NEO-PARIS
Esta semana de Noviembre, hubiese
querido bucear en algún título literario al que le tengo ganas,
pero siempre me requiere más tiempo, releo algunas páginas, me
pongo al día con la obra si no la tengo reciente, fisgoneo algo más
en la vida del autor... Sin embargo, la vida no puede ser exactamente
igual que como la planeamos, lo tengo aprendido, y no he podido
robarle al reloj el tiempo suficiente para darme el gustazo de
perderme unas horas de más en una incursión literaria.
No menos satisfactorio, pero sí más
rápido, me resulta el “aquí te pillo, aquí te mato” con los
videojuegos, materia en la que he invertido demasiado tiempo de mi
vida, y me muevo como pez en el agua. Bueno...pececillo, que el mar
está lleno de tiburones, morenas y cachalotes, siempre, y hay que
seguir comiendo plancton para ponernos cachas en las profundidades de
la blogsfera. Porque hay mucho talento en la red.
Pero como digo siempre, de momento no
gano ni un bitcoin con ésto, y el amor al arte es lo que me
impulsa, así que aprendiendo y compartiendo, vamos allá.
Hoy me revuelco con Remember Me,
título del 2013 que disfruté hace apenas unas semanas en mi
Xbox360,
aunque también lo tenéis disponible en PC
y Play Station 3.
No es un juego que se deje ver con facilidad en las canoas
de juegos de segunda mano de nuestra category
killer
habitual, y menos de estreno tras cinco años y el cambio de
generación en las videoconsolas, y es que partimos de la base de que
se trata de un titulo olvidado por el gran público, que pasó tibio
por publicaciones y rankings, y que en parte le costó la quiebra a
sus desarrolladores, Dontnod
Entertainment.
Dontnod
nace en Francia, en 2008, dato que me trae recuerdos del archivo de
éste mismo blog, ya que hablando de Flashback,
nos encontramos con que Dophine
también eran una compañía gala desarrollando títulos de corte
cyberpunk,
que preciosa coincidencia en realidad.
Al
timón de la nave, Hervé
Bonin, Aleksi Bricolt, Oscar Guilbert, jean-Maxime Moris
y el novelista CIFI,
guionista y compositor Alain
Damasio.
El
equipo comenzó a poner en común miles de páginas para el script
del que iba a ser su gran estreno, el exclusivo triple
AAA
Adrift para
PS3
de Sony,
un juego de rol en el que parte del planeta Tierra habia quedado
inundado por culpa del calentamiento global y uno de los principales
punchs
creativos del juego iba a ser el desplazamiento de isla en isla
mediante skis acuáticos propulsados.
Sin
embargo, en 2010, los CEO'S
deciden enfocar sus esfuerzos en un juego cyberpunk
ambientado en el cercano futuro parisino.
En
2011 el gigante Capcom
adquiere los derechos, y pone sus reglas, no quieren un RPG,
quieren un juego de aventura y acción, y entonces sobre el motor
Unreal Engine 3,
Remember Me
comienza a tomar forma.
En
2013 por fin, Dotnod
estrena su opera prima, y casi siguiendo los pasos de su predecesora
espiritual, Dolphine,
sin cosechar los éxitos del que le precedió pero sí algun título
más que menos honorífico en certámenes de carácter nacional, en
2014 se declaran en banca rota. La compañía es rescatada mediante
inversión pública, y decide asomar la cabeza a tomar aire antes de
ahogarse, aprendiendo de los errores cometidos con Remember
Me
y recuperando algo de lo perdido con el que desde entonces se
convertiría en su título principal, Life
is Strange
en 2015, pubicado con la mágica Square
Enix,
que de banca rotas y resurecciones empresariales saben mucho.
Desde
entonces, a las duras y a las maduras, la humilde compañía nos ha
traído otros títulos como el reciente Vampyr,
del que aún están por ver sus resultados comerciales.; Y nos allana
el tereno para próximos estrenos como Life
Is Strange 2
y Twin Mirror
con Bandai Namco.
¿Serán capaz de remontar o estamos ante la crónica de una muerte
anunciada? Bueno, yo les deseo suerte.
RECUERDOS Y LA RED
Futuro
cercano, la distópica Neoparis
se extiende ante nosotros en un mosaico de modernismo neón y
elegante clasicismo Austria. Memorize
Corporation
es la magnate tecnológica que cubre las necesidades de seguridad de
la ciudad, y la que guarnece a la población civil de tecnología
para el día a día. Una vez más, la humanidad, nos acostumbraremos
a depender de comodidades tecnológicas y virtuales de manual, sin las
que no sabremos vivir. En el caso de Remember
Me,
se trata del Sensen,
una patente neuro injertada que captura y recopila los recuerdos del
usuario, permitiendo compartirlos con otros usuarios.
