lunes, 9 de noviembre de 2020

LA PURGA, LUCHA DE CLASES Y ULTRAVIOLENCIA

 ¿TRUCO O TRATO?


Se ha puesto el sol, suena la sirena, pesada, monótona, repetitiva. Una vez, dos veces, tres, cuatro... Y comienza el discurso ...


"Esto no es una prueba. Este es un sistema de emisión de emergencia anunciando el inicio de la primera purga anual autorizada por el gobierno de España.

El uso de armas de clase 4 y de nivel inferior están permitidas durante la purga, el resto de armas están prohibidas. Se ha concedido la inmunidad a la purga a los funcionarios gubernamentales de rango 10 y no se les deberá hacer daño. Después de sonar la sirena cualquier delito incluyendo el asesinato será legal. La Policía, los bomberos y los servicios de urgencias no estarán disponibles hasta mañana por la mañana a las 7 en punto cuando termine la purga.

Bendito sea nuestro señor presidente y España un país renacido. Que Dios les acompañe a todos. Viva el rey."



No he dejado claveles rojos en el felpudo, no comulgo con la purga, yo no purgo.

No se de quien desconfiar más, ¿de la familia modelo que tengo en la puerta de la izquierda en el descansillo? No, el marido es muy amable, siempre me dedica unos minutos para charlar de algo con buen humor.

¿El jubilado de la puerta de enfrente que fuma marihuana, no saluda por el descansillo, y pone heavy metal a todo trapo con un subbuffer de miles de pavos? Tampoco, es raro, sí, sobre todo cuando le he visto en camisón, pero si escucha Iron Maiden no puede ser malo.



¿Quién? ¿De quién tengo que preocuparme?

He puesto un par de muebles frente a la puerta de acceso a mi apartamento, pero en realidad, cualquiera con un hacha, una buena maza, o una escopeta de caza, podría terminar entrando tras un rato de destrozo sobre la pared de pladur. ¿Debo defenderme? Si alguien decide purgarme, ¿Es moral que yo use una fuerza proporcional a la de mi atacante para defenderme? Seguramente tendré que matarle, y eso no me diferenciará en mucho de ellos, porque yo también seré un asesino, en defensa propia, pero un asesino. ¿Por qué me obligan a ello? ¿Es la vida algo tan valioso?



Así es, ¿que puede dar más miedo que desconfiar de absolutamente todo el mundo? ¿Qué le has hecho a tu compañero de trabajo el chupaculos para que te purgue? ¿Y a tu jefe? ¿Y a ese desconocido que no recuerdas de nada pero es que le adelantaste por la derecha hace unas semanas en la autopista y el muy maniaco te siguió para saber donde vivías en previsión de purgarte hoy?

Ya no puedes creer en el karma, en Dios, ni en el sistema de valores que te salga de los cojones creer, creyente o no, practicante o no, porque esta noche, tus actos buenos y tus actos malos valen lo puto mismo. Estas a merced de una panda de psicóticos, que te saludan en al panadería, en el autobus, te dedican una sonrisa, cuidan de tus hijos en la guardería, pero que por el motivo que sea que ellos valoren, sin importar el por qué, van a intentar violarte, toruturarte, robarte, matarte...

¿Vas a consentirlo? ¿Aceptarás el rol cristiano de poner la otra mejilla con tal de no participar en una atrocidad tan obscena y vomitiva que no puedas limpiar jamás de tu alma por mucho que lo intentes ni mucho que gastes en psiquiatras?

¿Matar es la cuarta encesidad del ser humano junto con tener descendencia, plantar un árbol y escribir un libro? ¿Qué se siente al matar? ¿Lo has imaginado alguna vez, serías capaz? ¿Es necesario sentirlo para ser un humano completo y comprender mejor así el sentido de la vida?

Quizás la vida no tenga ningún jodido sentido. Nadie pide nacer, apareces aquí, en un extremo del globo u otro, en el seno de una familia con unas posibilidades u otras, puedes ser el hijo de un rey, o de un abusador, o de un rey abusador. ¿Qué dictamina lo que te toca? ¿Qué es la vida? ¿Cuánto vale?.

