MANUAL PARA CYBORGS ADOLESCENTES
Aquí estoy de nuevo, recién
teletransportado desde mi estación portátil de realidad virtual
hasta el mismo ciberespacio para sacar conclusiones de una obra
literaria, jóven, y en conclusión adelantada, para jóvenes.
¿Por qué digo esto? Bueno, vamos al
tomate. Hoy me apetece quitarme de en medio Biónico,
una obra de Mike Lightwood,
editada por Dolmen.
¿Mike
Lightwood? No lo conocía, pero
estaba ansioso de lectura y ciencia ficción y en muchas ocasiones, a
parte de conseguir clásicos impresos en vetustos tomos conseguidos
en viejas tiendas o el mercado de segunda mano, también me dejo caer
por mi category killer literaria habitual y me hago con alguna
novedad. En aquél momento, las novedades, o no me convencían mucho,
o las que sí lo hacían ya habían caído en mis garras con
anterioridad. Así que vi un tomo de peso standard, un buen puñado
de hojas, con una portada que aunque el hábito no hace al fraile,
pues bueno, tenía un punto cómic bastante dudoso, pero me dejé
engañar por sus rascacielos en tonos industriales, podría albergar
una distopía con pizcas cyberpunk,
me imaginé, entre eso y el título, Biónico.
Además,
Dolmen es una
editorial de la que tengo un buen porrón de tomos en casa,
principalmente de su colección Z (Zombie), de la que su número de
referencias es inabarcable pero he leído muchos, con una sensación
similar a lo que pudiese ser un empate técnico, ya que de 4 sagas
que he completado, 2 me han parecido muy buenas, y las otras 2 ,
mediocres, insulsas o viéndome en la obligación de hacer honor a la
verdad y teniendo en cuenta que es una opinión subjetiva, a mi,
siendo valiente en una era de correctismos políticos y formalidades exacerbadas... Que leches...malos..MA-LOS. Oye y punto.
De
las que no me gustaron no voy a hacer mención, no es necesario y no
son los protagonistas de hoy, pero de los que sí, pues me lleno la
boca de gozo mencionando el inicio de Carlos Sisí
con Los caminantes (
Ahora en Minotauro) y
de Victor Z. Blazquez
con los cuatro volúmenes de El cuarto jinete.
Sagas de pandemia zombie bien construidas, con personajes que acabas
queriendo, con sorpresas, y con lo que a uno le gusta de un libro
vaya. Cierto es, que siendo pejilguero, el desarrollo de la saga los
caminantes en Minotauro
pues da un giro cuanto menos extraño, muy de ciencia
ficción, que trata de vivir en
armonía con el terror, y que a mi... me comenzó a agriar la
historia y ahí estoy a la espera del nuevo tomo o incluso de la
adaptación televisiva que ha firmado el autor, pero desde que el
título pasa de Dolmen
a minotauro, sea
casualidad o no, a mi, me va un poco en picado, y que nos e enfade el
señor Sisí, que por
aquí sigo leyendo otras de sus obras, aunque al final me está
pareciendo una lotería el disfrutar de sus títulos.
Pero
bueno, que yo confiaba en Dolmen,
y pensé que éste libro firmado por el desconocido, aún para mi,
Mike Lightwood,
podría ser una agradable sorpresa.
Parece
ser un sevillano (llamado civilmente Miguel Trujillo),
muy joven (de los 90), con oficio de traductor, que al momento de
editar ésta novela, ya había editado otras dos, sin conocer en qué
marco de género podríamos ubicarlas. A parte, buceando la deep web,
sorteando todo tipo de software peligroso y rompiendo algún hielo
negro, descubro algún detalle más de su vida personal, que
desvelaremos más tarde a cuento del examen de su obra y que encaja a la perfección con el tipo de
novela que acababa de leer entonces.
LA DISTOPIA DE NUNCA ACABAR
La
novela en cuestión nos ubica en un futuro Neo Londres, que mama de
la teta de la distopía más clásica y conservadora, a lo Orwell
o Huxley.
A priori eso no significa que sea malo, debería ser bueno, pero ni
una cosa ni otra, sencillamente lo calificaría de repetitivo,
monótono...cansino.
Pero
bueno, en el nuevo Reino Unido del futuro cercano, la sociedad vive
aislada del resto del mundo. Disfrutan de una sociedad utópica,
correcta, repleta de avances tecnológicos para la vida cotidiana, a
salvo de la barbarie bélica del resto del globo. Inglaterra es la
única nación superviviente de un tremendo conflicto internacional,
y la población es sabedora de los esfuerzos del gobierno por
mantener su calidad de vida y su paz, ya que constantemente están
amenazados por el resto de enemigos de la patria.