El
concepto del Sensen,
nos encaja como una plausible invención de la CIFI
cyberpunk,
porque no es en el fondo más que llevar un paso por delante nuestros
actuales hábitos narcisistas y exhibicionistas de comportamiento en
las redes
sociales.
Instagram,
Facebook, Twitter...
¿Qué hacemos en ellas? Regalamos nuestras intimidades, nuestros
pensamientos, nuestras opiniones... Una foto desayunando, otra
comiendo, otra cenando, la ropa que he elegido del armario para salir
de casa, la canción que estoy escuchando en el bus camino al
trabajo, la ruta del bus, lo que acabo de pensar en 140 caracteres...
Y así muchas veces al día, todos los días, con la recompensa de la
interacción entre otros usuarios, que nos dicen cosas agradables,
suscriben nuestras opiniones, nos dan corazones, estrellas, pulgares
hacia arriba... Y en el fondo, estamos tejiendo un retal de
información y recuerdos, que en la nube de internet, quedan para
siempre, destapando en parte lo que fingimos ser, tanto como una
parte real de lo que somos, exponiéndonos a quien sepa interpretar
nuestras inocentes publicaciones, y regalándole toneladas de
prospección comercial a las corporaciones que barajan todo eso y
tratan así de averiguar qué queremos ver, oir y saborear, para
crearnos el deseo y la necesidad de consumirlo.
Suena
conspiranoico,
terrible, pero es la realidad, estamos monitorizados en la red
gracias a nuestra altruista labor de construcción de una mega base
de datos a base de nuestras vidas, nuestras fotos, nuestras aficiones
y todo lo que destapamos en la inocente acción de socializar unos
con los otros y compartir vivencias.
Nota
mental, ésto lo he visto yo en Ex
Machina,
tomo nota y quizás la aborde temprano.
En
éste marco de archivos personales como piezas del puzle de nuestras
vidas en la red, el siguiente paso sería efectivamente perfeccionar
sensiblemente lo que compartimos. Las fotos, los audios, el texto,
quedaría obsoleto si a cambio pudiésemos compartir directamente
recuerdos, experiencias, sentir el mismo tacto, la temperatura,
percibir los mismos aromas, que el donante del recuerdo, pero en
nuestras neuronas. Una experiencia total de unión entre usuarios del
Sensen.
Pero claro, todos esos recuerdos, formarían inevitablemente parte de
esa gran megadata
en manos de corporaciones sin escrúpulos, que seguramente,
avisándonos en letra minúscula, hubiesen dejado claro que todo el
material compartido podría ser empleado con fines comerciales. Y así
se crea el problema y la crítica que Remember
Me
encara cuando interpretamos a Nilin,
una joven que ha perdido sus recuerdos del Sensen
y no sabe ni quién es ella misma.
Como
veis, la materia que abordamos en inicialmente interesante y de
radiante actualidad. Podemos extrapolar la dirección en la que va
nuestra sociedad a la que podríamos encontrar en el Neoparís
de Remember Me.
Pero recordemos que Capcom
desvió la idea de Dotnot
de crear un juego de rol, en el que el trasfondo y las decisiones del
jugador hubiesen podido primar sobre la acción, conformando una
historia profunda y literaria. En su lugar, Nilin
es la heroína de un “Nuevo
Principe de Persia”
en una aventura de acción, que pese a tener un desarrollo argumental
determinante en el modo en que avanzamos niveles y vamos
reconstruyendo la amnesia de nuestra protagonista, no va más allá
de unas horas, más que menos entretenidas, de parkour
urbano, combos
de artes marciales, y unos puzles innovadores pero no especialmente
complicados.
Nilin
es un personaje carismático, diseñado con tiento, que comparte
mucho con aquél Conrad
de Flashback
y los orígenes de ambas desarrolladoras de videojuegos, como
románticamente me he atrevido a señalar al principio. A ambos
protagonistas les faltan recuerdos, y ambos son personajes de ficción
de factura francesa. ¿Homenaje o repetición?