Te van a borrar del mapa ésta noche, si no haces nada para impedirlo.



Qué fácil me ha resultado rellenar ya la primera página de la entrada del blog hoy, ha salido solo, y me he cortado, seguiría haciéndo preguntas retóricas, políticamente incorrectas, de las que te remueven por dentro y te hacen pensar si estoy loco por el mero hecho de formularlas. ¿Pero de verdad nunca te las has formulado sin preguntarte también a ti mismo si estás a un paso de cruzar la línea de la sociopatía o la psicopatía?

No me mientas por favor. Sincérate. La Purga nos ofrece justo ésto, uno de los dilemas morales, éticos y filosóficos más grandes de la humanidad, disfrazado de distopía cercana con toques de terror. Y ahí está su grandeza, nos lanza una pregunta terriblemente incómoda, que además da miedo, y nos ofrece uan serie de películas y episodios de teleserie que suben y bajan en la montaa rusa de la calidad, pero que ya son parte de la cultura popular mundial.

Si tanto nos ha calado es por que la cuestión está ahí, en nuestro ADN. Pregúntate, en serio, ¿has deseado la muerte de alguien alguna vez? Venga, ánimo, haz el ejercicio de sincericidio, mírate al espejo. Y piensas, sí, tal vez, he imaginado que si algo le pasase a mi familia, un violador, un pederasta, tal vez...tal vez lo mataría con mis porpias manos, o al menos desearía que la justicia le impartiese pena de muerte.

Vaya, vaya... ¿Dónde está la raya que nos hace ser mejores entonces? ¿El pensamiento y el acto tienen el mismo peso? Pero cuidado... ¿Vales para amtar? ¿Si te puesiesen a ese inhumano delincuente que tanto sufrimiento te ha hecho pasar gratuitamente, maniatado, delante tuyo, indefenso, apretarías el gatillo o bajarías el hacha?

Una vez pasada esa línea, una vez convertido en verdugo, ¿Repetirías? ¿Mantendrías el listón de la justicia en los mismos estándares de la sociedad o los bajarías a tu listón de necesidades? Tal vez, con el paso del tiempo, un simple vecino que no saluda, uno que tiene un perro que ladra por la noche y te quita el sueño, uno que te hace la doble fila de aparcamiento cada dos días en la calle... Tal vez ellos tampoco emrezcan tener espacio en tu ecuación de lo que es bueno y de lo que es malo. Tal vez, entonces, sí sirvas para purgar. Ejerce tu derecho de ciudadano. Haz mejor tu nación eliminando de la ecuación a toda esa basura humana egoísta, maleducada, que no empatiza con nadie.

Acaba con tu compañero de curro el risitas, que es tan pelota que currando menos que tú ascendió antes, que es del equipo de fútbol rival al tuyo, y que encima vota al partido opuesto al turo cada cuatro años. Qué asco de típo, su sonrisa, su tono de voz, la forma en la que se mueve cuando habla, todo te da asco, no entra en tu ecuación. Elimínalo en La Purga. Pero cuidado, no pienses en que tiene esposa, en que tiene hijos pequeños, en que tiene madre, hermanos, y que curiosamente todos ellos son hinchas de tu mismo equipo, votan a tu mismo partido, están en paro y sólo se mantienen gracias al salario de "Jaimito el pelota", por que si piensas en eso, dejas de pensar en ti, ¿y qué es purgar si no crear un mejor país para tí, a tu medida, sin lo que a ti te sobra?

El egocentrismo convertido en herramienta de control demográfico, medida violenta, salvaje, infrahumana y animal que nos devuelve al estado más primmitivo que se puede concevir de sociedad.

La vuelta a las justas medievales, a los duelos neo románticos en el cementerio con pistola, al circo romano, a la esencia de que la vida humana no vale nada.

