un gapillo el ausnto de las profecías bíblicas y la mitología cristiana más primitiva.
Con lentitud, sin prisa, ya que acaban de editar el número 44 en EEUU y aunque se vislumbra el momento del gran final, la obra lleva publicándose desde 2013, digerimos y pedimos más futurismo con ecología imperialista en un mega conflicto bélico que gira en espiral en torno a un epicentro profético que anuncia un apocalípsis que no llega, pero que los humanos se están esforzando por provocar.



JUEGO DE SPAGHETTI TRONOS 


Al grano y sin spoilers as ussual. EEUU Ha quedado balcanizada en varias facciones o estados que conviven en una tirante existencia de alianzas y sabotajes que inevitablemente nos recuerdan a Canción de Hielo Y Fuego de R.R.Martin y su convulso mundo de Poniente. El futuro de Este del Oeste es feudal e imperialista, excesivamente jerárquico y con castas. Sobre suelo norteamericano tenemos una facción de ascendencia China en la costa Oeste, con su arquitectura, moda y costumbres asiáticas; Desde el Midwest hacia el Atlántico encontraremos una Texas independiente, una nación nativo americana, unos estados confederados y unos estados sureños de ascendencia afrocaribeña, y por último una costa Este de aparente prosperidad ultra capitalista y conservadora.
Todas ellas reflejan la heterogeneidad de una nación poblada por emigrantes, una nación sin historia más que la reciente, una nación de etnias autóctonas masacradas y doblegadas que actualmente clama por la autenticidad de sus ciudadanos y su pedigrí, cerrando fronteras y negando el sueño americano que ellos mismos inventaron hace apenas un par de siglos atrás. Yo prefiero el sueño de Tungsteno.

Como en otras obras CIFI, la identidad e idiosincrasia propia de cada pueblo o etnia con sus costumbres y creencias, perdura en el futuro lejano convirtiendo a algunas de las facciones en clichés cromados de su historia pasada, poniendo de manifesto sus tópicos más típicos, pero sin que esto empeore la calidad de los personajes y sus entornos, ya que en realidad, me he acostumbrado a pensar que ¿que somos más que lo que proyectamos y los demás perciben de nosotros? Eso que dejamos impreso en los demás, esa primera impresión, es nuestra carta de presentación como individuos, que si se repite por individuos de la misma comunidad, crea el tópico. Y los tópicos, bastante realidad llevan si conseguimos no emplearlos como mofa despectiva o leyenda peyorativa para ofender o menospreciar otros colectivos, pueblos, razas o culturas. Así que aceptamos barco como animal acuático.

Este del oeste es un espejo futurísta de la historia pasada y presente de los Estados Unidos de América, encarnada en unos líderes de cada nación o facción, ansiosos por el control, el poder y la supremacía sobre las demás, obviando en su remolino de muerte y destrucción que hay fuerzas superiores al control, las fronteras y la riqueza. Una metáfora bien llevada cuando introducimos en la fórmula a los jinetes del apocalípsis y la misma figura de la muerte.
Una muerte icónica, cowboy alvino, que no negro como imaginan casi todas las culturas a la parca, con la percha de Clint Eastwood.

Estos personajes extraídos de la mitología paleocristiana se cuelan en los tejemanejes políticos e imperialistas de las facciones en medio de una trama principal, común al resto de tramas alternativas geopolíticas y familiares que la obra propone, que anuncia el apocalípsis final que nunca llega, debido a ciertas “anomalías” en el transcurso de la palabra profetizada por un extraño fanático religioso que reside en un punto de culto similar a una nueva Jerusalém o una nueva Meca conocido como Armisticio. Un cráter en medio del desierto donde han de reunirse los líderes de todas las facciones, conocidos también como los elegidos, para descifrar las parábolas de la palabra y poder así controlar el apocalípsis.
Entre las “anomalías” de la profecía, la deserción de Muerte de las filas de los Jinetes del apocalípsis. Y aquí encontramos la épica del cómic, Muerte dejó de servir a la palabra después de enamorarse y tener un hijo, Babilonia, seleccionado como la bestia que originará el fin del mundo. Un papel que la palabra asigna en sus profecias al crío, motivo por el que lo raptan, lo apartan de su padre y de su madre (líder heredera de una de las facciones en guerra) y que tiene también su propia trama y secretos, quizás, los más intrigantes de toda la historia y mis favoritos.
Sí, Babilonia, el hijo de muerte y su droide tutor “Globo”, son la pareja de personajes que más me fascina y encandila de todas las ramificaciones abiertas del argumento. Y no quiero spoilear nada.