NILIN
En
cualquier caso, Nilin,
es toda una heroína moderna, inteligente, muy humana, sin la tan
criticada sexualización del personaje femenino en el mundo del
videojuego, pero elegantemente dentro del canon de belleza actual
pese a todo, que ni tan corto ni tan largo. Veo la sombra estética
de Nilin
alargarse sobre la protagonista de Life
is Strange
y las de otros títulos como Dex.
Aunque del mismo modo, la veo muy parecida a otra heroína anterior a
ella en el futurista Mirrors
Edge.
Puestos
en marcha con su periplo, recorreremos los bajos fondos de Neoparís
y sus céntricos bulevares en una constante huida del personal de
seguridad de Memorize
y sus cazadores de recuerdos. Nos guiará un hacker
anónimo conocido por el alias de Edge,
en el clásico papel de “lazarillo”
o “sensei”
enigmático y misterioso que contacta con nuestros dispositivos
Sensen
y parece ayudarnos a huir de la corporación de los recuerdos,
dándonos pistas que hacen avanzar la trama, poniéndonos en contacto
con otros personajes de un grupo antisistema conocido como
“Erroristas”
y sin spoilear
nada, siguiendo sus consejos llevaremos a Nilin
hasta
la boca del lobo, nada nuevo por otra parte, ¿por qué este tipo de
protagonista siempre acaba confiando en gente que no conoce de nada? En fin, no le faltan elementos típicos como “la resitencia”, el
titiritero en la sombra, la gran mega corporación, etc... Muy de
manual con extracciones clásicas del cyberpunk
más mainstream.
De
los Campos Elíseos a la Bastilla, los desarrolladores vuelcan su
sentimiento francés del “liberté,
egalité e fraternité”,
en el Neoparís
de Remember Me
que se nutre de cierto patriotismo galo, y en ocasiones, Nilin
asume el rol de una especie de techno Juana
de Arco,
que no obstante, por atrevida que parezca mi comparación, no deja de
ser una luchadora que oye voces en su cabeza que la guían, ya que
siempre estamos acompañados de Edge
a través del Sensen,
diciéndonos cuál es nuestro siguiente paso en una revolución
tecnológica en contra del poder corporativo establecido para
derrocar a la burguesía digital junto a los “erroristas”.
El
juego tiene poco más que destripar a nivel técnico. Los gráficos
son aceptables, los entornos y los escenarios bastante bonitos y de
un diseño muy bueno siendo sinceros. Los personajes secundarios que
se van añadiendo a la trama son carismáticos, aportan al guión, y
dan empaque a la historia. Pero tenemos otros fallos que a mi me
sacan del lore
cyberpunk,
devolviéndome a un juego de mamporros cualquiera, y es que el
enemigo más numeroso al que nos enfrentaremos en el juego, son una
especie de zombies,
que parecen ser yonkies
de recuerdos, usuarios de Sensen
que han perdido sus propios recuerdos, y como vampiros sedientos de
memorias, se lanzan a la yugular de los usuarios sanos para robarles
sus archivos. Son unos enemigos que no pintan nada en un
Neoparis
cyberpunk civilizado y tan bien diseñado. El resto del plantel enemigo, se adaptan bastante
mejor a la estética del juego, pero apenas conforman un ejército
superior a guardias de seguridad privada de Memorize
con equipación militar de élite, algunos robots y drones de
defensa, y poquito más. Cualquier otro tipo de enemigo que no
hubiesen sido esos horribles zombies
roba memorias, como por ejemplo pandilleros, o auténticos yonkies
con mala pinta, palos y navajas, hubiesen convencido mucho más que
esas criaturas tenebrosas al más puro estilo necrófago
salvaje
del Fallout.
La
banda sonora es buena, muy buena, firmada por Oliver
Deriviere (compositor
de BSO's
de otros juegos como algunos episodios de las sagas Assassins
Creed
o Might and Magic),
y marida perfectamente con los entornos diseñados de la ciudad
futurista.
Los
combates, numerosos y en ocasiones aburridos, me recordaron muchísimo
al sistema de combos
en infinitas cadenas de botones de la saga beat'm'up
Batman Arkham,
encadenando
docenas y docenas de puntos en hits
si le pillamos el truco a las series de botones intercalados y si tenemos
suficientes reflejos para usar también el botón esquivar en el
barullo de enemigos, sin que se nos encasquille un nudillo, la
falange o nos de un calambre en el dedo. Cuantos más golpes
encadenemos, mejores beneficios o power
ups
recibiremos durante el enfrentamiento.