Sin embargo, todos aquellos que sean capaces de hacer un simple y llano ejercicio de auto examen, de auto crítica, deberían darse cuenta de que no están por encima de ningún otro ser humano, de que no tienen el punto de vista adecuado para juzgar a nadie según ningún catálogo de leyes, jurídicas ni religiosas ni siquiera sociales, que condenen a la muerte, sin segundas oportunidades a otro ser humano, idéntico orgánicamente y en esencia a nosotros mismos.

Un pequeño esfuerzo de reflexión, con la mínima garantía cultural exigida en una sociedad avanzada que decide poner en práctica una Purga, debería servirnos para darnos cuenta de la trampa, de que sólo purgan los pobres, de que somos víctimas de un neo feudalísmo brutal en el que el pobre, denominado injustamente como clase media, se elimina mutuamente ante los aplausos de la burguesía, la casta, la élite, y todos aquellos para los que las cifras del paro, el hambre, la precariedad, no significan nada. El reajuste económico que supone la purga ante la eliminación de individuos que perciban nóminas, ocupen puestos de trabajo que quedarán vacantes, etc, no es si no un parche de los arquitectos sociales para reequilibrar la telaraña un año más, gracias a la ignorancia, el odio y la violencia innata del ser humano no cualificado que no encuentra otro método para resolver sus inmundas y cotidianas necesidades, sus frustraciones de parbulario, y sus añoranzas cargadas de envidia.

La anulación completa de la meritocracia gracias a un darwinista sistema de superviviencia prehistórico, arraigado como una sanguijuela a nuestro genoma humano.

Ya no hace falta una guerra, ni un enemigo, el propio proletariado se reestablece así mismo, como células fogcitadoras. Los de arriba nos han dado permiso, nos han faqcilitado una excusa, para no volver a prosperar jamás, para que confundamos prosperar y meritocracia, con la eliminación de la competencia, reculando al estado animal del hominido, olvidando lo que nos hace humanos.


Mientras, en el poder, nada cambia. Hemos aceptado nuestro rol de peones en el tablero de ajedrez si participamos en la purga. Purgar es obedecer. Purgar, es perder. ¿Podrá el raciocinio anteponerse al instinto más primitivo del ser vivo?

Los animales se matan entre sí en época de celo, es selección natural, ahora el humano mata al humano, una vez al año, para equilibrar un sistema, que no es natural, que ha sido ideado por otros humanos, que a salvo de los predadores que moran el escalón más bajo de la pirámide, ejecutan para la siembra de sus intereses geo.económicos de poder y subyugación.


Anteriormente a la purga, el rico, tenía hijos ricos, que estudiaban en colegios muy caros apra ricos, donde conseguían titulaciones que les darían puestos de fácil acceso para ricos.

Los pobres, tenían hijos pobres, que estudiarían en colegios de pobres, profesiones de pobres, porque las de ricos esperaban la llegada de sus jóvenes cachorros educados en centros caros, y de los pobres, sólo el más mínnimo porcentaje, entraría, por meritocracia, en la órbita de los ricos, porque los ricos, incompetentes prepago, necesitan verdaderos talentos, para seguir ostentando sus puestos.


Con La Purga, los pobres, ya no sobran, ya no generan excedente, ya están controlados y ellos mismos se encargan de hacer el trabajo sucio, y volverán a votar a quienes apoyan la iniciativa, porque una vez purgan, ya no pueden parar de hacerlo, hasta ser purgados.





LA PURGA, UNA PELICULA DE CASAS


En 2013, James DeMonaco (acumula todo el protagonismo en la saga de hoy pero podemos atribuirle algún otro trabajo como El negociador), planteaba éste futuro distópico muy cercano, sin implantes cibernéticos, ni tecnología futurísta, ni avances biogenéticos. No. Simplemente, daba un pasito de puntillas hacia el futuro en el ámbito social, y nos proponía la posibilidad de que una noche al año, como si de Halloween se tratase, en los EEUU, el delito, sea cual fuese, estuviese despenalizado.

