sábado, 27 de abril de 2019

LA SAGA DE LOS MENDIGOS (I & II) DE NANCY KRESS


NANCY KRESS


Bienvenidos de nuevo soñadores radioactivos, prometí recuperar el tiempo perdido de la última semana, y en ello estoy.

Regresamos con literatura, quizás el más profundo y gozoso de los artes de la ciencia ficción, entre todos los que absorbo. Recientemente descubrí un libro, que era el principio de una trilogía, de la que ya sólo me queda el último tomo, y me apetece mucho compartir con vosotros. El título era Mendigos en España, de Nancy Kress. Un título llamativo, por la parte patria que nos toca, que me sorprendió gratamente y se ha convertido en uno de los más novedosos (pese a tener su tiempo) en mi colección.

Nancy es estadounidense, del estado de Nueva York, Búffalo para ser exactos, el pequeño pueblo de East Aurora afinando el zoom del sátelite, y allí la vemos a ella en las viejas cintas de espionaje, una cría rural, sin secretos ni misterios, “plane jane” como dicen ellos.
Cual fue la sorpresa, cuando durante su primer embarazo, el aburrimiento de la baja prematerna que la alejó de las aulas infantiles donde ejercía su profesión docente, la llevó a un hobby muy diferente al típico encaje de bolillo de la zona (que no tiene nada de malo), y en vez de agarrar hilo y agujas, tomó tinta y papel. Acababa de nacer una brillante escritora.

No tenemos cosas raras que contar de ella, ni polémicas, a no ser que queramos ponernos más papistas que el Papa respecto a los mensajes políticos que esconden algunas de sus obras como las que hoy nos ocupan. Es una ama de casa de manual, de cliché, un tópico norteamericano de ascendencia italiana con patas. ¿Pero es que acaso tiene eso algo de malo o es incompatible con el talento? Pues eso, no hace falta la vida de Philip K. Dick para poder sorprender sobre la hoja en blanco. Sin duda, las energías que escapan de la letra, los restos del alma de quien las escribe, se pueden oler y saborear si ponemos el suficiente esmero, los libros son un pequeño fantasma portátil de sus autores, pero Nancy encarna la diferencia más técnica entre lo corriente y lo extravagante sin perder ni un ápice de valor.
En cierto modo, es un ejemplo para todos, ¿por qué no empezar un día a escribir si tu imaginación es un regalo que te ha dado la vida? Intentémoslo, adelante, nadie sabe por dónde va a saltar la liebre.
En el caso de Nancy, la liebre trajo premios Nébula y Hugo. Así que es muy inspiradora.





LA ERA DE LA GENÉTICA Y EL BIOPUNK


La trilogía de Los mendigos, de la cual hago hincapié me he leído a fecha de hoy los 2 primeros, faltándome el último, es una obra cifi que se enmarca en la distopía cercana, del futuro inmediato, en el que pese a que las redes, los sistemas informáticos, la robótica y la industria en general ha alcanzado nuevas cuotas técnicas; lo verdaderamente milagroso son los nuevos avances en ingeniería genética que la humanidad está logrando, y que será lo que realmente cambie para siempre la humanidad.
Es un enfoque interesante, ¿Biopunk tal vez? Yo no le veo el punk por ninguna parte a esta obra, aunque le suelta un chorrito en la segunda parte, pero no lo suficiente para acuñar semejante término yo creo. Aún con esas, hemos de reconocer que precisamente la bioquímica, es actualmente, un desconocido latente que siempre queda en el segundo plano de la ciencia mediática, pero que avanza a silenciosos pasos de gigante en nuestra actualidad.
¿Cuántas veces se ha conspirado o rumoreado a cerca de que sufrimos enfermedades de laboratorio? ¿O se especula de los problemas de salud derivados de los alimentos tratados genéticamente que consumimos? ¿Habéis oído hablar ya de los biohackers capaces de preparar pócimas de doctor trastornado en sus placas de petri con un kit básico de crispr en el garaje de sus padres? ¿Conocéis al difunto Traywick? ¿No? Aprovechad la web para poneros al día (huy, esto parece un spoiler de uno de los temas que voy a tratar a raíz de la lectura, que declaración de intenciones más bien traída involuntariamente).
Pues efectivamente, las últimas décadas la humanidad se vanagloria de los avances informáticos y tecnológicos, pero la era de la bioquímica está a punto de llegar según los analistas de tendencias. Y de eso va Mendigos en España.

