sábado, 17 de noviembre de 2018

REMEMBER ME


NEO-PARIS


Esta semana de Noviembre, hubiese querido bucear en algún título literario al que le tengo ganas, pero siempre me requiere más tiempo, releo algunas páginas, me pongo al día con la obra si no la tengo reciente, fisgoneo algo más en la vida del autor... Sin embargo, la vida no puede ser exactamente igual que como la planeamos, lo tengo aprendido, y no he podido robarle al reloj el tiempo suficiente para darme el gustazo de perderme unas horas de más en una incursión literaria.

No menos satisfactorio, pero sí más rápido, me resulta el “aquí te pillo, aquí te mato” con los videojuegos, materia en la que he invertido demasiado tiempo de mi vida, y me muevo como pez en el agua. Bueno...pececillo, que el mar está lleno de tiburones, morenas y cachalotes, siempre, y hay que seguir comiendo plancton para ponernos cachas en las profundidades de la blogsfera. Porque hay mucho talento en la red.

Pero como digo siempre, de momento no gano ni un bitcoin con ésto, y el amor al arte es lo que me impulsa, así que aprendiendo y compartiendo, vamos allá.
Hoy me revuelco con Remember Me, título del 2013 que disfruté hace apenas unas semanas en mi Xbox360, aunque también lo tenéis disponible en PC y Play Station 3. No es un juego que se deje ver con facilidad en las canoas de juegos de segunda mano de nuestra category killer habitual, y menos de estreno tras cinco años y el cambio de generación en las videoconsolas, y es que partimos de la base de que se trata de un titulo olvidado por el gran público, que pasó tibio por publicaciones y rankings, y que en parte le costó la quiebra a sus desarrolladores, Dontnod Entertainment.




Dontnod nace en Francia, en 2008, dato que me trae recuerdos del archivo de éste mismo blog, ya que hablando de Flashback, nos encontramos con que Dophine también eran una compañía gala desarrollando títulos de corte cyberpunk, que preciosa coincidencia en realidad.
Al timón de la nave, Hervé Bonin, Aleksi Bricolt, Oscar Guilbert, jean-Maxime Moris y el novelista CIFI, guionista y compositor Alain Damasio.
El equipo comenzó a poner en común miles de páginas para el script del que iba a ser su gran estreno, el exclusivo triple AAA Adrift para PS3 de Sony, un juego de rol en el que parte del planeta Tierra habia quedado inundado por culpa del calentamiento global y uno de los principales punchs creativos del juego iba a ser el desplazamiento de isla en isla mediante skis acuáticos propulsados.
Sin embargo, en 2010, los CEO'S deciden enfocar sus esfuerzos en un juego cyberpunk ambientado en el cercano futuro parisino.
En 2011 el gigante Capcom adquiere los derechos, y pone sus reglas, no quieren un RPG, quieren un juego de aventura y acción, y entonces sobre el motor Unreal Engine 3, Remember Me comienza a tomar forma.

En 2013 por fin, Dotnod estrena su opera prima, y casi siguiendo los pasos de su predecesora espiritual, Dolphine, sin cosechar los éxitos del que le precedió pero sí algun título más que menos honorífico en certámenes de carácter nacional, en 2014 se declaran en banca rota. La compañía es rescatada mediante inversión pública, y decide asomar la cabeza a tomar aire antes de ahogarse, aprendiendo de los errores cometidos con Remember Me y recuperando algo de lo perdido con el que desde entonces se convertiría en su título principal, Life is Strange en 2015, pubicado con la mágica Square Enix, que de banca rotas y resurecciones empresariales saben mucho.

Desde entonces, a las duras y a las maduras, la humilde compañía nos ha traído otros títulos como el reciente Vampyr, del que aún están por ver sus resultados comerciales.; Y nos allana el tereno para próximos estrenos como Life Is Strange 2 y Twin Mirror con Bandai Namco. ¿Serán capaz de remontar o estamos ante la crónica de una muerte anunciada? Bueno, yo les deseo suerte.