Esto, según los nuevos Padres Fundadores (una hipérbole republicana del espírito norteamericano), mejoraba al individuo, que podía somatizar todas sus frustraciones y toda la rabia y violencia acumulada en su vida rutinaria en una sola noche, rebajando así los niveles de criminalidad el resto del año, y consiguiendo un equilibrio social "natural" ejerciendo el derecho democrático de purgar.


La película se presentaba como loq ue yo llamo vulgarmente y andando por casa, una peli de casas, valga la redundancia. Es decir, y resumiendo proque veo que ésta entrada de blog puede convertirse en un ciber Quijote si no sintetizo, una mezcla de Solo en casa, Funny Games y una pizquita de Juegos de guerra. Así al definí en su día sentado en la butaca del cine, y desde entonces, mi esposa y yo hemos convertido en tradici´´on ir a todos los estrenos de la saga, como antaño hiciésemos con la saga Saw, desde la primera.

Así que La Purga se convirtió en nuestro nuevo fetiche conyugal.



Aquella película, que no ahondaba demasiado en el distópico dilema que proponía, generaba un ambiente poco usual de thriller, terror y esa miguita de ciencia ficción que practicamente ni se notaba hasta que se decidió expandir el uiverso de La Purga.

Insisto en que yo desde entonces lo llamo, el género de casas, en las que puedo añadir películas anteriores y muchas más posteriores, como La tercera casa a la izquierda, No respires y un porrón que hay en las plataformas de stream que he visto todas y que son un grandioso truño repetitivo que no aportan anda a un género que sigue muy vivo para lo reducido de sus puntos fuertes, ya que centrar toda una película en la misma casa es una idea que podría terminar mal, muy mal, si no se ejecuta con tiento.


Podría hacer un pequeño listado como Extraños, El coleccionista, Puertas abiertas, cuidado con El Resplandor ahora que caigo que ya presentaba una persecución slasher doméstica en un edificio cerrado, y en fin, que de verdad si tratamos de hacer una lista no paramos.

La cuestión es que la película nos ponía en una trama sencilla de entender, muy sencilla. Una noche al año, todo vale, no hay ley, puedes parapetarte en tu casa, o salir de caza, tú decides.

En aquél caso, la familia protagonista interpretada por Ethan hawke (Gattaca, Training Day o Valerian y la ciudad de los mil planetas) haciendo de padre de familia, Lena headey (Dredd) como la mamá, Max Burkholder (¿Anatomía de Grey?) de hijo friki y poco sociable, un poco hikikimori, y por último Adelaide Kane (Los Power Rangers y la serie Teenwolf) de hija adolescente en esa complicada edad del pavo; Se disponen a pasar una tranquila noche más de la purga, sin participar, aislados en su casa clase alta, en un barrio residencial, dotada de su habitación del pánico y toda la domótica defensiva necesaria para que a nadie se le ocurra entrar en casa a purgar, con ni sin motivo.


Sin embargo, si con bajar una persiana metálica blindada en cada puerta y ventana todo hubiese bastado para que sonase el despertador y La Purga terminase sin incidenctes, no hubiese habido película, y es que en mitad de la noche, un hombre negro que está siendo perseguido por un grupo de purguistas, pide auxilio en el porche de su casa. Interpretado por Edwin Hodge , su personaje quiebra la uidad familiar y divide sus opiniones generando el dilema filosófico que propone La Purga. ¿merece morir por lo que sea? Tal vez sólo le persigan por ser un sin techo, o tal vez sólo por ser negro, curiosamente encarna dos de los estigmas más criticables de la sociedad norteamericana, el racismo y las diferencias sociales que van muy unidas también a la condición étnica de cada ciudadano del país de las grandes oportunidades.