Por lo que en resumen tenemos: Guerra, traición, política, romance, venganza, mentiras, un montón de líneas paralelas de argumento, mitología, espiritualidad (la nación nativo americana son unos gurús y chamanes que han potenciado su nexo con la madre tierra y el mundo espiritual gracias a la tecnología), y muerte, mucha muerte.



El cómic es complicado, pero no al estilo de un Masamune Shirow gracias a Dios, en el que por más que leas y releas faltan datos por todas partes. No. Complicado como decíamos antes a lo R. R. Martin, ya que el número de personajes principales y secundarios es elevadísimo, y tenemos muchos melones abiertos contínuamente. Tenemos las facciones y sus líderes, tenemos la palabra y su profecía, tenemos un caza recompensas del que no quiero hablar mucho para no spoilear pero que parece haberse agenciado el rol de la mismísma y renegante muerte, a la propia muerte huyendo de su pasado en busca de reunir a su familia y ser feliz (curiosísimo), los jinetes del apocalípsis persiguiendo a muerte y Babilonia, etc...

Entonces, iremos leyendo conversaciones que se nos harán extrañas, que serán complementadas en futuros números mediante flashbacks o nuevas conversaciones, desvelando poco a poco la verdadera motivación de cada uno de los llamados elegidos y que papel quieren desempeñar en el cercano apocalípsis evangelizado por el profeta Ezra en Armisticio.
La nación de los antiguos nativos americanos no dejarán de consultar con sus antepasados y sus espíritus, mientras que el resto de ambiciosos gobernantes conspiran unos en contra de otros para robarse o asesinarse, ansiosos de mundanal y material poder.

O TODOS O NINGUNO


No encontraremos un protagonista como tal, aunque yo me decanto por muerte y Babilonia, pero todos los integrantes de ésta odisea titánica tienen una especial importancia en la trama, y ahora que caigo, ojo a Cuervo y Lobo, una pareja mística de chamanes cambia pieles afiliados a la nación de los antiguos con un estrechísimo pasado en común con Muerte.
Pero no os encariñéis mucho con ninguno, porque morirán, vaya que morirán, 0 spoilers, pero cuando me aventuro a decir que la obra está más próxima a Juego de Tronos que a cualquier otra cosa, ya está todo dicho.
El caso es que todos los personajes son brillantes, muerte, el gobernador confederado Archibald tan ladino y taciturno, el tejano Solomon cumpliendo el tópico de pistolero busca oro a lo Sam Bigotes, los jinetes, lobo y cuervo y su gurú el chamán Chebeyo...

Una colección altamente recomendable, que pese a su engorrosa maraña argumental, confluye en un claro de luz cada x números, alentándonos a no parar de leer.
Un disimulado puñetazo a la Norteamérica de ayer y hoy (tal vez por ahí venga la inspiración de haber elegido un entorno de far West como habitat futurista) y de cómo los grandes imperios se construyen sobre fanatismo, superstición y muerte.
Una crítica a como el materialismo y el ansia de poder distancian al ser humano de sus raíces, de su espiritualidad, y lo ciegan convirtiéndolo en menos que un animal hambriento.
Una historia que augura como la humanidad podría autodestruirse el día menos pensado por culpa de su cinísmo, sus odios y sus prejuicios, en la que al final, la más humana, la única capaz de amar, es la muerte, lo que deja poéticamente en muy mal lugar al ser humano más deshumanizado que nunca, obcecado únicamente en el control. Un mundo, en el que adrede o no, la muerte es la protagonista, y si ella puede amar, ¿por qué no los hombres también? ¿Algún día?.
Podremos pensar sobre eso mientras disfrutamos del arte y la ficción en Este del Oeste mientras nos llega el gran final de una fábula sin par.



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