NANCY KRESS
Bienvenidos de nuevo soñadores
radioactivos, prometí recuperar el tiempo perdido de la última
semana, y en ello estoy.
Regresamos con literatura, quizás el
más profundo y gozoso de los artes de la ciencia ficción,
entre todos los que absorbo. Recientemente descubrí un libro, que
era el principio de una trilogía, de la que ya sólo me queda el
último tomo, y me apetece mucho compartir con vosotros. El título
era Mendigos en España,
de Nancy Kress. Un
título llamativo, por la parte patria que nos toca, que me
sorprendió gratamente y se ha convertido en uno de los más
novedosos (pese a tener su tiempo) en mi colección.
Nancy
es estadounidense, del estado de Nueva York, Búffalo para ser
exactos, el pequeño pueblo de East Aurora afinando el zoom del
sátelite, y allí la vemos a ella en las viejas cintas de espionaje,
una cría rural, sin secretos ni misterios, “plane jane” como
dicen ellos.
Cual fue la
sorpresa, cuando durante su primer embarazo, el aburrimiento de la
baja prematerna que la alejó de las aulas infantiles donde ejercía
su profesión docente, la llevó a un hobby muy diferente al típico
encaje de bolillo de la zona (que no tiene nada de malo), y en vez de
agarrar hilo y agujas, tomó tinta y papel. Acababa de nacer una
brillante escritora.
No
tenemos cosas raras que contar de ella, ni polémicas, a no ser que
queramos ponernos más papistas que el Papa respecto a los mensajes
políticos que esconden algunas de sus obras como las que hoy nos
ocupan. Es una ama de casa de manual, de cliché, un tópico
norteamericano de ascendencia italiana con patas. ¿Pero es que acaso
tiene eso algo de malo o es incompatible con el talento? Pues eso, no
hace falta la vida de Philip K. Dick para poder sorprender sobre la
hoja en blanco. Sin duda, las energías que escapan de la letra, los
restos del alma de quien las escribe, se pueden oler y saborear si
ponemos el suficiente esmero, los libros son un pequeño fantasma
portátil de sus autores, pero Nancy
encarna la diferencia más técnica entre lo corriente y lo
extravagante sin perder ni un ápice de valor.
En cierto modo, es
un ejemplo para todos, ¿por qué no empezar un día a escribir si tu
imaginación es un regalo que te ha dado la vida? Intentémoslo,
adelante, nadie sabe por dónde va a saltar la liebre.
En el
caso de Nancy, la
liebre trajo premios Nébula y Hugo. Así que es muy inspiradora.
LA ERA DE LA GENÉTICA Y EL BIOPUNK
La
trilogía de Los mendigos,
de la cual hago hincapié me he leído a fecha de hoy los 2 primeros,
faltándome el último, es una obra cifi
que se enmarca en la distopía cercana, del futuro inmediato, en el
que pese a que las redes, los sistemas informáticos, la robótica y
la industria en general ha alcanzado nuevas cuotas técnicas; lo verdaderamente milagroso son los nuevos avances
en ingeniería genética que la humanidad está logrando, y que será
lo que realmente cambie para siempre la humanidad.
Es un
enfoque interesante, ¿Biopunk
tal vez? Yo no le veo el punk por ninguna parte a esta obra, aunque
le suelta un chorrito en la segunda parte, pero no lo suficiente para
acuñar semejante término yo creo. Aún con esas, hemos de reconocer
que precisamente la bioquímica, es actualmente, un desconocido
latente que siempre queda en el segundo plano de la ciencia
mediática, pero que avanza a silenciosos pasos de gigante en nuestra
actualidad.
¿Cuántas
veces se ha conspirado o rumoreado a cerca de que sufrimos
enfermedades de laboratorio? ¿O se especula de los problemas de
salud derivados de los alimentos tratados genéticamente que
consumimos? ¿Habéis oído hablar ya de los biohackers
capaces de preparar pócimas de doctor trastornado en sus placas de
petri con un kit básico de crispr
en el garaje de sus padres? ¿Conocéis al difunto Traywick?
¿No? Aprovechad la web para poneros al día (huy, esto parece un
spoiler de uno de los temas que voy a tratar a raíz de la lectura,
que declaración de intenciones más bien traída involuntariamente).
Pues
efectivamente, las últimas décadas la humanidad se vanagloria de
los avances informáticos y tecnológicos, pero la era de la
bioquímica está a punto de llegar según los analistas de
tendencias. Y de eso va Mendigos
en España.
En
ese futuro casi inmediato imaginado por Nancy
Kress, la medicina traerá
al mundo la fórmula del súper hombre de Nietzsche,
el siguiente paso evolutivo, inducido, el nuevo hombre 2.0 que no ha
necesitado, a diferencia del cyberpunk,
injertos, chips, ni cables, no. Sus células y su ADN le proveen de
las mejoras necesarias para ocupar la cumbre de la pirámide
darwiniana.