Pensad por un momento, ¿Habéis presenciado alguna vez un abuso humano? ¿Abusones pegando a un débil, un hombre pegando a una mujer? ¿Habéis hecho algo? ¿haríais algo? Yo, personalmente, no me he atrevido nunca a interferir directamente en solitario ante algunas dantescas escenas similares, pero sí he llamado a la policía, que es lo menos que puedo hacer. También soy de los que da comida a la gente que la pide en la calle, y admitir ésto no me hace sentirme mejor, porque sería muy fariseo por mi parte. Sencillamente, sí creo que pequeños gestos que podemos practicar todos nosotros en momentos adecuados, mejorarían la sociedad en general si se hiciésen al unísono. Pero claro, eso es la teoría, la práctica siempre es diferente, incluye miedo, duda, ¿Hubiéseis hecho algo por esa pobre persona perseguida por poco menos que una pandilla de drugos pidiéndo auxilio en la puerta de vuestra casa? El ejemplo de los drugos no es circustancial, si no muy buscasdo sospecho yo en ésta película, ya que los purgadores son una pandilla de niños pijos ataviados con trajes de evaluación caros y máscaras sonrientes. Su líder, tiene un gran aprecido con nuestro querido Alex DeLarge de La NaranjaMecánica y encarna toda esa ultraviolencia que Burgess nos transmitió en su obra. De hecho, ¿recordáis la escena en la que piden auxilio en el timbre de una casa parqa después sembrar el caos en su interior? Sí, parece que la escena estuviese extrapolada, nos reaviva el recuerdo de aquella otra obra y nso hace pensar "no abras, joder, no abras, te están mintiendo, van a matarte y van a violar a tu mujer y tu hija".


Os diría lo que hace la familia protagonista, pero estaría haciendo el prohibido spoiler de éste blog, así que seguiremos hablando un poco de la película, avanzada esta sinópsis.

Aunque, qué demonios, ya os he comparado la película con Funny Games, y sin ser menos exquisito y más zaamero, con Solo en casa, ya os podéis imaginar qué va a pasar.

A resumidas cuentas, para mi, es la película que reinventa un género por completo, el de "las pelis de casas", Y a raíz de La Purga le sucederán docenas de películas y telefilms en las que toda la angustia, el miedo, pánico y mal gusto, poniendo en primera plana la asquerosidad y crueldad del ser humano (que siempre da mucho más miedo que cuando las torturas las inflige un mutante, un demonio o un ser de pesadilla imposible), y cómo el hombre, una vez más, puede ser un lobo para el hombre, capaz de lo mejor y de lo peor.

Nos hará cuestionar la salud mental de nosotros mismos, y de los que nos rodean, difuminando el tope de hasta donde podemos llegar.


LA PURGA SE EXPANDE, ANARQUIA Y LA NOCHE DE ELECCIONES


En 2014, se esntrenó la inevitable secuela, porque la idea de La Purga, quedaba corta en una peli de "casas" y merecía ser expandida. Anarchy: La noche de las bestias, fue el título. DeMonaco volvía a estar al mando de la nave, y en ésta ocasión contaríamos con Frank Grillo ( Los reyes del mambo, Minority Report, Capitán América: Soldado de Invierno), Carmen Ejogo (Los Vengadores, Alien Covenant), Zach Gilford, Kiele Sanchez, Zoe Soul y de nuevo Edwin Hodge en un papel "boomerang".



En ésta ocasión, salimos de la casa y nos vemos en las calles de una gran ciudad norteamericana un año más de purga. Los personajes, miembros del proletariado, serán víctimas del propio proletariado, asqueado, odioso, sin ideología, con la cabeza vacía y un único sentimiento de vengar sus freustaciones mediante la violencia lícita como motor de la purga. Pobre mata a pobre.

Mientras, la élite, hace escena también en las calles.



Esta entrega rebosa acción, persecución, una especie de "road movies" de persecución, sin pausa, en la que nuestro grupo de no purgadores huyen de los purgadores y se ven envueltos de rebote en una extraña trama de la que si tiran de la manta podrían desenmascarar públicamente las trampas gubernamentales de la purga.


La película, si vuelvo a usar la cocktelera, es un hibrido de The warriors y su primera entrega La Purga. Ya que el grupo protagonista va recorriendo las calles de la gran urbe, manteniéndose alejados de purgadores con al intención de llegar de un punto de la ciudad a otro (como de South Bronx a Conney) durante la noche.