Comenzamos
el pastiche cifi con
“el enemigo invisible” y “la manipulación de información”.
Son dos clásicos imperecederos, que si bien, pueden seguir
funcionando, para ello, necesitan ser correctamente manufacturados, y
a mi humilde gusto de don nadie que tiene un blog en internet (cosa
que puede hacer cualquiera, no soy especial, un gurú ni un
catedrático) en el caso de Biónico,
el tema se trata de una forma que si bien no es poco diestra, tampoco
aporta nada a la idea que hemos visto una vez y otra vez en otras
películas y libros.
A
modo de reflejo social, puedo comprar que la obra explota e hincha la
imagen británica de su eterno aislamiento con el resto de Europa,
propiciado pro su identidad insular a lo largo de la historia
conocida, y que a modo jocoso podemos retorcer con sus costumbres
incoherentes como al de conducir por el otro lado o pagar en una
moneda diferente a la del resto de Europa. Cuando se escribió ésta
obra, aún nos e había votado el Brexit, pero si algo hay que
reconocerle al lore
del libro, es que toda esa “paranoia” neo británica expuesta,
refleja crítica y satíricamente bien, esa idiosincrasia inglesa de
pequeño ombligo de Europa, con permiso de los franceses; Y sus
nuevas y polémicas políticas de migración y proteccionismo
nacional, cuando su nación ha sido una nación más migrante que los
gallegos.
En
esa burbuja británica de engaño y bienestar, vive nuestro
protagonista, Shane,
un jovencito escolar, niño pijo de alta alcurnia ya que es el hijo
del equivalente distópico a Primer Ministro. No ve mucho a su padre,
porque claro, es un hombre muy ocupado, pero aunque no recibe mucho
cariño no le falta de nada y su mayordomo robótico le hace
compañía. Ahí el autor le da esa pizquita asimoviana
y dramática al personaje, que también hemos visto ya muchas veces.
De
aquí en adelante, sin spoilers,
Shane
sufrirá unas circustancias inesperadas, que le harán protagonista
inesperado, de una búsqueda de la verdad, que le obligarán a tomar
decisiones importantes, y una evolución de sí mismo y su
descubrimiento como persona.
Una
novela juvenil cifi
de manual, que mi librería me coloca entre Philip
K. Dick y
Clarke
a traición. Muy mal, porque no es su sitio, hay que cambiarla de
mueble, y quizás la culpa de que haya leído algo que no cubre mis
inquietudes es de mi librería, o de la editorial, y no del autor,
porque seguramente el autor, es consciente de lo que ha escrito y lo
ha escrito a sabiendas.
Este
libro debe estar en el mueble de literatura juvenil. Y si las tiendas
o la editorial consideran que solo porque el libro incluye alguna
tórrida escena edulcorada de romance sexual adolescente, ya debe
estar en un están de ciencia
ficcion
que incluya cyberpunk
o hard cifi
y donde los pollaviejas
y puretas
buscamos algo que nos llene, gente responsable de ésto, váyanse a
cagar a la vía.
La
obra puede servir de trampolín a un quinceañero para aficionarse a
la cifi,
y creo que ese es su cometido, e incluso que así lo concibió el
autor, pero no es para mi. Igual, sí es para tí, lector del blog,
si lo que buscas es una aventura distópica light,
con adolescentes en búsqueda de su identidad en pleno proceso de
maduración personal, que van haciéndose bola de nieve a medida que
ruedan hacia una conspiración social y política de altos vuelos ,
alcanzandose nuevas cuotas de libertad y justicia humana. Una odisea
paladinesca, en la que un muchacho dudará de cómo hacer lo correcto
hasta hacerlo. Pero ya.
Para
mi, sin embargo, es un argumento constante en el best seller y el
taquillazo, que me aporta más bien poco ya y que no sólo bebe de
lso clásicos como Mundo
feliz o
1984,
si no que estiramos el chicle por todas esas otras obras mainstream
como la saga divergente,
los juegos del hambre, la isla, in time,
e incluso otros títulos underground
que por snobismo se ganan el favor del público gafapástico
como la sobrevalorada moon.
Y así suma y sigue.