En ese futuro casi inmediato imaginado por Nancy Kress, la medicina traerá al mundo la fórmula del súper hombre de Nietzsche, el siguiente paso evolutivo, inducido, el nuevo hombre 2.0 que no ha necesitado, a diferencia del cyberpunk, injertos, chips, ni cables, no. Sus células y su ADN le proveen de las mejoras necesarias para ocupar la cumbre de la pirámide darwiniana.
Comenzamos la trama entonces con el nacimiento de dos mellizas, en el seno de una familia acaudalada, que han decidido someterse a los nuevos tratamientos de fertilidad en fase beta, que prometen la salud, la inmunidad biológica a infinitos agentes dañinos como virus y bacterias, y progenie a la carta. ¿lo quiere usted rubio, morena, alta, gordo, rápido, fuerte? Juguemos a ser dioses y modelar a nuestros hijos e hijas con el barro del edén.
Leysha y Alice Camden, la primera bendecida por la ingeniería genética, la segunda no. Leysha no sólo goza de unos delicados perfiles preseleccionados en su genoma antes de su nacimiento, si no que será la primera de una nueva raza, los insomnes, nuevos humanos (o no) que a parte de todas sus mejoras físicas e intelectuales, no necesitan dormir, se ha suprimido de su fisiología la obligación del sueño, regenerando sustancias, células, y llevando a cabo los procesos que el sueño produce en el homínido standard, mientras siguen despiertos. Parece una tontería a priori, pero si no tuviésemos que dormir, dispondríamos del doble de tiempo aprovechable de nuestra vida, ¡El doble!. 
Eso se traduce, en un aprendizaje mucho más rápido, que como resultado da niños que maduran, o son más cultos, mucho antes de la adolescencia (etapa media de la vida en la que el individuo parece ser consciente de los conocimientos adquiridos a parte de rave interna de hormonas y nuevo abanico de comportamientos). Si a ésto sumamos unos inesperados efectos secundarios relacionados con la longevidad de los individuos y un infinitamente más lento deterioro celular, tenemos nuevos humanos más listos, con mayor capacidad de adaptación, y casi inmortales.
Y desde ese mismo momento florece la primera gran pregunta que plantea la novela, ¿Siguen siendo humanos, o son otra nueva especie?.



La humanidad corriente, la que representase la mayoría demográfica, automáticamente dejan de ser humanos. El humano ya no existe, el término queda obsoleto, el humano ha jugado a ser dios, y ha creado nuevos dioses y nuevos siervos, el hombre león y el hombre camello, he de ahí el paralelísmo con Nietzsche y sus ideas para destrozar cualquier sentimiento religioso y hacer añicos las barreras de la humanidad concebida. Desde entonces los individuos serían divididos en Insomnes y Durmientes. Los mejorados, y los... ¿normales? Como fuese al adjetivo “normal” pasaría de representar la mediocridad reinante, a considerarse peyorativo.

Parece un chollo, convertirnos en individuos superiores, casi inmortales, que no duermen... Pero cargan unas cadenas de miedo, incomprensión y rechazo. Se me antoja comparar a los insomnes con vampiros, dotados de un don que a la vez es un handycap.