El vestuario, la estética, creará una nueva iconoclastia pop desde el momento de su estreno, que simbólicamente, pese a su éxito y la imitación de las mismas, critica el aborregamiento norteamericano.

La crítica social, con el punto de mira en la desigualdad social, la lucha de clases y la corrupción gubernamental siguen siendo el caballo de Troya de uan película mucho más entretenida que la anterior, yq eu abrió la veda de lo que la franquicia iba a suponer de ahí en adelante, con sus aciertos, y sus fracasos, ya que cuando acumulamos tantos títulos sobre la misma cabecera, no todo tiende a salir bien, aumentamos el márgen de error.



En 2016 se estrenó Election: La noche de las bestias, una película totalmente continuísta respecto a Anarchy, que no trajo nada nuevo pero quedó igualmente bien ejecutada, con más purgadores, más looks y outfits neo punk, más pandillas callejeras purgando, y más de lo mismo a grandes rasgos. ¿Bien? Sí, sin duda, digna secuela de la reinterpretación urbana de la saga al aire libre, más persecuciones, más corrupción, más crítica al sistema. Repite Grillo y se estrenan Elizabeth Mitchell (Lost) y Mykelti Williamson . La película recaudó 18 millones de dolares más que la anterior, y todos contentos.


                                                   




CUESTA ABAJO Y SIN FRENOS, LA PRIMERA PURGA Y LAS SERIES EN PRIME


En 2018, en cuanto DeMonaco suelta el volante, aparece Gerard McMurray para asumir el asiento de capitán, y bueno, no se muy bien el curriculum de éste señor, aunque el de DeMonaco tampoco estaba muy hinchado antes de La Purga, pero es que aquí comienza el declive de la saga sin lugar a dudas. En 2017 debutó a lo grande con Burning Sands, una pelicula de novatadas en una facultad universitaria afroamericana, y bueno, ni que fuese Jordan Peele, pero se involucra al 100% con su grupo racial desde entonces en su obra, y ojo, pega ninguna, a mi me fliparon als declaraciones de Peele a cerca de ¿por qué no contrataba blancos en sus pelis? (por que no le sale del rabo y punto), pero es que en La primera purga, McMurray hace una peli de negros de manual. Y a ver los mal intencionados y los ofendidos, a mi no me pilláis, una peli de negros porque es como una versión distópica de New jack City abusando de todos los tópicos de los proyectos norteamericanos racializados, pero sin Wesly Snipes, y eso se nota joder, se nota mucho.

Una pelicula de hampones de bloque reorientada a La Purga, que a mi mujer le encantó, pero a mi me supuso el fin de la credibilidad de la saga, porque ya había visto demasiadas pelis de gansters de barrio, ya había visto Clockers, Menace 2 society, Training Day, ya había visto Gang Tapes, y disfrazar tan malamente de distopía la realidad marginal de los barrios razializados de EEUU, pues era innecesario a mi aprecer. Que no moelsta, que no estorba, pero me parece abusar del cliché por muy buena intención crítica que tuviese el director. Es que puestos a camuflar de ciencia ficción los problemas de los barrios segregados de EEUU y el racismo, prefiero Bright, qué cojones.





En esta ocasión,  Ylan Noel, Lex Scott Davis, Joivan Wade, Mugga, Kristen Solis,  Marisa Tomei, Patch Darragh y Rotimi Paul se encargan de la interpretación, en una noche de purga que se supone nos lleva atrás en el pasado hasta la primera purga celebrada en los EEUU, que sin embargo, y en un giro inesperado y sin sentido, innova en el aspecto de que los purgadores pueden equiparse con unas lentillas que son cámaras de TV que "stremean" su purga en abierto y riguroso directo.

Los protagonistas, un camello y una activista de los derechos afroamericanos, harán de neo Romeo y Julieta en la nuche más dura de sus vidas. Un pastiche absoluto como podéis observar, y no tiene nada que ver con que sea una peli centrada en el objetivo afroamericano, cenutrios, si no que es una versión mánida y repetitiva de todas las pelis de ghetto que he visto durante toda mi vida. Aún así recaudo más que la anterior entrega, con lo que, todos contentos una vez más.