Comenzamos la trama entonces con el nacimiento de dos mellizas, en el
seno de una familia acaudalada, que han decidido someterse a los
nuevos tratamientos de fertilidad en fase beta, que prometen la
salud, la inmunidad biológica a infinitos agentes dañinos como
virus y bacterias, y progenie a la carta. ¿lo quiere usted rubio,
morena, alta, gordo, rápido, fuerte? Juguemos a ser dioses y modelar
a nuestros hijos e hijas con el barro del edén.
Leysha
y Alice
Camden,
la primera bendecida por la ingeniería genética, la segunda no.
Leysha no
sólo goza de unos delicados perfiles preseleccionados en su genoma
antes de su nacimiento, si no que será la primera de una nueva raza,
los insomnes,
nuevos humanos (o no) que a parte de todas sus mejoras físicas e
intelectuales, no necesitan dormir, se ha suprimido de su fisiología
la obligación del sueño, regenerando sustancias, células, y
llevando a cabo los procesos que el sueño produce en el homínido
standard, mientras siguen despiertos. Parece una tontería a priori,
pero si no tuviésemos que dormir, dispondríamos del doble de tiempo
aprovechable de nuestra vida, ¡El doble!.
Eso se traduce, en un
aprendizaje mucho más rápido, que como resultado da niños que maduran, o son más cultos, mucho antes de la adolescencia (etapa
media de la vida en la que el individuo parece ser consciente de los
conocimientos adquiridos a parte de rave interna de hormonas y nuevo
abanico de comportamientos). Si a ésto sumamos unos inesperados
efectos secundarios relacionados con la longevidad de los individuos
y un infinitamente más lento deterioro celular, tenemos nuevos
humanos más listos, con mayor capacidad de adaptación, y casi
inmortales.
Y desde ese mismo momento florece la primera gran pregunta que
plantea la novela, ¿Siguen siendo humanos, o son otra nueva
especie?.
La
humanidad corriente, la que representase la mayoría demográfica,
automáticamente dejan de ser humanos. El humano ya no existe, el
término queda obsoleto, el humano ha jugado a ser dios, y ha creado
nuevos dioses y nuevos siervos, el hombre león y el hombre camello,
he de ahí el paralelísmo con Nietzsche
y sus ideas para destrozar cualquier sentimiento religioso y hacer
añicos las barreras de la humanidad concebida. Desde entonces los
individuos serían divididos en Insomnes
y Durmientes.
Los mejorados, y los... ¿normales? Como fuese al adjetivo “normal”
pasaría de representar la mediocridad reinante, a considerarse
peyorativo.
Parece
un chollo, convertirnos en individuos superiores, casi inmortales,
que no duermen... Pero cargan unas cadenas de miedo, incomprensión y
rechazo. Se me antoja comparar a los insomnes
con vampiros, dotados de un don que a la vez es un handycap.
RACISMO, EL HOMBRE CONTRA EL HOMBRE
¿Cuál
sería el primero de los problemas que generaría semejante nueva
convivencia homínida? Lo estáis pensando igual que yo, lo se.
Racismo.
Un nuevo racismo y una nueva segregación que se olvida del color y la religión, conceptos por otro lado totalmente obsoletos en semejante nueva sociedad, nimiedades. Las tiranteces se producirán entre humanos mejorados genéticamente, y humanos naturales. Nuevos odios que son los mismos odios que la humanidad se lleva profesando siglos. La evidencia es que los humanos somos tan miserables, que sólo necesitamos una excusa para odiarnos. ¿es tal vez el odio un sentimiento tan necesario como el amor? ¿No sabemos los humanos vivir sin odiar? Esta majadería que postulo tan alegremente, dentro del campo ético y filosófico, en verdad podemos notarla haciendo un exámen amateur de los motivos por los que el hombre es racista. Asociamos racismo al odio, o rechazo, de unas etnias hacia otras, llegando a aceptar la deshumanización de la etnia denostada por otra, siendo en ocasiones considerados inferiores, menos que animales o esclavos para producción y tareas menores.
¿Es el racismo una excusa barata para el ejercicio de la soberanía por la fuerza y no otra cosa? ¿Realmente el miedo a lo diferente moviliza los sentimientos necesarios para que el racismo sea una realidad, o son otras teclas internas las que nos hacen usarlo como una excusa para sentirnos superiores a otros individuos?