RACISMO, EL HOMBRE CONTRA EL HOMBRE


¿Cuál sería el primero de los problemas que generaría semejante nueva convivencia homínida? Lo estáis pensando igual que yo, lo se. Racismo. 
Un nuevo racismo y una nueva segregación que se olvida del color y la religión, conceptos por otro lado totalmente obsoletos en semejante nueva sociedad, nimiedades. Las tiranteces se producirán entre humanos mejorados genéticamente, y humanos naturales. Nuevos odios que son los mismos odios que la humanidad se lleva profesando siglos. La evidencia es que los humanos somos tan miserables, que sólo necesitamos una excusa para odiarnos. ¿es tal vez el odio un sentimiento tan necesario como el amor? ¿No sabemos los humanos vivir sin odiar? Esta majadería que postulo tan alegremente, dentro del campo ético y filosófico, en verdad podemos notarla haciendo un exámen amateur de los motivos por los que el hombre es racista. Asociamos racismo al odio, o rechazo, de unas etnias hacia otras, llegando a aceptar la deshumanización de la etnia denostada por otra, siendo en ocasiones considerados inferiores, menos que animales o esclavos para producción y tareas menores.
¿Es el racismo una excusa barata para el ejercicio de la soberanía por la fuerza y no otra cosa? ¿Realmente el miedo a lo diferente moviliza los sentimientos necesarios para que el racismo sea una realidad, o son otras teclas internas las que nos hacen usarlo como una excusa para sentirnos superiores a otros individuos?
Bajo mi humilde, e invalido como cualquier otro, punto de vista, el racismo es generacional, un resorte social para camuflar carencias y convertirse en motor de cambios violentos. Los enfrentamientos étnicos, pasan a ser religiosos (cuando la religión siempre va unida a la política, el control de masas y el poder), y de ahí da el salto del racismo económico (es decir, ya me da igual de que religión, sexo o color seas, por lo que voy a denostarte y dominarte es por la diferencia social y económica que hay entre tú y yo) que considero que es el actual en el mundo occidental desarrollado (que es mucho menor que el occidental subdesarrollado o en vías de desarrollo aunque nos hayan vendido al moto del bienestar del mileurismo). En la distopía de Nancy, el racismo es genético.



¿Os acordáis de Alien Nation o de Distrito 9? mendigos en españa no aporta nada especialmente nuevo a éste debate del racismo disfrazado de ciencia ficción, pero continúa excarvando en ello como lo han hecho otras obras anteriores y posteriores. Es un asunto tan humano, que pese a considerarnos una especie “evolucionada”, no lo hemos solventado ni erradicado de nuestra civilización. Patético. Pero intrínsecamente unido justo a eso, al concepto conocido e histórico de civilización.

Durante la novela veremos el crecimiento de la bebita Leysha Camden, hasta su madurez, topándose con todos estos problemas que deberá afrontar por haber nacido diferente, mejor, superior, sin haberlo pedido. La tesitura del distinto, el sino del nuevo. La relación con su hermana, durmiente, su toma de consciencia al respecto de su situación, su brillante precocidad, el momento adolescente en el que se junta con más iguales a ellas, más jóvenes insomnes, en esa etapa de la vida de la edad del pavo en la que el amor, los sueños, los miedos y los ideales comienzan a formarnos como los adultos que seremos.
La novela entonces gira en torno al protagonísmo absoluto de Leysha y su vida como insomne, sirviendo de motor para la presentación del impacto generado por la nueva especie homínida en EEUU como epicentro, y el planeta en general, creando una nueva sociedad futura.
La estirpe de los Camden será el nuevo árbol genealógico de protagonistas y personajes principales en el distópico futuro de las modificaciones genéticas, a modo de culebrón cifi.

Volviendo al quid del racismo y el odio entre especies, siendo los durmientes mayoría, tratarán de controlar a los insomnes mediante la ley desde los organísmos políticos, llegando a la opresión, que sumado con el escrache popular, terminará por convertir a la minoría oprimida en revolucionarios inconformes. La víctima, se tornará verdugo, el siervo se convertirá en amo. 
No hay mejor forma de crear una gran obra de ciencia ficción que repitiendo la historia de la humanidad con pinceladas de un futuro imaginable. Y contínuamente, la autora, nos va dejando pinceladas de la historia de los EEUU a través de las vivencias y lecturas de Leysha relativas a Lincoln (presidente que decidió abolir la esclavitud en EEUU), la guerra de independencia, el movimiento afroamericano del SXX, etc... Queda claro que el ser humano es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra.