No contentos con ésta película, La Purga se convirtió en teleserie, nada más y nada menos que con 2 temporadas en la plataforma Primer de Amazon.

La primera temporada nos enseña una noche más de Purgan en capítulos, con diferentes líneas de protagonismo, totalmente disparatadas, mal interpretadas, exageradas y fuera de lugar, con una producción y un acabado de serie B y bajisimo presupuesto, que no haciendo honor al espíritu eprendedor de la primera película de todas y su bajo presupuesto, se convierte bajo mi humilde opinión en una caricatura de la saga, una bazofia sin sentido, absurda, que no trascendería como serie nada más que la mierda que te emiten en TDT de madrugada para conciliar el sueo y que te cautiva por lo raro que es encontrarte semejante mierda bziarra en la parrilla.

Se centra en una especie de serie Z, que tontorrea con el gore, vestuario rancio de todo a 100, y todo mal, mal, mal.Gabriel Chavarria, jessica Garza, Collin Woodel, Hannah Anderson, Amanda Warren, lili Simmons y otras actrices y actores son los culpables, en parte, de semejante estropicio del título, que más que aprovechar la ocasión de colarse en millones de hogares y acercar la idea de La Purga al gran público, queda en una anécdota para el olvido.





Y en 2019, la gigante de la teletienda Amazon, consigue redimirse con una segunda temporada, que gracias a Dios nada tiene que ver con al primera. Abarcaremos en esta temporada, los 365 días que van de una purga a otra, con diferentes protagonistas entrecruzados, con diferentes tramas, en las que veremos las consecuencias de la purga anterior, y sus intenciones y preparativos para la próxima.

Alejándose de lo meramente pop, y la estética terrorífica de slasher de lso purguistas, tenemos una serie de tramas mucho más trabajadas, que enganchan, que nos hacen querer ver el siguiente capítulo, y que nos proponen algunos dilemas morales que la anterior temporada no.



Generaremos simpatías y antipatías respecto a los personajes, y estremos deseando que llegue la próxima purga.

Reconducida la idea de ésta segunda temporada, esperamos que la próxima película anunciada para éste 2020 (aunque ya sabemos que el cine este año no está para estrenar nada) logre sorprendernos, traernos algo nuevo, cosa pro otro lado dificil cuando ya han estirado tanto el chicle de la noche de la ultraviolencia, la diferencia de clases, los prejuicios sociales, y la maldad humana.


¿Queda realmente algo que La purga pueda enseñarnos que no haya hecho ya? ¿O sobra seguir intentándolo?



Yo, os recomiendo las 3 primeras y la segunda temporada de la serie.

Si llaman al timbre de vuestra casa, cuidado, mirad el calendario, no sea 21 de Marzo.









4 comentarios:

  1. «Los de arriba nos han dado permiso, nos han faqcilitado una excusa, para no volver a prosperar jamás, para que confundamos prosperar y meritocracia, con la eliminación de la competencia, reculando al estado animal del hominido, olvidando lo que nos hace humanos.»

    Aunque la dolorosa realidad es que no necesitamos una «Purga» para tener esos comportamientos.

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    1. El hombre es un lobo para el hombre decía uno .
      A ver para que siglo una ciber ilustración que de un giro a la conciencia planetaria

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  2. Mi experiencia trabajando con Benjamin (un oficial de préstamos) fue un placer. Fue completamente sincero sobre los costos y si el trato tenía sentido desde el punto de vista financiero. De hecho, cuando le expliqué mi situación, me aconsejó que no refinanciara a menos que los términos actuales mejoraran aunque le costara el negocio. Cuando más tarde se puso en contacto conmigo para proponerme un mejor trato, me lancé a ello porque se había ganado mi confianza. "Definitivamente me hizo sentir seguro de que estaba trabajando con una gran empresa de préstamos y un gran empresario que conocía sus líneas de negocio. 247officedept@gmail.com.

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