Un nuevo racismo y una nueva segregación que se olvida del color y la religión, conceptos por otro lado totalmente obsoletos en semejante nueva sociedad, nimiedades. Las tiranteces se producirán entre humanos mejorados genéticamente, y humanos naturales. Nuevos odios que son los mismos odios que la humanidad se lleva profesando siglos. La evidencia es que los humanos somos tan miserables, que sólo necesitamos una excusa para odiarnos. ¿es tal vez el odio un sentimiento tan necesario como el amor? ¿No sabemos los humanos vivir sin odiar? Esta majadería que postulo tan alegremente, dentro del campo ético y filosófico, en verdad podemos notarla haciendo un exámen amateur de los motivos por los que el hombre es racista. Asociamos racismo al odio, o rechazo, de unas etnias hacia otras, llegando a aceptar la deshumanización de la etnia denostada por otra, siendo en ocasiones considerados inferiores, menos que animales o esclavos para producción y tareas menores.
¿Es el racismo una excusa barata para el ejercicio de la soberanía por la fuerza y no otra cosa? ¿Realmente el miedo a lo diferente moviliza los sentimientos necesarios para que el racismo sea una realidad, o son otras teclas internas las que nos hacen usarlo como una excusa para sentirnos superiores a otros individuos?
Bajo
mi humilde, e invalido como cualquier otro, punto de vista, el
racismo es generacional, un resorte social para camuflar carencias y
convertirse en motor de cambios violentos. Los enfrentamientos
étnicos, pasan a ser religiosos (cuando la religión siempre va
unida a la política, el control de masas y el poder), y de ahí da
el salto del racismo económico (es decir, ya me da igual de que
religión, sexo o color seas, por lo que voy a denostarte y dominarte
es por la diferencia social y económica que hay entre tú y yo) que
considero que es el actual en el mundo occidental desarrollado (que
es mucho menor que el occidental subdesarrollado o en vías de
desarrollo aunque nos hayan vendido al moto del bienestar del
mileurismo). En la distopía de Nancy,
el racismo es genético.
¿Os
acordáis de Alien
Nation
o de Distrito 9?
mendigos en españa
no aporta nada especialmente nuevo a éste debate del racismo
disfrazado de ciencia
ficción, pero
continúa excarvando en ello como lo han hecho otras obras anteriores
y posteriores. Es un asunto tan humano, que pese a considerarnos una
especie “evolucionada”, no lo hemos solventado ni erradicado de
nuestra civilización. Patético. Pero intrínsecamente unido justo a
eso, al concepto conocido e histórico de civilización.
Durante
la novela veremos el crecimiento de la bebita Leysha
Camden,
hasta su madurez, topándose con todos estos problemas que deberá
afrontar por haber nacido diferente, mejor, superior, sin haberlo
pedido. La tesitura del distinto, el sino del nuevo. La relación con
su hermana, durmiente,
su toma de consciencia al respecto de su situación, su brillante
precocidad, el momento adolescente en el que se junta con más
iguales a ellas, más jóvenes insomnes,
en esa etapa de la vida de la edad del pavo en la que el amor, los
sueños, los miedos y los ideales comienzan a formarnos como los
adultos que seremos.
La
novela entonces gira en torno al protagonísmo absoluto de Leysha
y su vida como insomne,
sirviendo de motor para la presentación del impacto generado por la
nueva especie homínida en EEUU como epicentro, y el planeta en
general, creando una nueva sociedad futura.
La
estirpe de los Camden
será el nuevo árbol genealógico de protagonistas y personajes
principales en el distópico futuro de las modificaciones genéticas,
a modo de culebrón cifi.
Volviendo
al quid del racismo y el odio entre especies, siendo los durmientes
mayoría, tratarán de controlar a los insomnes
mediante la ley desde los organísmos políticos, llegando a la
opresión, que sumado con el escrache popular, terminará por
convertir a la minoría oprimida en revolucionarios inconformes. La
víctima, se tornará verdugo, el siervo se convertirá en amo.
No hay mejor forma de crear una gran obra de ciencia ficción que repitiendo la historia de la humanidad con pinceladas de un futuro imaginable. Y contínuamente, la autora, nos va dejando pinceladas de la historia de los EEUU a través de las vivencias y lecturas de Leysha relativas a Lincoln (presidente que decidió abolir la esclavitud en EEUU), la guerra de independencia, el movimiento afroamericano del SXX, etc... Queda claro que el ser humano es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra.
No hay mejor forma de crear una gran obra de ciencia ficción que repitiendo la historia de la humanidad con pinceladas de un futuro imaginable. Y contínuamente, la autora, nos va dejando pinceladas de la historia de los EEUU a través de las vivencias y lecturas de Leysha relativas a Lincoln (presidente que decidió abolir la esclavitud en EEUU), la guerra de independencia, el movimiento afroamericano del SXX, etc... Queda claro que el ser humano es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra.
Así
la novela transcurrirá a modo “biográfico” a través de la
larga vida de Leysha.