RECUERDOS Y LA RED


Futuro cercano, la distópica Neoparis se extiende ante nosotros en un mosaico de modernismo neón y elegante clasicismo Austria. Memorize Corporation es la magnate tecnológica que cubre las necesidades de seguridad de la ciudad, y la que guarnece a la población civil de tecnología para el día a día. Una vez más, la humanidad, nos acostumbraremos a depender de comodidades tecnológicas y virtuales de manual, sin las que no sabremos vivir. En el caso de Remember Me, se trata del Sensen, una patente neuro injertada que captura y recopila los recuerdos del usuario, permitiendo compartirlos con otros usuarios.
El concepto del Sensen, nos encaja como una plausible invención de la CIFI cyberpunk, porque no es en el fondo más que llevar un paso por delante nuestros actuales hábitos narcisistas y exhibicionistas de comportamiento en las redes sociales.
Instagram, Facebook, Twitter... ¿Qué hacemos en ellas? Regalamos nuestras intimidades, nuestros pensamientos, nuestras opiniones... Una foto desayunando, otra comiendo, otra cenando, la ropa que he elegido del armario para salir de casa, la canción que estoy escuchando en el bus camino al trabajo, la ruta del bus, lo que acabo de pensar en 140 caracteres... Y así muchas veces al día, todos los días, con la recompensa de la interacción entre otros usuarios, que nos dicen cosas agradables, suscriben nuestras opiniones, nos dan corazones, estrellas, pulgares hacia arriba... Y en el fondo, estamos tejiendo un retal de información y recuerdos, que en la nube de internet, quedan para siempre, destapando en parte lo que fingimos ser, tanto como una parte real de lo que somos, exponiéndonos a quien sepa interpretar nuestras inocentes publicaciones, y regalándole toneladas de prospección comercial a las corporaciones que barajan todo eso y tratan así de averiguar qué queremos ver, oir y saborear, para crearnos el deseo y la necesidad de consumirlo.
Suena conspiranoico, terrible, pero es la realidad, estamos monitorizados en la red gracias a nuestra altruista labor de construcción de una mega base de datos a base de nuestras vidas, nuestras fotos, nuestras aficiones y todo lo que destapamos en la inocente acción de socializar unos con los otros y compartir vivencias.
Nota mental, ésto lo he visto yo en Ex Machina, tomo nota y quizás la aborde temprano.
En éste marco de archivos personales como piezas del puzle de nuestras vidas en la red, el siguiente paso sería efectivamente perfeccionar sensiblemente lo que compartimos. Las fotos, los audios, el texto, quedaría obsoleto si a cambio pudiésemos compartir directamente recuerdos, experiencias, sentir el mismo tacto, la temperatura, percibir los mismos aromas, que el donante del recuerdo, pero en nuestras neuronas. Una experiencia total de unión entre usuarios del Sensen. Pero claro, todos esos recuerdos, formarían inevitablemente parte de esa gran megadata en manos de corporaciones sin escrúpulos, que seguramente, avisándonos en letra minúscula, hubiesen dejado claro que todo el material compartido podría ser empleado con fines comerciales. Y así se crea el problema y la crítica que Remember Me encara cuando interpretamos a Nilin, una joven que ha perdido sus recuerdos del Sensen y no sabe ni quién es ella misma.



Como veis, la materia que abordamos en inicialmente interesante y de radiante actualidad. Podemos extrapolar la dirección en la que va nuestra sociedad a la que podríamos encontrar en el Neoparís de Remember Me. Pero recordemos que Capcom desvió la idea de Dotnot de crear un juego de rol, en el que el trasfondo y las decisiones del jugador hubiesen podido primar sobre la acción, conformando una historia profunda y literaria. En su lugar, Nilin es la heroína de un “Nuevo Principe de Persia” en una aventura de acción, que pese a tener un desarrollo argumental determinante en el modo en que avanzamos niveles y vamos reconstruyendo la amnesia de nuestra protagonista, no va más allá de unas horas, más que menos entretenidas, de parkour urbano, combos de artes marciales, y unos puzles innovadores pero no especialmente complicados.

Nilin es un personaje carismático, diseñado con tiento, que comparte mucho con aquél Conrad de Flashback y los orígenes de ambas desarrolladoras de videojuegos, como románticamente me he atrevido a señalar al principio. A ambos protagonistas les faltan recuerdos, y ambos son personajes de ficción de factura francesa. ¿Homenaje o repetición?

