domingo, 17 de marzo de 2019

DEX, CYBERPUNK RETRO EN LA NUEVA GENERACION


DEX

Hola de nuevo, hoy, dado que cuando ésto se publique, estaré hibernando en la cápsula de algún carguero civil, me he permitido el lujo de dejar la entrada programada con una review 2.0. de una opinión original que dejé en la web amiga Retrowave.es, donde de vez en cuando, publican una review de un videojuego muy cromado, cyberpunk, o con esas nostálgicas características del neón retrofuturísta y el synth wave.
Realmente, entre las bacterias venusianas y los viajes transorbitales, me ha pillado un poco el toro salusiano, pero ya ando preparando un buen mazacote de información CIFI para la próxima entrada.

El juego se trata de Dex, de hace unos 3 años, que pese a todo opino que es capaz de cumplir con las expectativas de cualquier choomer, o cyberpunker, sin convertirse en obra maestra, pero presagiando un camino de posibles éxitos a su desarrolladora, Dreadlocks LTD.
El estudio en cuestión, en funcionamiento desde 2011, se asienta en Praga, y Dex es su título más elaborado hasta la fecha, aunque la crítica especializada, si bien no ha sido cruel con el juego en ningún caso, tampoco ha sido especialmente generosa. Como muestra del esfuerzo llevado a cabo por la compañía indie en éste título, destacar que el proyecto comenzó como un mecenazgo online en 2012 que duplicó la meta necesaria de ingresos, alcanzando unas 30 mil libras, y que tras ser publicado en el mercado digital, logró distribución física para Play Station 4 gracias a pqUBE Y BadLand Games, en una edición que añadía a parte del disco del juego, un disco con la banda sonora a cargo de Karel Antonín, que deseando que fuese una buena colección de tracks a sintetizador y cantidad de vibes retro, no deja de ser un e.p. De temas ambientales poco llamativos.



Dex es un juego homónimo, ya que el título corresponde al nombre de nuestra protagonista, una hacker del siempre futuro cercano en la ficticia mega urbe de Harbour Prime, porque sí, exactamente, Dex es una buena (muy buena) y ácida aventura Cyberpunk. Como en otras aventuras del género que hemos visto a lo largo de la historia de los videojuegos, se nutre de los más típicos clichés del género popularizado por Gibson. La protagonista se convierte en heroína sin quererlo, empujada por las circustancias y los intereses (no siempre altruistas) de terceros. Arrojada a una trama enrevesada de motivos y pistas falsas en torno al por qué de la situación, sobreviviendo en una jungla urbana de neón y luces led. Y como no, la bravucona protagonista por casualidad, acabará convirtiéndose en una adalid de más altos valores en una techno epopeya de dimensiones mundiales. Durante el transcurso de la aventura conoceremos un numeroso grupo de PNC’s que nos darán misiones al interactuar con ellos, y que nos recompensarán si cumplimos con nuestras promesas, como por ejemplo Raycast.



EL PASTICHE QUE NUNCA FALLA

Dex es un título que ya he mencionado otras veces ene l blog, por compartir esa colección de clichés cyberpunk ya vistos en otros títulos como Flashback o Remember Me, de los cuales, ambos ya he hablado, así que venía muy a cuento esta revisión 2.0.
Dex, también llamada “Blue” y “Pajarito” por algunos PNC's del juego, es una heroína no estereotipada, independiente, con habilidades de macarra y de cowboy del ciberespacio a partes iguales. Enigmática e indomable.
Comparte con Remember Me precisamente las características modernas de su heroína, y sus dones tecnológicos innatos, como la parte del desarrollo en la que avanza a palos de ciego por la ciudad, metiéndose en líos, guiada por un ente online anónimo, no identificado, que podría tratarse de un pirata informático como de una IA.
Y de Flashback, ha heredado el desarrollo plataformas en pantallas contiguas que componen el mapa de cada zona tanto en horizontal como en vertical, con unos gráficos retro que hacen las delicias de los más viejunos y firma la impronta personal pro la que más va a diferenciarse el juego de otros competidores del mercado.

Dex es un soplo de aire fresco en su planteamiento, ya que aunque oficialmente se ha presentado como un Action RPG (y efectivamente cumple con las clásicas mecánicas de un RPG respecto a la personalización de roles, la administración de habilidades, la ganancia de experiencia, y la libertad de acción), mi amigo Starkvind de El Naufragio, me lo definió como un “Metroid-Vania”, 2D como decíamos antes, suponiendo en ocasiones un reto el salto de una azotea a otra, aparte de la evasión de enemigos o su propio enfrentamiento. 
Y ese es su encanto principal, un cocktail de elementos retro a los que los gráficos ponen la guinda del pastel, unos detallados escenarios texturizados a gotelé de pixel, que nos van a hacer sentirnos de nuevo un par de décadas atrás en el tiempo, pero jugando un juego de corte futurista y recursos técnicos muy actuales.



El barrio chino, las alcantarillas, el interior de las naves industriales y los apartamentos del distrito centro… El sprawl de Harbour Prime está cuidado hasta el más mínimo detalle para convertirse en una experiencia inmersiva absoluta, colorista y nostálgica. 
Sus PNC's y los items consumibles como fármacos, kebab, o drogas sintéticas, ayudan a bordar el lore del juego.
Como en cualquier buena historia cyberpunk que se precie, no sólo se va a ganar la medalla del género con rascacielos fosforitos y algún miembro biónico aquí y allá, la historia necesita software para bordarlo, y da la casualidad de que en Dex, la red, las I.A. , los hackeos y los virus informáticos son casi tan importantes como los mamporros, los disparos y los saltos. El sistema de juego de los ataques a bases de datos es tan adictivo como original, imitando mecánicas de shoot’m’up clásicas de arcades retro mata marcianos, que al principio resultan algo apabullantes ante la lluvia de “enemigos” (bots y viruses) que nos rodea, pero como en todo buen mini juego de navecitas, tendremos la oportunidad de ir mejorando nuestro poder de fuego si decidimos gastar puntos de experiencia en la habilidad de pirateo. Esto le añade aún mucho más sabor retro al juego, de verdad que parece que estemos de nuevo en los 90 disfrutando de ello.



Por ponerle pegas, el juego es corto, o a mi me lo pareció, pese a que suma una aceptable cantidad de quests secundarias para grindear PX y mejorar nuestras habilidades antes de continuar la llamada del destino; Pese a que al principio cada matón y yonky resultan un reto, una vez cogida la mecánica de combates cuerpo a cuerpo, los combates se reducen a las mismas secuencias de golpes en la mayoría de encuentros contra enemigos standard; El arsenal y los outfit de Dex son muy limitados y se echan de menos más “ítems premio” tras las quests y los desafíos superados; Pero es justo recordar que el precio de venta del juego es muy asequible, por lo que con sus virtudes y sus defectos, la relación calidad – precio es más que aceptable.

La gente de Dreadlock han conseguido crear un juego indie muy recomendable para todos los fans de la distopía, con una historia repleta de tópicos típicos que nunca dejan de funcionar, claramente inspirada por los clásicos. Buen trabajo equipo.

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