Una protagonista femenina, feminista, inteligente ya no solo por sus
mejoras genéticas, si no con un enorme trasfondo emocional capítulo
tras capitulo. Una súper hominida tan humana, que cualquier lector seremos
capaces de empatizar con ella en ese egocéntrico sentimiento del
“qué solo me siento” cuando por ejemplo, en mi caso, que trabajo
atendiendo al usuario, y tengo trato directo con cientos de personas
diferentes de no sólo toda España, si no de casi todo el planeta, a
diario, saco la triste conclusión de que la mitad de esas personas
que he atendido, no necesitaban mi atención, no tenían motivo para
tratarme como una mierda, y qué narices, que son una pandilla de
psicópatas, maleducados, unos zotes y una panda de esquizofrénicos.
¿lo peor? Me estoy cruzando a diario con ellos, ya no solo
laboralmente, están ahí, a mi lado comprando el pan, en el mismo
tren, y votan y toman decisiones!!! ¿me estoy arriesgando mucho con
éstas confesiones inpopulares? ¿me afecta tanto mi empleo como para llegar a
pensar como Thanos
de Marvel?
¿Soy un villano sin capacidad e empatía? ¿Me estoy comportando
como un insomne nazi crecidito?
Sea como fuese, sentirte “diferente” y "sólo" por lo que sea, como Leysha, es a lo que cualquier lector va a llegar leyendo mendigos en España, sin ninguna duda. Pero ojo, que Leysha es de los insomnes “buenos”, es una humanista, y es ahí cuando debemos aplicarnos el mismo cuento, nos bajamos de la palmera del odio y la sobervia, del egocentrismo, y asimilamos que no todos somos iguales, que todos tenemos defectos, que todos erramos, y que todos merecemos tener la oportunidad de mejorar. Ains mis pobres clientes, mañana me toca volver a sonreírles, y confiar, en que el margen de los que me devuelven la sonrisa, o me dan las gracias, sea superior al de ayer, con paciencia y poco a poco. Ellos también tienen derecho a pensar que el gilipollas soy yo, también se sentirán “solos” a veces, aunque no tengamos nada que ver. No somos únicos, no somos especiales, somos humanos, en la humanidad, a ver si nos entendemos y nos lo grabamos en la frente para hacer piña y tirar para adelante en vez de ponernos zancadillas. La economía, el desarrollo, la ecología, son globales.
Sea como fuese, sentirte “diferente” y "sólo" por lo que sea, como Leysha, es a lo que cualquier lector va a llegar leyendo mendigos en España, sin ninguna duda. Pero ojo, que Leysha es de los insomnes “buenos”, es una humanista, y es ahí cuando debemos aplicarnos el mismo cuento, nos bajamos de la palmera del odio y la sobervia, del egocentrismo, y asimilamos que no todos somos iguales, que todos tenemos defectos, que todos erramos, y que todos merecemos tener la oportunidad de mejorar. Ains mis pobres clientes, mañana me toca volver a sonreírles, y confiar, en que el margen de los que me devuelven la sonrisa, o me dan las gracias, sea superior al de ayer, con paciencia y poco a poco. Ellos también tienen derecho a pensar que el gilipollas soy yo, también se sentirán “solos” a veces, aunque no tengamos nada que ver. No somos únicos, no somos especiales, somos humanos, en la humanidad, a ver si nos entendemos y nos lo grabamos en la frente para hacer piña y tirar para adelante en vez de ponernos zancadillas. La economía, el desarrollo, la ecología, son globales.
Por
último, añadir como anécdota el hecho de verse incluido nuestro país
en éste título de ciencia
ficción, que no es ni la primera ni la última vez, y parece que toda la cifi
sucede siempre en EEUU, o en Japón, pero España parece llamar mucho
al atención de muchos escritores, y por ejemplo, WilliamGibson
añadía el parque Well de Barcelona como un escenario recurrente en
Conde Cero,
Morgan
incluye Madrid y el valle de los caídos en su novela carbono
modificado (que
ganas tengo de marcarme una entrada de la serie VS el libro), o el
maestro Masamune
Shirow
ubicaba la ciudad de Olympo de su obra Appleseed
en las Islas Canarias. Al final resulta, que ser el culo de Europa es
un reclamo fantástico de esperanza y podredumbre a partes iguales
para los creadores de distopías más agudos.
DARWINISMO SOCIO POLITICO Y ECONOMICO
A ver como salgo ahora de éste jardín. Volviendo al libro y
dejándome de apuntes al margen, sí.
Pues
otra de las principales características de la novela, es el enfoque
social y económico que Nancy
Kress
hace de como la sociedad se ve obligada a cambiar . A medida que la
saga de los Camden
avanza en la línea del tiempo, y por ende, el mundo se puebla con
más insomnes,
se creará la comunidad insomne,
que siendo objetivamente superiores, efectivamente, están destinados
a copar el top ten de la Forbes, ocupar sillones en clubes iluminati
y bildelberguianos, y llevar a cabo un nuevo orden mundial para darle
la vuelta a la tortilla.