CIBER SEXO
Lo
malo no es que no aporta nada nuevo al género, y que es un libro
terriblemente predecible, del que vas adivinando todo lo que va a
pasar con 10 páginas de antelación, si no que para un tipo con unos
cuantos libros de ciencia
ficción
en la mochila y rondando los 40 como yo, el libro rechina a cada
página. Porque no sólo es el refrito de ideas y conceptos repetidos
anteriormente en la cifi,
y ojo, que vivimos en 2019, que está todo inventado, que tampoco
pido que cada libro que se edita sea una obra maestra y su autor un
genio, no, no pido eso y no sólo es eso... Es que el libro, bajo su
ciencia ficción
crítica con los regímenes de gobierno que mienten y engañan a su
población, es una excusa para la ayuda de orientación sexual en
adolescentes, que yo, no necesito.
Neo
Londres es una jaula de oro, encierra a su población, pero sin
embargo, su población, vive bien, confortablemente, y les gobiernan
laxamente, con libertades de todo tipo, de las que el libro hace
especial ímpetu en las sexuales e individuales (religiosas, étnicas,
etc...). Parece una sociedad tolerante, una utopía. Por otro lado,
el gobierno británico de la novela, miente a su población, y los
controla, pero les va soltando la cuerda para que la soga no ahogue y
estén cómodos con ella al cuello. Me confunde un poco la intención
de reclamar tolerancia y libertad dentro de un régimen.
De
todas esas libertades, Mike
Lightwood,
se deleita en las de la sexualidad. Veamos más acerca de ello.
Cuando
lo leí, pensé, “Bueno, vaya manual de sexualidad teen
que se ha marcado el autor en una historia sosa y aburrida de cifi”
, pero una vez me preparo para escribir mi patético artículo de
amateur (porque no me creo Umbral),
y busco info del autor, como anunciaba al principio, hay partes de su
personalidad y sus actividades, que me hacen entender con mayor
profundidad su obra. Y eso es así, vida y obra van por separado,
pero cuando conocemos cosas de una y otra, atamos cabos, porque
siempre queda una pincelada de nuestra alma en nuestra obra aunque no
sea nuestra intención. Y Miguel
Trujillo,
es un coach
juvenil en temas sexuales, y activista del colectivo LGTB. Yo no lo
sabía cuando leí el libro, y me es absolutamente indiferente (que
siempre llegará el típico paladín de la moral moderna a apuntarme
con el dedo de homófobo y de yo que se), pero ahora entiendo ciertos
hincapíes en su obra, y me reafirmo, en que es una obra juvenil o
adolescente.
¿Que
por qué?
Primero,
su forma de tratar los romances, es muy de ponerse en la piel del
novato, y no hablo del escritor, aunque no me guste demasiado su
técnica, si no de los personajes. Chicos y chicas jovenes, con
dudas, miedos e inseguridades. Un poco Al
salir de clase.
Por
otra parte de agradecer, no saca a nadie “del armario”, ya que en
la sociedad de Neo Londres, la sexualidad ya no es un tema
interesante ni tabú, y la bisexualidad es naturalmente aceptada de
forma lógica. Esto, a nivel utópico y futurista, me parece
fabuloso, soy el primero que opina que el ano no es patrimonio
homosexual (como aquél que dice, refrán acuñado por mi) y que cada
persona ha de disfrutar su sexualidad como le plazca, con los únicos
límites que la otra persona (o personas, nunca animales, que ellos
no saben decir ni sí ni no) mayor de edad (esa es otra, ojo que os
veo venir, la infancia es lo más sagrado) o en su sano juicio
permita y consienta.
Hecho
este alegato, en la ficticia Neo Londres, existen una suerte de
“picaderos públicos”, en la calle, algo así como retretes
públicos, donde cuando alguien quiere echar un caliqueño, paga,
entra, y tiene su media horita o lo que sea, para darse un filetazo.
Muy moderno, pero si se me permite el sentido del humor, y si no
también, un poco “cuarto oscuro” friendly
así por las buenas ¿no? Ojo que no lo se, soy un viejo verde
hetero, y mi deprabación está obsoleta. A mi es un detalle de la
novela, que me sobra, que me produce hasta risa, y que no le veo el
interés. El gancho sexual está de más, sobretodo cuando es tan
tibio.
Respecto
a eso mismo de su tibiedad sexual, el trato literario en el tema
romántico y sexual entre personas de igual sexo, me llama la
atención que al final del libro, el autor, agradece y muestra su
cariño y gratitud a una serie de amistades y consejeros en temas de
sexualidad variada que le orientaron a la hora de reproducir sus
ficticias escenas de encuentros.
A
ver... a ver... yo veo bien que se abogue por la visualización, o es
más, yo abogo por la normalización absoluta, es decir, lograr que a
nadie le importe un pimiento lo que cada uno hace con su cuerpo en la
intimidad, que no sea una pregunta necesaria entre personas nunca
más, que no marque la forma en la que tengamos que tratarnos unos a
otros, y así lo vivo yo, y entonces me es innecesario una clase de
sexualidad camuflada de cifi.