NILIN


En cualquier caso, Nilin, es toda una heroína moderna, inteligente, muy humana, sin la tan criticada sexualización del personaje femenino en el mundo del videojuego, pero elegantemente dentro del canon de belleza actual pese a todo, que ni tan corto ni tan largo. Veo la sombra estética de Nilin alargarse sobre la protagonista de Life is Strange y las de otros títulos como Dex. Aunque del mismo modo, la veo muy parecida a otra heroína anterior a ella en el futurista Mirrors Edge.
Puestos en marcha con su periplo, recorreremos los bajos fondos de Neoparís y sus céntricos bulevares en una constante huida del personal de seguridad de Memorize y sus cazadores de recuerdos. Nos guiará un hacker anónimo conocido por el alias de Edge, en el clásico papel de “lazarillo” o “sensei” enigmático y misterioso que contacta con nuestros dispositivos Sensen y parece ayudarnos a huir de la corporación de los recuerdos, dándonos pistas que hacen avanzar la trama, poniéndonos en contacto con otros personajes de un grupo antisistema conocido como “Erroristas” y sin spoilear nada, siguiendo sus consejos llevaremos a Nilin hasta la boca del lobo, nada nuevo por otra parte, ¿por qué este tipo de protagonista siempre acaba confiando en gente que no conoce de nada? En fin, no le faltan elementos típicos como “la resitencia”, el titiritero en la sombra, la gran mega corporación, etc... Muy de manual con extracciones clásicas del cyberpunk más mainstream.

De los Campos Elíseos a la Bastilla, los desarrolladores vuelcan su sentimiento francés del “liberté, egalité e fraternité”, en el Neoparís de Remember Me que se nutre de cierto patriotismo galo, y en ocasiones, Nilin asume el rol de una especie de techno Juana de Arco, que no obstante, por atrevida que parezca mi comparación, no deja de ser una luchadora que oye voces en su cabeza que la guían, ya que siempre estamos acompañados de Edge a través del Sensen, diciéndonos cuál es nuestro siguiente paso en una revolución tecnológica en contra del poder corporativo establecido para derrocar a la burguesía digital junto a los “erroristas”.



El juego tiene poco más que destripar a nivel técnico. Los gráficos son aceptables, los entornos y los escenarios bastante bonitos y de un diseño muy bueno siendo sinceros. Los personajes secundarios que se van añadiendo a la trama son carismáticos, aportan al guión, y dan empaque a la historia. Pero tenemos otros fallos que a mi me sacan del lore cyberpunk, devolviéndome a un juego de mamporros cualquiera, y es que el enemigo más numeroso al que nos enfrentaremos en el juego, son una especie de zombies, que parecen ser yonkies de recuerdos, usuarios de Sensen que han perdido sus propios recuerdos, y como vampiros sedientos de memorias, se lanzan a la yugular de los usuarios sanos para robarles sus archivos. Son unos enemigos que no pintan nada en un Neoparis cyberpunk civilizado y tan bien diseñado. El resto del plantel enemigo, se adaptan bastante mejor a la estética del juego, pero apenas conforman un ejército superior a guardias de seguridad privada de Memorize con equipación militar de élite, algunos robots y drones de defensa, y poquito más. Cualquier otro tipo de enemigo que no hubiesen sido esos horribles zombies roba memorias, como por ejemplo pandilleros, o auténticos yonkies con mala pinta, palos y navajas, hubiesen convencido mucho más que esas criaturas tenebrosas al más puro estilo necrófago salvaje del Fallout.

La banda sonora es buena, muy buena, firmada por Oliver Deriviere (compositor de BSO's de otros juegos como algunos episodios de las sagas Assassins Creed o Might and Magic), y marida perfectamente con los entornos diseñados de la ciudad futurista.

Los combates, numerosos y en ocasiones aburridos, me recordaron muchísimo al sistema de combos en infinitas cadenas de botones de la saga beat'm'up Batman Arkham, encadenando docenas y docenas de puntos en hits si le pillamos el truco a las series de botones intercalados y si tenemos suficientes reflejos para usar también el botón esquivar en el barullo de enemigos, sin que se nos encasquille un nudillo, la falange o nos de un calambre en el dedo. Cuantos más golpes encadenemos, mejores beneficios o power ups recibiremos durante el enfrentamiento.