Llegados a éste punto se desvela el
misterio del título, Mendigos
en España. ¿Por
qué en España si la novela transcurre en EEUU? El fracaso del
capitalismo tradicional, relegado tras la aparición de nuevas
energías renovables y baratas, el control insomne
de los principales y apolillados lobbys, terminará por llevar a los
durmientes
a una quiebra general, en la que en la distopía planteada, España
(no se si al azar o algo movió a nancy
a
elegirnos en el siguiente y aterrador caso) sería la nación con
mayor índice de mendigos, nuevo apelativo descalificativo que los
insomnes
dan a los durmientes,
ya
que su nuevo modelo económico y social se basa en que en cualquier
tipo de intercambio, económico, social, humano, o el que fuese,
ambas partes del trueque deben obtener algo. Cuando no se obtiene
nada de una de las dos partes, el negocio es estéril y hay que
eliminar a la parte improductiva de la ecuación. Suena a llevar la
práctica capitalista a la máxima ponencia. Salvaje. Directamente,
los insomnes
en mayoría, asumirán que si no pueden sacar nada beneficioso de
unos seres inferiores como los durmientes,
han de ser excluido de su nuevo proyecto de sociedad perfecta,
estudiada y milimetrada política como económicamente, sin fallos,
sin errores. La mayoría durmiente
se convierten en parásitos de los que no se obtiene nada, parásitos
que querrán sobrevivir a costa de la especie productiva. Algo así como un “nazismo” económico basado en el dinero y la productividad.
Una especie que pierde horas al día durmiendo, ya no es productivo,
no es competencia, es prescindible o incluso...eliminable. Rompe la
ecuación en pos de un mundo “ario”, un nuevo Reich intelectual y
despiadado.
Pero
la novela abre el melón con una oposición encarnada por los Camden
y sus pocos aliados, que plantea que incluso aquellos que no producen
son necesarios para un intercambio no entre dos partes, si no uno
múltiple, global. Entonces la novela me hizo darme cuenta de ello en
mi propia sociedad. El parásito, que se pega al huésped para
alimentarse de él sin aportarle nada, en realidad, será el alimento
de otro tercero, que a su vez, será necesario en la cadena universal
del equilibrio natural. Ejemplo: La pulga o chupóctero en el lomo
del rinoceronte, no aporta nada al rinoceronte, pero en ese lomo,
está a la vista del ave, que se alimentará de ella. El ave,
entonces, se incorpora al intercambio, y libera al rinoceronte de la
pulga, sin obtener aparentemente nada del rinoceronte. Pero si
seguimos estirando ese chicle infinito, el rinoceronte, defeca,
abonando la tierra, que florecerá y dará frutos, de los que se
aprovecharán otros seres vivos, etc, etc, etc.
Aplicado
a la sociedad, ¿qué aporta un mendigo en España? Sin el mendigo,
no hay gente viviendo gracias a un empleo en Cáritas, o una ONG, la
iglesia perdería terreno al perder labores, etc... Entonces, el
mendigo es el modo de vida de muchos terceros, por cada mendigo,
viven otro número de personas. Suena mal, que de la miseria de unos,
vivamos otros, pero pensad en ese ciclo, e id estirándolo en vuestra
imaginación todo lo que podáis, como la famosa teoría de los 6
puntos. La sociedad no es bilateral, es múltiple. Pero el ofendido
grupo de insomnes,
perseguidos, oprimidos, controlados por los durmientes
durante décadas, han esperado su momento para eliminar de la
ecuación a los que fueron sus amos. El rencor, el ojo por ojo, el
odio solo crea más odio.
¿Moraleja? Somos una sociedad global que sólo mejorará si lo
entendemos como tal, no como países, naciones, grupos minoritarios,
si no un todo, la humanidad.
Hablado
todo esto, es inevitable sacar a relucir que Nancy
Kress añade
a todo ese entorno socio cultural y político nuevos pensamientos y
movimientos económicos como el Yagaísmo (promovido por el personaje
secundario kenzo
Yagay,
inventor de la energía Y, barata, y renovable, motor de la nueva
tercera revolución industrial) basado principalmente en la
meritocracia, empuje del pensamiento insomne.
Como hemos visto en otras novelas cifi,
se proponen diferentes métodos de gobierno en diferentes distopías,
utopías y space operas, no hay más que recordar Tropas
del espacio
y su punto de vista militarizado de la sociedad perfecta o no. En
mendigos en España,
la nueva élite mundial genéticamente mejorada abogará por la
meritocaracia. Y de esa idea, vendrá la segunda parte del libro,
Mendigos y
opulentos.