Normalidad es la que me ofrecía AlecEffinger
con su obra maestra de la trilogía de MaridAudran,
en la que la diversidad, sin explicaciones, tutoriales ni consejos,
pasaba por un bereber alcohólico no musulmán que estaba locamente
enamorado de una mujer transexual. En aquella obra, a parte de la
variedad implícita sin hacer política ni apología de colectivos,
en la que la novia de Marid
fuese transexual era lo de menos. Ella ya era una mujer, y es que,
eso sí es futurista, y no Biónico,
porque cuando una mujer ya es mujer, me da igual que haya sido hombre
anteriormente y el apellido “transexual” sobra, es una mujer.
Como ejemplo de normalización, digo.
Y
a ver, que hay otras muchas variantes de sexualidad, que quizás,
para el neófito como yo, que como dirían Def
Con Dos,
“a pesar de todo sigo siendo heterosexual”, pueden resultarme
confusas, pero siendo muy sincero, me importan un bledo.
Los
seres humanos, seamos como seamos y disfrutemos como disfrutemos, no
tenemos manual de instrucciones, no podemos convertirnos en clichés
con patas, no espero que un homosexual, sólo por homosexual, deba
comportarse con pluma y siguiendo los tópicos que la mayoría
demanda, ¡No!. Me defrauda profundamente la explicación final del
autor de pedir consejo a expertos en el mundo LGTB para crear
personajes creibles de diferentes gustos sexuales. Cada personaje
ficticio, es como el autor quiera que sea, no como una sociación o
comité de expertos sugiere que deben ser por su normalización.
Puedes pedir consejo a un experto científico o a un obrero
especializado, si queires hacer una novela verosímil que ronda sobre
algo que no dominas. Pero cada ser humano real es único, y no
atiende a leyes exactas, así que los personajes de ficción, deben
ser más únicos y extraordinarios todavía, para que si cabe, nos
inspiren a los aburridos mortales que los leemos.
No
puedes darme un personaje soso, plano y predecible según los cánones
del rebaño, sea gay, pastafari o fan de Star treck. Nos define como
actuamos, no como nos etiquetamos, sobran análisis.
Y
esto es lo que más me ha defraudado de la novela, no su argumento
sobado, su carencia de sorpresas, su técnica rutilante, ni su lore
recalentado
en microondas. No. Si no que para tratar de servir de guía sexual
ficticia ( no es un libro de autoayuda ni de coaching, es ciencia
ficción,
ojo, no se me malinterprete) no me descubre nada, si no que me repite
lo que ya hace la sociedad actual, ni con más ni con menos
tolerancia, porque la tolerancia está dentro de mí, está
naturalizada. Y sí, entiendo que otras personas no lo ven así, que
aún sigue habiendo discriminación, pero yo no necesitaba leer esto,
no me ha descubierto nada, aunque quizás otras personas sí.
Y
como decía, está bien para adolescentes, que están absorbiendo
cosas en ese salto de trampolín que es la niñez a la pseudo madurez
(porque con 18 años nadie es maduro, y con 30 el 90% de las veces
tampoco), puede ser un buen libro, divertido, que descubra a la
juventud tanto la ciencia
ficción
como que les normalice las relaciones sexuales de forma integral.
Pero a mi, el libro, no me ha enseñado nada. Lo siento. No te
enfades conmigo Mike,
soy un don nadie de internet, pero como diría Tony
Montana “Solo
tengo mi palabra y mis pelotas”, y no me podía morder la lengua
después de haber pagado por tu libro.
Sigue
en tu labor, que es muy digna, ánimo, yo no soy crítico, solo un
gilipuertas más de la red que normaliza mucho todo, tal vez porque
mi juventud ha sido lo que otros llamarían rara, y a lo mejor, por
eso, nada me escandaliza.
Punk
aint dead.
Desconectando..........
PD:
Las ilustraciones de los personajes al final del libro, en calidad
fanzine, por no decir, parte de atrás del cuaderno de matemáticas,
me mataron.
He estado viviendo con el VIH por los últimos 3 años. El Dr. Ogala me curó con su remedio a base de hierbas. Ahora estoy viviendo una vida feliz. Para aquellos que sufren de VIH, CANCER, HEPATITIS B, HERPES HPV VIRUS, deben comunicarse con el Dr. Ogala para obtener ayuda. Correo electrónico: ogalasolutiontemple@gmail.com. También puedes contactar con él a través de whatsapp +233508353241
ResponderEliminarEse comentario robótico de arriba es puro cyberpunk. Hay que joderse
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