Así la novela transcurrirá a modo “biográfico” a través de la larga vida de Leysha. Una protagonista femenina, feminista, inteligente ya no solo por sus mejoras genéticas, si no con un enorme trasfondo emocional capítulo tras capitulo. Una súper hominida tan humana, que cualquier lector seremos capaces de empatizar con ella en ese egocéntrico sentimiento del “qué solo me siento” cuando por ejemplo, en mi caso, que trabajo atendiendo al usuario, y tengo trato directo con cientos de personas diferentes de no sólo toda España, si no de casi todo el planeta, a diario, saco la triste conclusión de que la mitad de esas personas que he atendido, no necesitaban mi atención, no tenían motivo para tratarme como una mierda, y qué narices, que son una pandilla de psicópatas, maleducados, unos zotes y una panda de esquizofrénicos. ¿lo peor? Me estoy cruzando a diario con ellos, ya no solo laboralmente, están ahí, a mi lado comprando el pan, en el mismo tren, y votan y toman decisiones!!! ¿me estoy arriesgando mucho con éstas confesiones inpopulares? ¿me afecta tanto mi empleo como para llegar a pensar como Thanos de Marvel? ¿Soy un villano sin capacidad e empatía? ¿Me estoy comportando como un insomne nazi crecidito? 
Sea como fuese, sentirte “diferente” y "sólo" por lo que sea, como Leysha, es a lo que cualquier lector va a llegar leyendo mendigos en España, sin ninguna duda. Pero ojo, que Leysha es de los insomnes “buenos”, es una humanista, y es ahí cuando debemos aplicarnos el mismo cuento, nos bajamos de la palmera del odio y la sobervia, del egocentrismo, y asimilamos que no todos somos iguales, que todos tenemos defectos, que todos erramos, y que todos merecemos tener la oportunidad de mejorar. Ains mis pobres clientes, mañana me toca volver a sonreírles, y confiar, en que el margen de los que me devuelven la sonrisa, o me dan las gracias, sea superior al de ayer, con paciencia y poco a poco. Ellos también tienen derecho a pensar que el gilipollas soy yo, también se sentirán “solos” a veces, aunque no tengamos nada que ver. No somos únicos, no somos especiales, somos humanos, en la humanidad, a ver si nos entendemos y nos lo grabamos en la frente para hacer piña y tirar para adelante en vez de ponernos zancadillas. La economía, el desarrollo, la ecología, son globales.



Por último, añadir como anécdota el hecho de verse incluido nuestro país en éste título de ciencia ficción, que no es ni la primera ni la última vez, y parece que toda la cifi sucede siempre en EEUU, o en Japón, pero España parece llamar mucho al atención de muchos escritores, y por ejemplo, WilliamGibson añadía el parque Well de Barcelona como un escenario recurrente en Conde Cero, Morgan incluye Madrid y el valle de los caídos en su novela carbono modificado (que ganas tengo de marcarme una entrada de la serie VS el libro), o el maestro Masamune Shirow ubicaba la ciudad de Olympo de su obra Appleseed en las Islas Canarias. Al final resulta, que ser el culo de Europa es un reclamo fantástico de esperanza y podredumbre a partes iguales para los creadores de distopías más agudos.

DARWINISMO SOCIO POLITICO Y ECONOMICO


A ver como salgo ahora de éste jardín. Volviendo al libro y dejándome de apuntes al margen, sí.
Pues otra de las principales características de la novela, es el enfoque social y económico que Nancy Kress hace de como la sociedad se ve obligada a cambiar . A medida que la saga de los Camden avanza en la línea del tiempo, y por ende, el mundo se puebla con más insomnes, se creará la comunidad insomne, que siendo objetivamente superiores, efectivamente, están destinados a copar el top ten de la Forbes, ocupar sillones en clubes iluminati y bildelberguianos, y llevar a cabo un nuevo orden mundial para darle la vuelta a la tortilla. 
Llegados a éste punto se desvela el misterio del título, Mendigos en España. ¿Por qué en España si la novela transcurre en EEUU? El fracaso del capitalismo tradicional, relegado tras la aparición de nuevas energías renovables y baratas, el control insomne de los principales y apolillados lobbys, terminará por llevar a los durmientes a una quiebra general, en la que en la distopía planteada, España (no se si al azar o algo movió a nancy a elegirnos en el siguiente y aterrador caso) sería la nación con mayor índice de mendigos, nuevo apelativo descalificativo que los insomnes dan a los durmientes, ya que su nuevo modelo económico y social se basa en que en cualquier tipo de intercambio, económico, social, humano, o el que fuese, ambas partes del trueque deben obtener algo. Cuando no se obtiene nada de una de las dos partes, el negocio es estéril y hay que eliminar a la parte improductiva de la ecuación. Suena a llevar la práctica capitalista a la máxima ponencia. Salvaje. Directamente, los insomnes en mayoría, asumirán que si no pueden sacar nada beneficioso de unos seres inferiores como los durmientes, han de ser excluido de su nuevo proyecto de sociedad perfecta, estudiada y milimetrada política como económicamente, sin fallos, sin errores. La mayoría durmiente se convierten en parásitos de los que no se obtiene nada, parásitos que querrán sobrevivir a costa de la especie productiva. Algo así como un “nazismo” económico basado en el dinero y la productividad. Una especie que pierde horas al día durmiendo, ya no es productivo, no es competencia, es prescindible o incluso...eliminable. Rompe la ecuación en pos de un mundo “ario”, un nuevo Reich intelectual y despiadado.