Nancy
podría ser punto de mira de ataques personales en éste aspecto, si
creemos verla el plumero de norteamericana modelo, cosa que a mi no
me parece nada fácil, ya que es plural y huidiza, nada cuadriculada.
Parece poner en evidencia modelos capitalistas clásicos tanto como
comunistas, sus principales personajes son femeninos, pero su
principal villana, Jennifer
Shariffi
es una musulmana paranoica y megalómana con aires genocidas.
Continuamente nos da una de cal y una de arena, al contrario que por
ejemplo Heinlein
de quien hablábamos hace poco, y convertía su novela insignia en un
lienzo de ideales políticos militares.Así que no termino de tener
claro si Nancy
quiere o no dejar alguna gota personal de tendencias, o todo lo
contrario, y baila del negro al blanco por diferentes grises
inteligentes, sensatos e inconformistas.
¿Cuántas
veces hemos pensado, ahora que se acercan las elecciones generales en
una actual y muy real España de “mendigos” (paro, inconformismo,
auge de radicalísmos...), que de los políticos que tenemos para
elegir, ninguno nos representa? ¿Cuantas veces hemos oido que
votamos la opción menos mala de todas, porque no hay ninguna buena?
Entonces...¿existe el gobierno perfecto? ¿Nos someteríamos
voluntariamente a ser gobernados por personas más capacitadas,
inteligentes y empáticas objetiva y cientificamente demostrable? ¿o
ni con esas? ¿Somos el pueblo el verdadero gobernante o dejar las
decisiones en manos de un pueblo no preparado es avocar la sociedad a
la guerra, el fracaso y la violencia? ¿Qué es la libertad en
realidad? Pues con todos esos enigmas cierra mendigos
en España
para retomar la historia en mendigos
y opulentos.
LAS CONSECUENCIAS EN MENDIGOS Y OPULENTOS
Terminado
Mendigos en España,
sin spoilers,
que sólo abarco las consecuencias a debate de su lectura, seguiremos
con la estirpe de los Camden,
y los nuevos personajes que conocimos en el anterior libro, como
nuevas incorporaciones, que en éste segundo tomo, ganan
protagonísmo, pero no dejan de ser herramientas narrativas (de
momento), que son Drew
Arlen
(un huérfano durmiente
adoptado por Leysha,
que
se convertirá en una especie de holo concertista famoso conocido
como El soñador lúcido)
y Miranda Shariffi
(líder
súper imnsomne,
nieta de la estirpe Shariffi,
némesis de los Camden,
insomnes
rencorosos y megalómanos pertenecientes a la élite).
Debo
hacer el diminuto spoiler
necesario, de que como comentaba antes, los insomnes
se convirtieron en élite social en el intento de un nuevo orden
mundial, pero los durmientes
que siempre hemos sido muy indómitos, nos revolveremos como oruga en
sal, obligando al grupo de insomnes
anti “mendigos” (durmientes)
a recluirse en una estación orbital (una vez más el “arriba y
abajo” de la ciencia
ficción,
tan repetido como en Alita,
o El chicoartificial,
en el que las élites siempre se separan de los mediocres por encima,
en órbita o en os cielos).
Y
que todos los cambios sociales, económicos y políticos de los que
seremos testigos en mendigos
en España,
moldearán la sociedad norteamericana hasta el extremo de crear un
nuevo orden “democrático” en el que tenemos en lo más bajo a
los vividores,
nuevo término para los durmientes
improductivos, los
“mendigos”,
civiles sin cualificación ni empleo que consideran la base del
sistema electoral, mantenidos del estado segmentados en poblaciones
similares a cantones, en una nueva fórmula democrática socialista
parecida a una neo pantomima comunista; por otro lado están los
técnicos y los auxiliares,
humanos parcialmente mejorados, funcionarios estatales, cualificados
para desarrollar tareas gubernamentales y productivas; Y por último,
los súper
insomnes,
una nueva vuelta de tuerca a la ingeniería genética practicada a
los anteriores insomnes,
que derrocan a la élite previa, y ocupan un lugar cuasi divino en
las cuestiones geopolíticas e industriales y tecnológicas.
Este
modelo social, está tan bien construido como que los analístas
contemplan que en el futuro, tras la robotización y mecanización de
muchos empleos, no habrá empleo suficiente para todos los habitantes
del primer mundo (qué decir cabe que ni de la Tierra), y que ha de
convertirse en una realidad, el estudiar y prevenir la situación,
buscando futuras previsiones económicas y sociales como planes de
pensiones y de desempleo estatales permanentes. Ojo al dato, que no
es tontería. Sólo que en éstas novelas, Nancy Kress
ha delegado el poder de las máquinas y las inteligencias artificiales en el poder de los humanos
genéticamente superiores, computadoras cerebrales perfectas,
analístas infalibles.