Los
jefes de nivel son algo más vistosos, con mecánicas de repetición
y puntos débiles fáciles de memorizar y repetir hasta darles
matarile. Nos enfrentaremos a cazadores de recuerdos “youtubers”
que streamean
en directo sus cacerías, grandes robots pesados, o a los altos
cargos de seguridad de Memorize
con equipo customizado
o vehículos de combate.
A
parte del factor reflejos que tenemos que poner en práctica para saltar de tejado
en tejado de Neoparís,
y el factor beat'm'up
ya citado, Remember
Me
añade una tercera sorpresa a modo de puzles cinemáticos, que es
quizás su mejor aporte y lo que lo diferencia de cualquier otro
título de acción.
Nilin,
como cazadora de recuerdos, dispone de su tecnología neuro
injertada Sensen,
que utilizaremos en diferentes momentos del desarrollo del juego,
para no solo robar recuerdos de otras personas implicadas en la trama
que la hizo perder los suyos propios, si no editarlos, suplantando
las memorias reales por recuerdos falsos, con la intención de
manipular la voluntad de sus enemigos a la par que obtener la
información que necesita de ellos. Entonces, el juego desarrollará
unas cinemáticas en las que descarga la mayor parte argumental, para ir descubriendo la personalidad de Nilin,
su pasado, y sus secretos, rebobinando y acelerando una y otra vez la
cinemática hasta descubrir puntos interactivos del recuerdo que podremos remplazar
por otros o modificar, para que finalmente nuestra víctima esté
convencida de que los hechos que le motivan ocurrieron de otro modo,
cambiando entonces su forma de actuar de manera radical.
La
mayoría de estas cinemáticas puzle, incluirán tomas de decisiones
más o menos éticas, según el resultado que queramos obtener del “lavado cerebral”, y el hackeo de personalidad del usuario Sensen, que darán el resultado deseado u otro, sorprendiéndonos desde el suicidio, hasta el
perdón.
Gracias
a éstos puzles, que más o menos son el factor más original del
título pero que por desgracia no son tan numerosos como los
monótonos y repetitivos combates, conoceremos a Nilin,
sus traumas y sus miedos. El valor psicológico de la historia sale a la superficie del argumento, y echo de menos que tuviese más protagonismo, que
hubiese podido convertir a éste juego de acción, en un híbrido entre
como dije antes “Principe
de Persia”
y aventuras gráficas como “LA
Noire”
o “Heavy rain”,
haciendo de ello un título que seguramente hubiese resultado mucho
más interesante, al menos para mi. No se si este hipotético enfoque hubiese mejorado los resultados de ventas del juego, pero lo hecho, hecho está. Para esto
mismo que demando quizás debería ir probando “Detroit
becomes human” en vez de fantasear tanto con lo que pudo haber sido y no fue éste Remember Me.
LEGADO
Tengo
el delantal manchadísimo de sangre, creo que he despiezado Remember
Me
a fondo en lo técnico, y lo creativo sin desvelar nada del guión,
que insisto, es de lo más interesante pese a no ser capaz de innovar lo suficiente en el género
CIFI
con el asunto ya explotado del mercadeo de recuerdos y experiencias que ya hemos visto en
otros juegos como Flashback
o películas como Desafío
Total
y Días Extraños.
Pero
es una herramienta que si se maneja con destreza, funciona y puede
dar mucho juego. Es un must
en la CIFI,
y como repito siempre, casi todo está ya inventado y no es fácil
darle una nueva vuelta de tuerca.
El
juego ha pasado sin pena ni gloria a la historia del video juego, y
eso que Dontnod
trató de tirar del hilo todo lo que pudo expandiendo el universo
Remember Me
con un cómic editado en Dark
Horse
(que ha publicado entre otros títulos, pero muy a cuento de Remember
Me,
Akira
y Ghost In The
Shell)
y firmados por Matt
Kindt
(Suicide Squad
en DC o
Lobezno & Los
X-Men)
y Matthew
Southworth;
Una web interactiva que narraba a modo de precuela, la creación y
ascenso de la megacorporación Memorize
en el mercado mundial durante los 100 años que preceden al inicio
del videojuego; Y una novela titulada El
Archivo Pandora,
escrita por Scott
Harrison,
también precuela, con Nilin
como protagonista antes de su reseteo de memoria en el videojuego.
En
la actualidad, Dontnod
no descarta hacer realidad la secuela del videojuego, quizás para
quitarse la espinita de cómo un guión tan jugoso como Remember
Me,
terminó pasando tan desapercibido en el mercado y nunca mejor dicho,
la memoria colectiva.
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