Pero la novela abre el melón con una oposición encarnada por los Camden y sus pocos aliados, que plantea que incluso aquellos que no producen son necesarios para un intercambio no entre dos partes, si no uno múltiple, global. Entonces la novela me hizo darme cuenta de ello en mi propia sociedad. El parásito, que se pega al huésped para alimentarse de él sin aportarle nada, en realidad, será el alimento de otro tercero, que a su vez, será necesario en la cadena universal del equilibrio natural. Ejemplo: La pulga o chupóctero en el lomo del rinoceronte, no aporta nada al rinoceronte, pero en ese lomo, está a la vista del ave, que se alimentará de ella. El ave, entonces, se incorpora al intercambio, y libera al rinoceronte de la pulga, sin obtener aparentemente nada del rinoceronte. Pero si seguimos estirando ese chicle infinito, el rinoceronte, defeca, abonando la tierra, que florecerá y dará frutos, de los que se aprovecharán otros seres vivos, etc, etc, etc.
Aplicado a la sociedad, ¿qué aporta un mendigo en España? Sin el mendigo, no hay gente viviendo gracias a un empleo en Cáritas, o una ONG, la iglesia perdería terreno al perder labores, etc... Entonces, el mendigo es el modo de vida de muchos terceros, por cada mendigo, viven otro número de personas. Suena mal, que de la miseria de unos, vivamos otros, pero pensad en ese ciclo, e id estirándolo en vuestra imaginación todo lo que podáis, como la famosa teoría de los 6 puntos. La sociedad no es bilateral, es múltiple. Pero el ofendido grupo de insomnes, perseguidos, oprimidos, controlados por los durmientes durante décadas, han esperado su momento para eliminar de la ecuación a los que fueron sus amos. El rencor, el ojo por ojo, el odio solo crea más odio.
¿Moraleja? Somos una sociedad global que sólo mejorará si lo entendemos como tal, no como países, naciones, grupos minoritarios, si no un todo, la humanidad.



Hablado todo esto, es inevitable sacar a relucir que Nancy Kress añade a todo ese entorno socio cultural y político nuevos pensamientos y movimientos económicos como el Yagaísmo (promovido por el personaje secundario kenzo Yagay, inventor de la energía Y, barata, y renovable, motor de la nueva tercera revolución industrial) basado principalmente en la meritocracia, empuje del pensamiento insomne. Como hemos visto en otras novelas cifi, se proponen diferentes métodos de gobierno en diferentes distopías, utopías y space operas, no hay más que recordar Tropas del espacio y su punto de vista militarizado de la sociedad perfecta o no. En mendigos en España, la nueva élite mundial genéticamente mejorada abogará por la meritocaracia. Y de esa idea, vendrá la segunda parte del libro, Mendigos y opulentos.
Nancy podría ser punto de mira de ataques personales en éste aspecto, si creemos verla el plumero de norteamericana modelo, cosa que a mi no me parece nada fácil, ya que es plural y huidiza, nada cuadriculada. Parece poner en evidencia modelos capitalistas clásicos tanto como comunistas, sus principales personajes son femeninos, pero su principal villana, Jennifer Shariffi es una musulmana paranoica y megalómana con aires genocidas. Continuamente nos da una de cal y una de arena, al contrario que por ejemplo Heinlein de quien hablábamos hace poco, y convertía su novela insignia en un lienzo de ideales políticos militares.Así que no termino de tener claro si Nancy quiere o no dejar alguna gota personal de tendencias, o todo lo contrario, y baila del negro al blanco por diferentes grises inteligentes, sensatos e inconformistas.