¿Qué
aportan a los auxiliares
esos parásitos vividores?
Votos. Igual que la ONG vive del mendigo, del enfermo, del
hambriento... Los burócratas mantienen su status quo gracias a los
civiles desempleados que les otorgan sus votos cuando consideran que
su situación es óptima.
La
figura del vividor
suena a utopía, la eterna jubilación desde el nacimiento, vivir
para vaguear, sólo vivir. Qué maravilla. El problema de éstos
vividores es que no se plantean nada, no tienen educación,
mayoritariamente analfabetos, asumen su rol felizmente, sin
ambiciones. El gobierno los separa en cantones, no crea grandes masas
de vividores,
los controla, los segmenta, los domina con falsa democracia
garantizándoles alimento procesado barato, maquinaria automatizada
barata, energía “Y” barata y renovable... El mayor ejemplo de la
democracia como “Pan y circo”. Llenan el buche y tienen
televisión, carreras de motos y los holo conciertos de Drew
Arlen, el soñador lúcido,
un Camden
político con una extraña habilidad artística, es un virtuoso de
los holo conciertos, induciendo a su público a estados de hipnósis
mediante operetas audiovisuales de color y fantasía alegórica.
El
estado es consciente de que mientras la población vividora
carezca del conocimiento, de la educación, serán población dócil,
dependiente. En su carencia de independencia reside la trampa.
Necesitan a los políticos auxiliares
genéticamente mejorados. Es un falso equilibrio entre durmientes
y mejorados. ¿que por qué los durmientes
no se mejoran genéticamente sometiéndose a los tratamientos? Por
dinero. Los vividores
no manejan moneda, su comercio se basa en el truque local y fichas de
cambio administradas por el gobierno para su uso en maquinaria de
ocio, televisión, y alimentos. Es un racionamiento comunista en toda
regla. El control estatal sobre la población es absoluto,
garantizando su bienestar. Ningún ciudadano ha de pasar hambre, pero
ninguno tiene poder de decisión más lejos de su insignificante voto
para elegir al senador de turno que gestionará su cantón los
próximos años. La meritocracia finalmente se cumple.
Estos
vividores
en verdad me recuerdan mucho a un reflejo, ficticio, de nuestra
actual sociedad, de nuestra “clase media obrera”. En al novela,
los vividores
tienen acceso a todo, a las redes, a la escuela, pero no se molestan
en mejorar porque ¿para qué? Tienen comida, ropa, techo, y todo el
tiempo libre del mundo. Pero claro, desconocer las leyes, las
matemáticas, la escritura...no exime de su práctica. Tienen todo al
alcance de su mano, pero se dejan hacer. A nosotros nos pasa un poco
lo mismo en nuestras áreas de confort, tenemos una herramienta
bestial, internet, pero a parte de para porno y Fortnite no parece
que muchos sepamos darle un uso mejor, cuando si quisiésemos (y ahí
está el quid) podríamos estar aprendiendo a diario, mejorando,
cultivándonos... Pero ¿creemos que eso mejoraría nuestras vidas en
manos de democracias corruptas? ¿El esfuerzo de aprender tendrá
recompensa? ¿a caso todos esos titulados universitarios cumplen sus
sueños? La sombra del fracaso sobre todos nosotros. El éxito está
reservado a unos pocos...insomnes.
La
novela transcurrirá (sin spoilers)
mucho más ágil que la anterior, menos densa, que menor componente
socio político, centrándose en un nuevo escenario en el que las
consecuencias de las decisiones tomadas en el anterior libro, se han
asentado, y ya es innecesario seguir explicándoselas al lector.
Encontraremos más acción, menos diatribas, y todo se ejecutará con
menos rodeos, pero no por eso, con menos intrigas. Lealtad,
filosofía, sociedad, humanismo, política siguen siendo los granos
en el culo a reventar mientras interpretamos ésta obra de ficción,
tan inspirada por la cruda realidad y los fallos de la sociedad
actual.
La
estirpe Camden
perderá
protagonismo, y nos
centraremos en un nuevo perfil de protagonistas, más
insignificantes, más humanos, menos magnánimos ni tan perfectos. Un
núcleo familiar de un pequeño cantón montañés del estado de
Nueva York llamado East Oleanta (como barre para casa la Nancy,
podría ser su propio pueblo con otro nombre), compuesto por Billy,
Annie y la jóven
y brillante Lizzy. Añadiremos
a una funcionaria, Diana,
una auxiliar con
leves mejoras genéticas.
En la
pequeña Lizzy, me
parece ver algo de auto protagonismo de la autora, no se por qué, me
da esa sensación, una niña rural inquieta, brillante, distinta al
resto de paisanos de la que nadie esperaba nada especial... En fin,
llamadme loco.
