DEX
Hola de nuevo, hoy, dado que cuando
ésto se publique, estaré hibernando en la cápsula de algún
carguero civil, me he permitido el lujo de dejar la entrada
programada con una review 2.0. de una opinión original que dejé en
la web amiga Retrowave.es, donde de vez en cuando, publican
una review de un videojuego muy cromado, cyberpunk, o con esas
nostálgicas características del neón retrofuturísta y el synth
wave.
Realmente, entre las bacterias venusianas y los viajes transorbitales, me ha pillado un poco el toro salusiano, pero ya ando preparando un buen mazacote de información CIFI para la próxima entrada.
Realmente, entre las bacterias venusianas y los viajes transorbitales, me ha pillado un poco el toro salusiano, pero ya ando preparando un buen mazacote de información CIFI para la próxima entrada.
El juego se trata de Dex, de
hace unos 3 años, que pese a todo opino que es capaz de cumplir con
las expectativas de cualquier choomer, o cyberpunker,
sin convertirse en obra maestra, pero presagiando un camino de
posibles éxitos a su desarrolladora, Dreadlocks LTD.
El estudio en cuestión, en
funcionamiento desde 2011, se asienta en Praga, y Dex es su
título más elaborado hasta la fecha, aunque la crítica
especializada, si bien no ha sido cruel con el juego en ningún caso,
tampoco ha sido especialmente generosa. Como muestra del esfuerzo
llevado a cabo por la compañía indie en éste título, destacar que
el proyecto comenzó como un mecenazgo online en 2012 que duplicó la
meta necesaria de ingresos, alcanzando unas 30 mil libras, y que tras
ser publicado en el mercado digital, logró distribución física
para Play Station 4 gracias a pqUBE Y BadLand
Games,
en una edición que añadía a parte del disco del juego, un disco
con la banda sonora a cargo de Karel
Antonín,
que
deseando que fuese una buena colección de tracks a sintetizador y
cantidad de vibes retro, no deja de ser un e.p. De temas ambientales
poco llamativos.
Dex
es un juego homónimo, ya que el título corresponde al nombre de
nuestra protagonista, una hacker
del siempre futuro cercano en la ficticia mega urbe de Harbour Prime,
porque sí, exactamente, Dex
es una buena (muy buena) y ácida aventura Cyberpunk.
Como en otras aventuras del género que hemos visto a lo largo de la
historia de los videojuegos, se nutre de los más típicos clichés
del género popularizado por Gibson.
La protagonista se convierte en heroína sin quererlo, empujada por
las circustancias y los intereses (no siempre altruistas) de
terceros. Arrojada a una trama enrevesada de motivos y pistas falsas
en torno al por qué de la situación, sobreviviendo en una jungla
urbana de neón y luces led. Y como no, la bravucona protagonista por
casualidad, acabará convirtiéndose en una adalid de más altos
valores en una techno epopeya de dimensiones mundiales. Durante el
transcurso de la aventura conoceremos un numeroso grupo de PNC’s
que nos darán misiones al interactuar con ellos, y que nos
recompensarán si cumplimos con nuestras promesas, como por ejemplo
Raycast.
EL PASTICHE QUE NUNCA FALLA
Dex
es
un título que ya he mencionado otras veces ene l blog, por compartir
esa colección de clichés cyberpunk
ya
vistos en otros títulos como Flashback
o
Remember Me, de
los cuales, ambos ya he hablado, así que venía muy a cuento esta
revisión 2.0.
Dex,
también llamada “Blue” y “Pajarito” por algunos PNC's del
juego, es una heroína no estereotipada, independiente, con
habilidades de macarra y de cowboy del ciberespacio a partes iguales. Enigmática e indomable.
Comparte con
Remember
Me
precisamente las características modernas de su heroína, y sus
dones tecnológicos innatos, como la parte del desarrollo en la que
avanza a palos de ciego por la ciudad, metiéndose en líos, guiada
por un ente online anónimo, no identificado, que podría tratarse de
un pirata informático como de una IA.
Y
de Flashback,
ha heredado el desarrollo plataformas en pantallas contiguas que
componen el mapa de cada zona tanto en horizontal como en vertical,
con unos gráficos retro que hacen las delicias de los más viejunos y firma la impronta personal pro la que más va a diferenciarse el juego de otros competidores del mercado.
Dex
es
un soplo de aire fresco en su planteamiento, ya que aunque
oficialmente se ha presentado como un Action RPG (y efectivamente
cumple con las clásicas mecánicas de un RPG respecto a la
personalización de roles, la administración de habilidades, la
ganancia de experiencia, y la libertad de acción), mi amigo
Starkvind
de
El Naufragio, me
lo definió como un “Metroid-Vania”,
2D como decíamos antes, suponiendo en ocasiones un reto el salto de
una azotea a otra, aparte de la evasión de enemigos o su propio
enfrentamiento.
Y ese es su encanto principal, un cocktail de
elementos retro a los que los gráficos ponen la guinda del pastel,
unos detallados escenarios texturizados a gotelé de pixel, que nos
van a hacer sentirnos de nuevo un par de décadas atrás en el
tiempo, pero jugando un juego de corte futurista y recursos técnicos
muy actuales.
El
barrio chino, las alcantarillas, el interior de las naves
industriales y los apartamentos del distrito centro… El sprawl
de Harbour Prime está cuidado hasta el más mínimo detalle para
convertirse en una experiencia inmersiva absoluta, colorista y
nostálgica.
Sus PNC's y los items consumibles como fármacos, kebab, o drogas sintéticas, ayudan a bordar el lore del juego.
Como
en cualquier buena historia cyberpunk
que se precie, no sólo se va a ganar la medalla del género con
rascacielos fosforitos y algún miembro biónico aquí y allá, la
historia necesita software para bordarlo, y da la casualidad de que
en Dex,
la red, las I.A. , los hackeos y los virus informáticos son casi tan
importantes como los mamporros, los disparos y los saltos. El sistema
de juego de los ataques a bases de datos es tan adictivo como
original, imitando mecánicas de shoot’m’up
clásicas de arcades retro mata marcianos, que al principio resultan
algo apabullantes ante la lluvia de “enemigos” (bots y viruses)
que nos rodea, pero como en todo buen mini juego de navecitas,
tendremos la oportunidad de ir mejorando nuestro poder de fuego si
decidimos gastar puntos de experiencia en la habilidad de pirateo.
Esto le añade aún mucho más sabor retro al juego, de verdad que
parece que estemos de nuevo en los 90 disfrutando de ello.
Por
ponerle pegas, el juego es corto, o a mi me lo pareció, pese a que suma una aceptable cantidad de quests secundarias para grindear PX y mejorar nuestras habilidades antes de continuar la llamada del destino; Pese a que al principio cada matón y yonky resultan un reto, una vez
cogida la mecánica de combates cuerpo a cuerpo, los combates se
reducen a las mismas secuencias de golpes en la mayoría de
encuentros contra enemigos standard; El arsenal y los outfit de Dex
son muy limitados y se echan de menos más “ítems premio” tras
las quests
y
los desafíos superados; Pero es justo recordar que el precio de
venta del juego es muy asequible, por lo que con sus virtudes y sus
defectos, la relación calidad – precio es más que aceptable.
La
gente de Dreadlock
han
conseguido crear un juego indie muy recomendable para todos los fans
de la distopía, con una historia repleta de tópicos típicos que
nunca dejan de funcionar, claramente inspirada por los clásicos. Buen trabajo equipo.
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