¿Cuántas veces hemos pensado, ahora que se acercan las elecciones generales en una actual y muy real España de “mendigos” (paro, inconformismo, auge de radicalísmos...), que de los políticos que tenemos para elegir, ninguno nos representa? ¿Cuantas veces hemos oido que votamos la opción menos mala de todas, porque no hay ninguna buena? Entonces...¿existe el gobierno perfecto? ¿Nos someteríamos voluntariamente a ser gobernados por personas más capacitadas, inteligentes y empáticas objetiva y cientificamente demostrable? ¿o ni con esas? ¿Somos el pueblo el verdadero gobernante o dejar las decisiones en manos de un pueblo no preparado es avocar la sociedad a la guerra, el fracaso y la violencia? ¿Qué es la libertad en realidad? Pues con todos esos enigmas cierra mendigos en España para retomar la historia en mendigos y opulentos.

LAS CONSECUENCIAS EN MENDIGOS Y OPULENTOS


Terminado Mendigos en España, sin spoilers, que sólo abarco las consecuencias a debate de su lectura, seguiremos con la estirpe de los Camden, y los nuevos personajes que conocimos en el anterior libro, como nuevas incorporaciones, que en éste segundo tomo, ganan protagonísmo, pero no dejan de ser herramientas narrativas (de momento), que son Drew Arlen (un huérfano durmiente adoptado por Leysha, que se convertirá en una especie de holo concertista famoso conocido como El soñador lúcido) y Miranda Shariffi (líder súper imnsomne, nieta de la estirpe Shariffi, némesis de los Camden, insomnes rencorosos y megalómanos pertenecientes a la élite).

Debo hacer el diminuto spoiler necesario, de que como comentaba antes, los insomnes se convirtieron en élite social en el intento de un nuevo orden mundial, pero los durmientes que siempre hemos sido muy indómitos, nos revolveremos como oruga en sal, obligando al grupo de insomnes anti “mendigos” (durmientes) a recluirse en una estación orbital (una vez más el “arriba y abajo” de la ciencia ficción, tan repetido como en Alita, o El chicoartificial, en el que las élites siempre se separan de los mediocres por encima, en órbita o en os cielos).
Y que todos los cambios sociales, económicos y políticos de los que seremos testigos en mendigos en España, moldearán la sociedad norteamericana hasta el extremo de crear un nuevo orden “democrático” en el que tenemos en lo más bajo a los vividores, nuevo término para los durmientes improductivos, los “mendigos”, civiles sin cualificación ni empleo que consideran la base del sistema electoral, mantenidos del estado segmentados en poblaciones similares a cantones, en una nueva fórmula democrática socialista parecida a una neo pantomima comunista; por otro lado están los técnicos y los auxiliares, humanos parcialmente mejorados, funcionarios estatales, cualificados para desarrollar tareas gubernamentales y productivas; Y por último, los súper insomnes, una nueva vuelta de tuerca a la ingeniería genética practicada a los anteriores insomnes, que derrocan a la élite previa, y ocupan un lugar cuasi divino en las cuestiones geopolíticas e industriales y tecnológicas.



Este modelo social, está tan bien construido como que los analístas contemplan que en el futuro, tras la robotización y mecanización de muchos empleos, no habrá empleo suficiente para todos los habitantes del primer mundo (qué decir cabe que ni de la Tierra), y que ha de convertirse en una realidad, el estudiar y prevenir la situación, buscando futuras previsiones económicas y sociales como planes de pensiones y de desempleo estatales permanentes. Ojo al dato, que no es tontería. Sólo que en éstas novelas, Nancy Kress ha delegado el poder de las máquinas y las inteligencias artificiales en el poder de los humanos genéticamente superiores, computadoras cerebrales perfectas, analístas infalibles.

¿Qué aportan a los auxiliares esos parásitos vividores? Votos. Igual que la ONG vive del mendigo, del enfermo, del hambriento... Los burócratas mantienen su status quo gracias a los civiles desempleados que les otorgan sus votos cuando consideran que su situación es óptima.