La
sociedad resultante de los cambios producidos en el mundo en mendigos
en España dieron como
resultado que un nuevo organismo del gobierno de EEUU, la ACNG,
se encargue del control y cumplimiento de un nuevo código
legislativo referente a la genética para no volver a pasar por los
acontecimientos sucedidos con la élite insomne
en el anterior libro. La intención, coordinar la reproducción
humana mutante, censarla, y sobre todo, tener el control sobre la
nueva y más poderosa tecnología, el fuego de Prometeo.
Y
justo ese es uno de los asuntos que descubre la segunda novela, el
debate sobre el control de la tecnología, las patentes, un reflejo
de la industria farmacéutica y sus intereses deshumanizados, porque
claro, si curamos una enfermedad, ya no hacen falta medicinas para
curarla, y entonces las farmacéuticas no tienen beneficios.
Del
mismo modo que en el primer libro, Kenzo Yagay
dinamitó la industria energética creando todo un seísmo económico
mundial, Nancy Kress
vuelve a la carga imaginando el posible fin de las enfermedades.
Cualquier ejemplo ficticio que destruye un lobby, nos muestra sus
imaginarias consecuencias, y la autora insiste en destruir sectores
de producción que hoy en día parecen intocables, poniendo sobre la
palestra diferentes resultados y consecuencias. Ella misma, en ésta
línea, asegura en entrevistas estar muy influenciada por las obras
de Bacigalupi, autor
de cifi que suele
emplear la escasez de recursos naturales de consumo como mecanismo
de sus tramas y mundos distópicos. Recurriendo en la idea clásica
de otras obras como la primera Mad Max,
omnipresente siempre en el blog, en la que el desencadenante del caos
fue la falta de combustibles fósiles.
¿Debe
estar al tecnología en manos de los miembros correctos de la
meritocaracia? ¿O es derecho del pueblo tener acceso a todos los
avances disponibles? Pensemos en un momento en internet, que nació
como herramienta militar, y hoy en día es nuestro opio. ¿No habéis
pensado nunca que con las bibliotecas, las enciclopedias, los
videoclubs, las tiendas de discos, los sexshops y los minoristas de
barrio nos hubiese sobrado internet? En fin, da para coloquio.
Se
forjará el descontento, entre clases, a modo de revolución
proletaria, a medida que el estado vaya dejando de cumplir las
necesidades de sus vividores.
Todo ello mientras el gobierno y la ACNG
tratan de controlar a los súper insomnes.
Diferentes bandos, diferentes propósitos, diferentes formas de
entender el futuro. Las revoluciones suelen, históricamente,
comenzar para mejorar sistemas, que una vez derrocados, instaurados
los nuevos, terminan siendo peores incluso que los anteriores. Pero
nada cambia sin un levantamiento. Y los levantamientos necesitan
descontento, necesitan incertidumbre, necesidad, diferencias de
clases... Y todo ese caldo de cultivo es el que deja Nancy
Kress en Mendigos y
opulentos tras Mendigos
en España. El fin justificará
los medios de cada bando.
A momentos, la lectura de cómo la sociedad se va paso a paso al
garete, me recuerda mucho a una obra que me encantó, Apocalípsis
Suave de McIntosh, en la que encontraremos similitudes con
la trilogía de los mendigos, frente a una sociedad capitalísta y
democrática norteamericana, que se desmorona, no aguanta y obliga a
sus ciudadanos a improvisar un nuevo orden al margen de la ley,
mientras grupos activistas y antisistemas emplean la bioquímica para
atentar con virus de laboratorio y agricultura invasora modificada
genéticamente.
Y así el mundo comienza a arder sin parar de girar, sin spoilers
en la review, hacia La cabalgata de los mendigos,
último tomo de la saga, editado en 1999, y que empezaré a leer
después de refrescarme con otras lecturas pendientes, y del que ya hablaremos. Tengo altas
expectativas en el título, ya que la saga crece con sentido, bien
construida, con cimientos rígidos, cambios de ritmo que entran
solos, mientras ls décadas pasan y pasan, y vemos como el mundo se
transforma, como los insomnes pseudo inmortales pierden a sus
durmientes queridos, como malditos, condenados a quedar solos
sobre la faz de una Tierra compulsa, traicionera, que no les
pertenece. Pero... ¿acaso pertenece la Tierra a alguien? ¿Qué son
los países, los estados, los gobiernos? ¿Qué es la libertad? ¿La
autogestión es sinónimo de libertad o necesitamos gobernantes para
gozar de una libertad con normas y leyes? Peor aún...¿es capaz el
ser humano de autogestionarse sin destruirse?. Estoy convencido de
que el cierre de la trilogía será apoteósico.