Los jefes de nivel son algo más vistosos, con mecánicas de repetición y puntos débiles fáciles de memorizar y repetir hasta darles matarile. Nos enfrentaremos a cazadores de recuerdos “youtubers” que streamean en directo sus cacerías, grandes robots pesados, o a los altos cargos de seguridad de Memorize con equipo customizado o vehículos de combate.

A parte del factor reflejos que tenemos que poner en práctica para saltar de tejado en tejado de Neoparís, y el factor beat'm'up ya citado, Remember Me añade una tercera sorpresa a modo de puzles cinemáticos, que es quizás su mejor aporte y lo que lo diferencia de cualquier otro título de acción.
Nilin, como cazadora de recuerdos, dispone de su tecnología neuro injertada Sensen, que utilizaremos en diferentes momentos del desarrollo del juego, para no solo robar recuerdos de otras personas implicadas en la trama que la hizo perder los suyos propios, si no editarlos, suplantando las memorias reales por recuerdos falsos, con la intención de manipular la voluntad de sus enemigos a la par que obtener la información que necesita de ellos. Entonces, el juego desarrollará unas cinemáticas en las que descarga la mayor parte argumental, para ir descubriendo la personalidad de Nilin, su pasado, y sus secretos, rebobinando y acelerando una y otra vez la cinemática hasta descubrir puntos interactivos del recuerdo que podremos remplazar por otros o modificar, para que finalmente nuestra víctima esté convencida de que los hechos que le motivan ocurrieron de otro modo, cambiando entonces su forma de actuar de manera radical.
La mayoría de estas cinemáticas puzle, incluirán tomas de decisiones más o menos éticas, según el resultado que queramos obtener del “lavado cerebral”, y el hackeo de personalidad del usuario Sensen, que darán el resultado deseado u otro, sorprendiéndonos desde el suicidio, hasta el perdón.
Gracias a éstos puzles, que más o menos son el factor más original del título pero que por desgracia no son tan numerosos como los monótonos y repetitivos combates, conoceremos a Nilin, sus traumas y sus miedos. El valor psicológico de la historia sale a la superficie del argumento, y echo de menos que tuviese más protagonismo, que hubiese podido convertir a éste juego de acción, en un híbrido entre como dije antes “Principe de Persia” y aventuras gráficas como “LA Noire” o “Heavy rain”, haciendo de ello un título que seguramente hubiese resultado mucho más interesante, al menos para mi. No se si este hipotético enfoque hubiese mejorado los resultados de ventas del juego, pero lo hecho, hecho está. Para esto mismo que demando quizás debería ir probando “Detroit becomes human” en vez de fantasear tanto con lo que pudo haber sido y no fue éste Remember Me.



LEGADO


Tengo el delantal manchadísimo de sangre, creo que he despiezado Remember Me a fondo en lo técnico, y lo creativo sin desvelar nada del guión, que insisto, es de lo más interesante pese a no ser capaz de innovar lo suficiente en el género CIFI con el asunto ya explotado del mercadeo de recuerdos y experiencias que ya hemos visto en otros juegos como Flashback o películas como Desafío Total y Días Extraños. Pero es una herramienta que si se maneja con destreza, funciona y puede dar mucho juego. Es un must en la CIFI, y como repito siempre, casi todo está ya inventado y no es fácil darle una nueva vuelta de tuerca.

El juego ha pasado sin pena ni gloria a la historia del video juego, y eso que Dontnod trató de tirar del hilo todo lo que pudo expandiendo el universo Remember Me con un cómic editado en Dark Horse (que ha publicado entre otros títulos, pero muy a cuento de Remember Me, Akira y Ghost In The Shell) y firmados por Matt Kindt (Suicide Squad en DC o Lobezno & Los X-Men) y Matthew Southworth; Una web interactiva que narraba a modo de precuela, la creación y ascenso de la megacorporación Memorize en el mercado mundial durante los 100 años que preceden al inicio del videojuego; Y una novela titulada El Archivo Pandora, escrita por Scott Harrison, también precuela, con Nilin como protagonista antes de su reseteo de memoria en el videojuego.

En la actualidad, Dontnod no descarta hacer realidad la secuela del videojuego, quizás para quitarse la espinita de cómo un guión tan jugoso como Remember Me, terminó pasando tan desapercibido en el mercado y nunca mejor dicho, la memoria colectiva.

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