La figura del vividor suena a utopía, la eterna jubilación desde el nacimiento, vivir para vaguear, sólo vivir. Qué maravilla. El problema de éstos vividores es que no se plantean nada, no tienen educación, mayoritariamente analfabetos, asumen su rol felizmente, sin ambiciones. El gobierno los separa en cantones, no crea grandes masas de vividores, los controla, los segmenta, los domina con falsa democracia garantizándoles alimento procesado barato, maquinaria automatizada barata, energía “Y” barata y renovable... El mayor ejemplo de la democracia como “Pan y circo”. Llenan el buche y tienen televisión, carreras de motos y los holo conciertos de Drew Arlen, el soñador lúcido, un Camden político con una extraña habilidad artística, es un virtuoso de los holo conciertos, induciendo a su público a estados de hipnósis mediante operetas audiovisuales de color y fantasía alegórica.
El estado es consciente de que mientras la población vividora carezca del conocimiento, de la educación, serán población dócil, dependiente. En su carencia de independencia reside la trampa. Necesitan a los políticos auxiliares genéticamente mejorados. Es un falso equilibrio entre durmientes y mejorados. ¿que por qué los durmientes no se mejoran genéticamente sometiéndose a los tratamientos? Por dinero. Los vividores no manejan moneda, su comercio se basa en el truque local y fichas de cambio administradas por el gobierno para su uso en maquinaria de ocio, televisión, y alimentos. Es un racionamiento comunista en toda regla. El control estatal sobre la población es absoluto, garantizando su bienestar. Ningún ciudadano ha de pasar hambre, pero ninguno tiene poder de decisión más lejos de su insignificante voto para elegir al senador de turno que gestionará su cantón los próximos años. La meritocracia finalmente se cumple.

Estos vividores en verdad me recuerdan mucho a un reflejo, ficticio, de nuestra actual sociedad, de nuestra “clase media obrera”. En al novela, los vividores tienen acceso a todo, a las redes, a la escuela, pero no se molestan en mejorar porque ¿para qué? Tienen comida, ropa, techo, y todo el tiempo libre del mundo. Pero claro, desconocer las leyes, las matemáticas, la escritura...no exime de su práctica. Tienen todo al alcance de su mano, pero se dejan hacer. A nosotros nos pasa un poco lo mismo en nuestras áreas de confort, tenemos una herramienta bestial, internet, pero a parte de para porno y Fortnite no parece que muchos sepamos darle un uso mejor, cuando si quisiésemos (y ahí está el quid) podríamos estar aprendiendo a diario, mejorando, cultivándonos... Pero ¿creemos que eso mejoraría nuestras vidas en manos de democracias corruptas? ¿El esfuerzo de aprender tendrá recompensa? ¿a caso todos esos titulados universitarios cumplen sus sueños? La sombra del fracaso sobre todos nosotros. El éxito está reservado a unos pocos...insomnes.



La novela transcurrirá (sin spoilers) mucho más ágil que la anterior, menos densa, que menor componente socio político, centrándose en un nuevo escenario en el que las consecuencias de las decisiones tomadas en el anterior libro, se han asentado, y ya es innecesario seguir explicándoselas al lector. Encontraremos más acción, menos diatribas, y todo se ejecutará con menos rodeos, pero no por eso, con menos intrigas. Lealtad, filosofía, sociedad, humanismo, política siguen siendo los granos en el culo a reventar mientras interpretamos ésta obra de ficción, tan inspirada por la cruda realidad y los fallos de la sociedad actual.

La estirpe Camden perderá protagonismo, y nos centraremos en un nuevo perfil de protagonistas, más insignificantes, más humanos, menos magnánimos ni tan perfectos. Un núcleo familiar de un pequeño cantón montañés del estado de Nueva York llamado East Oleanta (como barre para casa la Nancy, podría ser su propio pueblo con otro nombre), compuesto por Billy, Annie y la jóven y brillante Lizzy. Añadiremos a una funcionaria, Diana, una auxiliar con leves mejoras genéticas.
En la pequeña Lizzy, me parece ver algo de auto protagonismo de la autora, no se por qué, me da esa sensación, una niña rural inquieta, brillante, distinta al resto de paisanos de la que nadie esperaba nada especial... En fin, llamadme loco.

La sociedad resultante de los cambios producidos en el mundo en mendigos en España dieron como resultado que un nuevo organismo del gobierno de EEUU, la ACNG, se encargue del control y cumplimiento de un nuevo código legislativo referente a la genética para no volver a pasar por los acontecimientos sucedidos con la élite insomne en el anterior libro. La intención, coordinar la reproducción humana mutante, censarla, y sobre todo, tener el control sobre la nueva y más poderosa tecnología, el fuego de Prometeo.
Y justo ese es uno de los asuntos que descubre la segunda novela, el debate sobre el control de la tecnología, las patentes, un reflejo de la industria farmacéutica y sus intereses deshumanizados, porque claro, si curamos una enfermedad, ya no hacen falta medicinas para curarla, y entonces las farmacéuticas no tienen beneficios.
Del mismo modo que en el primer libro, Kenzo Yagay dinamitó la industria energética creando todo un seísmo económico mundial, Nancy Kress vuelve a la carga imaginando el posible fin de las enfermedades. Cualquier ejemplo ficticio que destruye un lobby, nos muestra sus imaginarias consecuencias, y la autora insiste en destruir sectores de producción que hoy en día parecen intocables, poniendo sobre la palestra diferentes resultados y consecuencias. Ella misma, en ésta línea, asegura en entrevistas estar muy influenciada por las obras de Bacigalupi, autor de cifi que suele emplear la escasez de recursos naturales de consumo como mecanismo de sus tramas y mundos distópicos. Recurriendo en la idea clásica de otras obras como la primera Mad Max, omnipresente siempre en el blog, en la que el desencadenante del caos fue la falta de combustibles fósiles.
¿Debe estar al tecnología en manos de los miembros correctos de la meritocaracia? ¿O es derecho del pueblo tener acceso a todos los avances disponibles? Pensemos en un momento en internet, que nació como herramienta militar, y hoy en día es nuestro opio. ¿No habéis pensado nunca que con las bibliotecas, las enciclopedias, los videoclubs, las tiendas de discos, los sexshops y los minoristas de barrio nos hubiese sobrado internet? En fin, da para coloquio.

Se forjará el descontento, entre clases, a modo de revolución proletaria, a medida que el estado vaya dejando de cumplir las necesidades de sus vividores. Todo ello mientras el gobierno y la ACNG tratan de controlar a los súper insomnes. Diferentes bandos, diferentes propósitos, diferentes formas de entender el futuro. Las revoluciones suelen, históricamente, comenzar para mejorar sistemas, que una vez derrocados, instaurados los nuevos, terminan siendo peores incluso que los anteriores. Pero nada cambia sin un levantamiento. Y los levantamientos necesitan descontento, necesitan incertidumbre, necesidad, diferencias de clases... Y todo ese caldo de cultivo es el que deja Nancy Kress en Mendigos y opulentos tras Mendigos en España. El fin justificará los medios de cada bando.

A momentos, la lectura de cómo la sociedad se va paso a paso al garete, me recuerda mucho a una obra que me encantó, Apocalípsis Suave de McIntosh, en la que encontraremos similitudes con la trilogía de los mendigos, frente a una sociedad capitalísta y democrática norteamericana, que se desmorona, no aguanta y obliga a sus ciudadanos a improvisar un nuevo orden al margen de la ley, mientras grupos activistas y antisistemas emplean la bioquímica para atentar con virus de laboratorio y agricultura invasora modificada genéticamente.

Y así el mundo comienza a arder sin parar de girar, sin spoilers en la review, hacia La cabalgata de los mendigos, último tomo de la saga, editado en 1999, y que empezaré a leer después de refrescarme con otras lecturas pendientes, y del que ya hablaremos. Tengo altas expectativas en el título, ya que la saga crece con sentido, bien construida, con cimientos rígidos, cambios de ritmo que entran solos, mientras ls décadas pasan y pasan, y vemos como el mundo se transforma, como los insomnes pseudo inmortales pierden a sus durmientes queridos, como malditos, condenados a quedar solos sobre la faz de una Tierra compulsa, traicionera, que no les pertenece. Pero... ¿acaso pertenece la Tierra a alguien? ¿Qué son los países, los estados, los gobiernos? ¿Qué es la libertad? ¿La autogestión es sinónimo de libertad o necesitamos gobernantes para gozar de una libertad con normas y leyes? Peor aún...¿es capaz el ser humano de autogestionarse sin destruirse?. Estoy convencido de que el cierre de la trilogía será apoteósico.



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